26 de Abril.
Me había levantado con un tremendo dolor de cabeza, toda esta situación me tenía muy desconcertada. Eran muchas cosas a la vez y no me sentía con ánimos de hacer nada.
Así que como si fuera un día normal pasé el día con mis padres y luego junto a Alec navegamos un poquito en el lago, el sabía cuanto necesitaba esto.
Joey me había mensajeado todo el día pero entendía que necesitaba un poco de espacio porque todo esto era raro. No le había contado nada a nadie sobre el sueño que tuve esta madrugada.
No había hablado con Cathy después de nuestro disgusto ayer, y es que no comprendía lo que le pasaba, pero sin duda tampoco lo haría si los secretos seguían sobre nuestras cabezas.
Al volver a casa nuestros padres ya tenían la cena lista y disfrutamos del postre favorito de mi madre, además de ser el único que sabía hacer, quesillo. Fue una cena como cualquier cosa en casa y eso me hizo sentir en paz.
¿Qué haces?
Trataré de arreglar el desorden que hay en mi habitación y tu?
Le contesté a Joey mientras subía las escaleras. Estaba hecha un desastre y era porque los últimos días no había organizado mucho.
¿Desorden? Desde cuando tu habitación está de esa manera.
El me conocía muy bien. Tomé fotos del desastre que había y se las envíe.
Desde que tu novia se ha vuelto más rara de lo que parece ser.
No obtuve otra respuesta rápida así que coloqué el celular en sonido y me dispuse a tirar todos los peluches que habitaban en mi casa al piso junto a las sábanas y la colcha.
Eran muchos peluches de felpa, de diferentes colores, tamaños, animales y sin duda también significado porque eran regalos de familiares o de Joey por diferentes ocasiones.
Creo que ese era uno de los aspectos en los que era una adolescente. Si mirabas en mi habitación todo era normal y en tonos claros, mi cama era todo un poema.
En el momento en el que estoy colocando los peluches, luego de arreglar las sábanas y la colcha, noto que uno de mis muñecos favoritos y con el que duermo abrazada tiene algo alrededor de su cuello.
Termino de recogerlos todos y colocarlos en sus respectivos lugares, como la niñita que fui mi favorito tiene nombre, Daniel fue un regalo de mi padre cuando tenía sólo seis años así que es el que tiene más años adornando mi cama.
Te preguntaras, ¿a tus 22 años no te da pena? ¿Qué dice tu novio? Normal. Al comienzo de nuestra relación era extraño para el estar en mi cama pero sin duda siempre le gustó Daniel porque es un peluche enorme y de color blanco así que este solía tomarlo de almohada.
¿El resultado? Huele al perfume que usa y es lo que por las noches cuando tengo un mal sueño me hace sentir segura.
Llevo a Daniel conmigo al alfeizar de mi ventana para examinarlo... ¡Vaya sorpresa! Un fino lazito rojo está alrededor del cuello y este sostiene un pequeño dije parecido al que le colocan a los bebés cuando nacen para alejar el mal de ojo.
Toda mi piel se pone de gallina y me pregunto como llegó eso allí... Examino el objeto y hay una inscripción en la cinta roja hecha con algún marcador fino "Beth".
Abrazo el peluche y lágrimas nerviosas caen de mis ojos, ¿a esto se refería la mujer de mis sueños? No sabía exactamente que tiempo tendría este objeto aquí pero sin duda era mi conexión con Bethany... ¿Qué tendría ella mío para lograrlo?
ESTÁS LEYENDO
Los Sueños De Alaia
Fantasy"―Eres especial Alaia." A menudo escuchaba a mi abuela decirlo mientras crecía y siempre creí que la manera en la que siempre estaba tratando de ayudar a los demás, y metiéndome en problemas por ello, era la razón. Sin embargo hace unos días no pu...