Teníamos al rededor de 4 horas en la carretera, buscando un nuevo rumbo. Realmente ya me siento cansado de manejar. Todos duermen, pero mi mirada va directo en Mónica. Su pierna se mira mal. Esta quemada, su carne asada se mira tan brutal, tan mal. Ella siempre se sacrifica por este grupo.
Realmente me odio, no tenia porque haberle dicho aquello. No quiero perderla. Pero vivo con ese temor todos los días. A veces me gustaría alejarme de ella, pero simplemente no puedo, no puedo estar lejos de esta chica. Desde que hicimos el amor, estoy un 101% seguro que quiero salir adelante con ella, de esta porquería de apocalíptico de mierda.
Pero ahora eso no era lo que inundaba mi mente. ¿Porque bombardearon esa ciudad?. Incluso cuando ya estábamos algo lejos aún se escuchaban las bombas, hacían temblar el suelo y dejar los oídos doliosos.
¿Será que el tío de Mónica este detrás de esto? ¿Con que propósito hacen esto? Simplemente esto va de mal en peor, a este paso la poca humanidad que queda morirá a manos de la raza humana, no de los Zombies.
Ya el sol se hacía presenté. Ya nos estábamos quedando sin combustible. Mire por el retrovisor Mónica estaba despierta, su mirada estaba pérdida por la ventana. Ella...Ella estaba llorando, sus ojos avellanas votaban lágrimas, su pierna se miraba horrible.
-¿Te sientes Bien?.-Me atreví a preguntarle, quiero realmente pedirle perdón. Soy un estúpido lo admito, ni yo se que hago o digo.
Ella rápidamente se limpio las lagrimas, cause un pequeño susto en ella.
-Si...Me duele un poco la pierna.-Ella no volteo a verme.-¿Crees que podamos pararnos en alguna gasolinera?.-Me miró, ella tenía dolor, un dolor profundo que yo ocasione.
-Claro.-me límite a decir, sabía que a pesar de todo ella no quiere hablar conmigo por el momento.
Ya todos iban despertando poco a poco.
-Me hago pipi.-Me dijo Jack.
-Tienes suerte amiguito, mira allá hay una gasolinera.-Le dije sonriendo.
Lauren y Christopher se bajaron a revisar, ella con su arco y flechas y el con su bate. Se dilataron unos 5 minutos, cuando Chris salió a decirnos que no habían infectados.
Mónica se quejo cuando intento bajar de la camioneta.
-Te ayudo.-Le dije dirigiéndome hacia ella.
-No, gracias. Puedo sola.-Me hablo indiferente.-Yo puedo sola Zabdiel.
-Vamos, no puedes Sola. Tu pierna esta mal.
-Jack mejor cállate y ve al baño.-Le respondió Mónica.
El chico obedeció.
Ella miro hacia el horizonte, hacia el nacer del sol, los rayos mañaneros chocaban en su rostro, y el viento igual causando que sus rizos naveguen en el aire calido.
-¿Que quieres Zabdiel?.-Hablo en un hilo de voz.
-Perdón.-Me límite a decir, con la mirada gacha.
-¿Perdón?.-Ella levantó mi mentón con su palma, chocando miradas.-Zabdiel ¿Realmente quieres espacio entre tu y yo?.-Por qué ella es tan pasiva, porque nunca toma nada a mal.
Lágrimas comenzaban a aparecer en mis ojos.
-No. Perdón. Aveces tengo miedo de perderte, no quiero que un día te vayas a mi lado, y no con otro, si no... tu ya sabes.-SI, SI VOY A LLORAR PORQUE LA AMO, PORQUE SOY INSENSIBLE Y PINCHE LLORÓN.
-No llores. Jamás me iré de tu lado. Jamás Zabdiel.-Ella me regaló una sonrisa, de esas que me hacen sentirme seguro a su lado. Entrelazamos las manos. Bese una de ellas.