Abría con poco a poco y con un poco de fuerza mis párpados. Sentía que pesaban mucho. Mi cabeza daba vuelta. Cuando logre tener todo en calma note que no era yo, si mas bien que estaba en una habitación oscura.
Lleve mi mano derecha a mi cabeza. Y recordé lo último... Dan, Jack, Joel y a mi montandonos a la fuerza a un helicóptero. No recuerdo más nada.
No se cuantos días han pasado... Muchos de seguro.
No sé donde están Joel, o Jack, mucho peor Dan. Inclusive no se donde carajos estoy.
Me pare y mi brazo izquierdo dolió como un infierno. Conozco este dolor y se que son de inyecciones.
Agitaba mis manos a mis costados, buscando algo o alguien. Pero por lo visto sólo estoy yo.
Logre tocar con la pared. Esta tenía una pequeña abridura donde parece que es donde pasan la comida o algo por estilo. Mire y solo pude divisar otra puerta color marrón al frente.
Automáticamente la luz del cuarto donde estaba se prendieron. Seguidamente escuche unos pasos.
El nerviosismo se apoderó de mí, admito que el miedo también.
Mire por la pequeña abertura y eran 3 tipos vestidos con un traje especial color beige o blanco. Rápidamente me aparte de la puerta y estos la abrieron de un solo golpe.
Pero venía un cuarto hombre más. Con una ¿Manguera?
Uno de ellos se acercó a mí y jalo fuertemente de mi.
-¿Donde estoy?.-Pregunté.
Pero estos sólo me miraron.
-¡Maldita sea! ¿Que quieren de mi?.-Me atreví una vez más.
Entonces estos sin compasión arrebataron de un solo tirón mi ropa. Y yo me impuse. Entonces el cuarto hombre dejo que la manguera saliera un chorro de agua fuerte, que impactará mi cuerpo.
-¡Joder, No!.-Chille cuando otro tipo restregaba fuertemente una esponja en mi cuerpo.
Ardía mucho cuando pasaba esa estúpida esponja en mi piel.
Me empujaron fuertemente hacia la pared y restregaron mi espalda también. Las lágrimas no terminaron de salir cuando uno de ellos me empujó fuertemente otra vez hacia la pared.
No entendía nada de esto, pero se que esto es gracias a James Frank.
Sentía vergüenza, me sentía indefensa, vulnerable. Se que mi tío puede destruirme cuando sea.
Las gotas corrían sobre mi al igual que mis lágrimas. Mientras era tomada por cada brazo por un diferente hombre desconocido.
Era estúpido tratar de pelear con ellos o forcejear. Eran más fuertes y más que yo.
Sentí un alivio cuando el chorro cesó.
-Secate y vístete. Que dabas asco.-Espetó un hombre tirandome en mi cara unas prendas de vestir y una toalla.
Salieron de la habitación y las lágrimas cesaron un poco más. Rápidamente antes de que venga otro tipo de inhumanos me coloque el vaquero color azul y la camisa color negra que el hombre me tiró.
Después de casi 3 horas de lo sucedido escuche pasos otra vez. Me asome por la abertura y pude a ver a James Frank.
Mi corazón comenzó a bombear rápidamente. Tanto que pensé que se iba a salir de su lugar. Mis piernas flaquearon del miedo y nerviosismo.
Entonces la puerta se abrió.
Y allí estaba el. Típica mente con su traje color negro fino y sus zapatillas impecables.
