Tenía sed. Sed de venganza. Tenía hambre de ver su sangre en mis manos. Estaba llena de odio y rencor. Jamás había sentido algo así por alguien.
Todo se trastorno al saber que Joel murió por su culpa. Maldita seas James Frank.
-¡Monica para!.-Escuche un grito por parte de Zabdiel.
-¡Joder, ¿Qué pasa?!.-Le contesté de mal modo y con nervios.
- No me hables así, por favor. No te precipites, o si no..
-¿Oh si no qué?.-No deje terminar su frase.
Estoy con coraje. Mire sólo a Christopher mirarnos y ver hacia todos lados.
-Calmate, de esa forma a nada llegaremos.-Me miro retadoramente.
-Pides que me calme al saber que hemos perdido a Joel.-Murmure.
El río irónicamente .-Se que hemos perdido a Joel. Pero no tienes que estar cegada, no sabes lo que puede pasar.
-Se lo que hago. Tengo coraje, perdí a mi amigo, a mi hermano y tú.-Lo apunte con mi dedo.-Estas como que si nada a pasado.
El me miro seriamente.
-¿Qué nada me pasa? He perdido a mi hermano, no amigo ni mejor amigo. Mi HERMANO. Que lo conocí mucho antes que tú a el. No sabes lo que yo, Christopher y Erick estamos pasando al perder a un hermano, no un hermano de Apocalipsis Zombie. Un hermano de toda la vida. Me sorprendiste ante tales palabras. Lo que tú sientes, jamás lo compares con lo que nosotros sentimos.
-Yo-Yo se que lo que tú sien...
- No te dejes llevar por el coraje. Pero andando. No tengo más nada que hablar del tema contigo.
El camino hacia Christopher, Christopher me miro serio. Yo los mire sin saber que decir.
Me limite a seguirlos. Tal vez Zabdiel tiene razón
-Es aquí.-Espeto Christopher, al llegar a una oficina, tipo cabina. Que según Gary aquí está el.
Prepare mi mente para saber lo que íbamos a hacer.
-Tu entras, nosotros te cuidamos la espalda.-Hablo Zabdiel preparando su arma.
Asenti con mi cabeza.
Abrí la puerta y efectivamente allí estaba el. El estaba de espaldas.
-Te estaba esperando.-Murmuro.
-Yo también esperaba este Momento.-Murmure mirándolo y sin quitar mi arma de su vista.
Zabdiel entró conmigo y Christopher quedó afuera haciendo guardia por cualquier cosa.
-Siempre supe que tú eres alguien especial.-Murmuro volteandose hacia mi dirección, con sus manos en sus bolsillos.
-Siempre supe que eras una persona llena de mierda.-Exprese puramente.
-Lo siento por tu amigo.-Se refiero a Zabdiel.-¿Es tu novio?.-Sonrio de lado.
-Vamos Frank, no te hagas el payaso. No hoy, ni mañana.-Le dije retadoramente.
-Entonces...¿A qué viene tu visita, Sobrina?.-Pregunto mirando a Zabdiel de pies a cabeza.
- No seas cínico... Me imagino que estas contento, felíz, Bendecido al saber que tú plan de mierda salió a la perfección.
-De hecho, lo estoy al cien. Es lo que siempre también quiso tu padre.-Se encogió de hombros.
- No menciones a mi padre.-Senti como las lágrimas picaban por salir.-No lo menciones cuanto TÚ eres el causante de mis padres.-Le dije con un nudo en la garganta.