25. Despedida

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Abro los ojos y cuando la niebla se disipa me asusto un poco... Estoy en el claro donde solía reunirme con Beth cuando estaba cautiva.

Sin embargo es extraño porque aún cuando es el mismo lugar, no hay esa oscuridad que se cernia sobre el claro y la luna ilumina todo con una belleza que sólo puede describirse como impresionante.

―Gracias por venir Alaia ―me doy la vuelta para ver a Leslie en bata del hospital.
―¿Leslie? ¿Que hacemos aquí?

Mira alrededor y parece algo perdida a la vez que se ve muy frágil.
―Este lugar me recuerda mucho a un momento de mi vida en el que estaba bien y pensaba de manera coherente. Sin embargo Nancy llegó para arruinar todo mi tratamiento.

La miro y no se que quiere que diga en realidad. Observo como se sienta con los pies cruzados en la cálida grama así que hago lo mismo dudando sobre que hacer realmente.

―Desde muy pequeña algo aquí ―se toca la cabeza― No estaba bien. Mis padres trataron de criarme con cuidado pero no era suficiente porque todo empeoró. No recuerdo mucho sobre mis años encerrada porque mi condición requería estar mucho tiempo medicada, cuando mejoré realmente llegó Nancy con sus cosas y al salir dejando de medicarme mi mente se volvió confusa.
―¿Porque me cuentas esto Leslie?

No responde por unos minutos y continúa.
―Todo lo que dijo parecía tan real, sin embargo era todo producto de su mente y la mía colisionando. Creo escenarios que se veían tan claros en mi mente que vive con ellos día y noche mientras planeaba "mi venganza".

Hay rabia en su voz e impotencia, aunque sin duda puedo ver que está lúcida de una manera que me sorprende.
―Fue todo obra suya y no me di cuenta hasta que realmente fue muy tarde. Un minuto estaba haciendo lo que mi mente había creado como la venganza perfecta y al otro estaba tirada en el piso semi inconsciente con una bala disparada por mi hermana.

Lágrimas caen de sus mejillas y siento pena por ella. Una víctima más.
―Escuché todo lo que dijo. ―se ahoga un poco― Me siento tan avergonzada. Nunca quise lastimar a tu novio, Beth, tu hermano o tu con intención.

Me mira a los ojos.
―Lo sé Leslie, entiendo lo que me dices y no creas que estoy juzgandote ahora mismo. Fuiste una víctima como todos nosotros del plan de Nancy.
―Ella también estaba enferma ―dice triste― Quizás si... Yo no hubiera llegado para captar toda la atención de mis padres las cosas serían diferentes.

Tomé sus manos en las mías y estaban muy frías. Su semblante se iba poniendo más pálido y su imagen se veía un poco borrosa y quizás algo brillante conforme hablaba.
―Todos te hemos perdonado y esperamos que te recuperes pronto.
―No puedo hacerlo, no puedo volver y pasar una vez más por años encerrada para quizás algún día llevar algún tipo de vida normal.

Se aleja de mi cálido tacto y puedo ver la paz en su mirada.
―Sé que me han perdonado. Cuando me vaya me iré tranquila pero antes necesito que hagas tres cosas por mi.
―Lo que necesites Leslie.

Quita de alrededor de su cuello un collar con un medallón.
―Esto es para mi sobrino. Entre la niebla de todo lo que pasó aún pude ver que el era normal e inocente ―lo coloca en mi cuello― Quiero que lo tenga para que recuerde una vez cuando fuimos felices sin culpa.
Asiento y toco el collar.
―Lo haré.

Toma mis manos.
―Dile a Cathy que fue mi única amiga real. Ella conoció una parte de mi real y quiero que lo sepa. Conversa con Alec y dile que gracias por sostenerme, nadie lo hubiera hecho mejor ―un nudo se forma en mi garganta.

Sus manos son cada vez más frías y su brillo se ha intensificado. Esta un poco sin aliento y su agarre es débil.
―Por último quiero que sigas siendo así de generosamente valiente, sin embargo mira más a tu alrededor y asegúrate de cuidar a quiénes cubren tu espalda.

Suelta mis manos, quiero detenerla pero niega con la cabeza cuando todo lo que puedo ver en su mirada es paz. Sus pasos se alejan de mi mientras de pronto se convierte en una luz cegadora y todo queda en silencio.

Siento una brisa fresca y una paloma blanca sale de la copa de un árbol con dirección a la luz de la Luna.

El final de su aventura... En sus propios términos.

Mis sueños siendo su lienzo.

Los Sueños De AlaiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora