Después de que Ana se fue recogí mis cosas y salí del lugar. Ir allí me había dejado más preguntas de las que en un principio tenía sobre Ana... Sin embargo al menos pude averiguar porque había llegado al pueblo hacia algún tiempo y nadie sabía mucho de ella.
Desde la cafetería tomé una ruta camino abajo que me llevaría a la casa de Cathy. Sin embargo creo que iba tan poco a su casa que al parecer me perdí un poco o quizás perdida en mis pensamientos no registré hacia donde se dirigían mis pies.
A mitad del camino observo algo de lo que no me había percatado hasta ahora... Ahí está su casa.
La casa de los Routh parece sacada de una revista. Es una casa de tamaño promedio donde cómodamente puede vivir una familia de 3 o 4 miembros. Estaba pintada de blanco y el camino hacia ella estaba relleno de pequeñas piedras que le daban a la casa un aspecto muy campestre.
Habían árboles rodeando la propiedad y sin duda no me extrañó que alguien pudiera entrar a la propiedad y esconderse a través de ella en el inmenso bosque que había detrás.
Seguí yendo por el camino sin dejar de mirar la casa hasta que los árboles me quitaron visibilidad, ¿como nunca me había fijado?
El camino hacia casa de Cathy no era largo así que apuré el paso. Cuando llegué toque el timbre y espere impaciente.
―¿Alaia? ―mira por encima de mi como buscando a alguien más y su actitud me pone curiosa.
―¿Esperabas a alguien? ―me deja pasar pero se textea con alguien mientras cierro la puerta.
―Mmm... Quedaron de traerme un envío desde la oficina postal y se están tardando.Deja su celular y la miro extrañada porque luce muy nerviosa, nada propio de ella.
―¿Está todo bien? ―la sigo escaleras arriba y se queda en silencio.
―Es que no te esperaba tonta ―me explica y sonríe mientras abre la puerta de su habitación.Miro alrededor y está muy diferente a cómo recordaba desde la última vez.
―Estaba tomando un café no muy lejos de aquí y pensé que después de lo de anoche necesitaríamos hablar.
―¡Alaia, por Dios! Lo de anoche fue muy raro pero tuve mi tiempo de recuperarme.Asentí sobre lo que dijo y seguí observando todo. Había una pizarra de corcho en el fondo de su habitación y dentro de ella habían muchas fotografías.
Una me llamó particularmente la atención.
―¿Como está Crystal?
―¿Mi prima? Supongo que bien. Mi tío ha estado enfermo y su esposa ha estado cuidando de el.Crystal es una belleza y sin duda heredó los rasgos de la familia de Cathy, incluso su parecido es muy notable.
―Tu familia parece tener un gen muy fuerte.
―¿Desde cuando te interesa la genética? ―por un momento parece disgustada conmigo― Los niños no se parecen a nadie Alaia, cambian todo el tiempo.Recuerdo la casa de los Routh.
―No me había dado cuenta de que la casa de Bethany quedaba tan cerca de la tuya.
―Si, no tienen mucho viviendo allí. Esa casa pertenecía a un señor que murió y la casa fue le fue vendida a John.
―¿John?Me mira y se muerde el labio.
―El Sr. Routh.
―Al parecer sabes más que yo sobre esa familia ―me siento en la silla de su escritorio.
―¿No lo recuerdas? El hacia voluntariado en la secundaria. Siempre fue un chico muy apuesto aunque nos lleva algunos años.
―La verdad no lo recuerdo.Me mira y ambas nos quedamos en un silencio que sólo es interrumpido por pasos en la escalera.
―¡¿Oye Cathy?! ―la escucho maldecir y frunzo el ceño cuando no reconozco la voz― Adivina a quien vi hoy y parecía estar perdiendo totalmente los papeles...
Entra en la habitación una chica con largo cabello rojo y ojos azul hielo. Se parece un poco a mi amiga pero esta es más alta y curvilinea.
―Perdón, no sabía que tenías visita.
―Descuida ―Cathy parece nerviosa por alguna razón cuando empieza la presentación― Esta en mi amiga Alaia, Alaia esta es mi vecina Leslie.Leslie me observa pero coloca una sonrisa en sus labios mientras nos damos la mano.
―Yo me tengo que ir ―tomo mi bolsa y las miro― Fue un placer conocerte Leslie.
―El placer fue mío Alaia.Salgo de la habitación y por un momento escucho murmullos antes de que Cathy venga detrás de mi.
―Ella ha estado pasando un momento duro por un largo tiempo y la estoy apoyando.
―¿Apoyando? Catheryn, esa chica tiene miles historias alrededor y en los pueblos vecinos. Siempre fue problemática cuando asistió a la escuela con nosotras.
―No voy a darte explicaciones sobre ella Alaia. Entiendo que haz escuchado cosas aquí y allá pero ella ha pasado por mucho. Tu no la conoces.
―¿No la conozco? ―resoplo― No te diré quienes pueden ser tus amigos, pero sin duda cuando estés en problemas recuerda quien es tu amigo en verdad.Estoy ya en la puerta saliendo cuando la escucho murmurar.
―Tu nunca entiendes nada.No me doy la vuelta y sigo caminando. Me enoja que a este punto ella aún me recrimine por algo que nisiquiera se lo que es.
Los dos años que mi amiga pasó lejos de mi pudieron afectar nuestra relación de amistad más de lo que aveces pienso... ¿Que sucedió con la chica con la que crecí? Definitivamente algo cambió en ella y hasta ahora no me había dado cuenta.
26 de Abril.
Siento tanto frío que incluso bajo las cobijas puedo sentirlo calando entre mis huesos.
Trato de cubrirme pero incluso así no logro cobijarme de una manera en la que pueda entrar en calor.
"Deja de luchar."
Una dulce voz de mujer parece envolverme en un cálido abrazo.
"Debes de centrarte en aprender a hacerlo de una manera en la que ella pueda hacerlo."
Se de lo que está hablando y mis ojos empiezan a mojarse de lágrimas. No puedo hablar pero siento tal desesperación que no puedo controlarlo.
"Eres más fuerte, eres más inteligente. Tienes el don dulzura."
Los latidos de mi corazón se aceleran y puedo sentirme transpirar.
"Busca Alaia, está justo frente a tus ojos."
Su voz se va desvaneciendo como el que va yendo cuesta abajo por un camino.
"¡Y nunca lo olvides! No confíes en nadie... Hasta nuestra propia sombra nos abandona en la oscuridad."
Me siento en la cama sudando y con el corazón a mil. Las cobijas de mi cama están en el suelo mientras las ventanas de mi habitación están abiertas de par en par.
Salgo de mi cama con cuidado y sin dudarlo voy a cerrarlas, miro por la ventana y la Luna se ve tan brillante junto al lado. Corro las cortinas y con mis cobijas recuperadas vuelvo a la cama.
Son las 3:00 am, para este momento el sueño me ha abandonado y sin duda lágrimas recorren mis mejillas.
No se como hacer esto... Y cada vez me da más miedo, ¿porque a mi?
Puede que esta noche no soñara con Beth, pero esa voz viene de alguna parte y si apareció para decirmelo es porque sabe por lo que estoy pasando.
Cierro mis ojos y me acurruco en mi cama, entre mis tantos peluches de felpa donde después de unos minutos encuentro el calor que necesito y descanso.
¿El amanecer puede traer cosas buenas verdad?
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Los Sueños De Alaia
Fantasy"―Eres especial Alaia." A menudo escuchaba a mi abuela decirlo mientras crecía y siempre creí que la manera en la que siempre estaba tratando de ayudar a los demás, y metiéndome en problemas por ello, era la razón. Sin embargo hace unos días no pu...