14. No soy como tú

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Cathy.

Después del mensaje de Leslie estoy en blanco, miles de pensamientos corren en mi mente y mis manos sudan.

―No puede ser...

Ambas nos miramos temblorosas y veo como Alaia respira y veo la resolución instalarse en su mirada.

―Contesta el mensaje.
―¡Estas loca! ―susurro medio gritando― Estas diciendo que tengo que ir allí y hacer lo que sea que esa chica quiera aún creyendo que ella está detrás de todo esto.

Se ve indecisa y la veo mirar la hora en su reloj de pulsera.
―Dejé a Joey con las niñas Beck así que no debería tardar y volver para cuando llegue Beck a casa.
―No puedo ir allí sola Alaia, no ahora.

Mis manos aún no han dejado de temblar y no me gustaría meterme en problemas, menos con las sospechas en mi cabeza.

Alaia me toma de los hombros con fuerza, aunque no la suficiente para hacerme daño, mientras me mira fijamente.

―Vas a ir allí como lo haz estado haciendo desde un principio, entonces vas a observar cualquier detalle que antes haya pasado desapercibido a tus ojos.

Trago saliva mientras mis ojos se humedecen un poco.
―¿Qué tal si es ella y descubre que vamos tras ella mientras la Policía parece ignorarla?
―Harás lo que sea necesario pero ahora mismo eres la más cercana a ella y es la pista por la que podemos ir detrás.
―¡No puedo hacerlo! No soy como tú.

―¿Que diablos quiere decir eso Cathy? ―parece un poco enojada cuando lo dice.
―Tu eres toda esta energía que fluye metiéndose en problemas y saliendo de ella.
―¿Recuerdas cuando se perdió el gato de Miss Juls? ¿Quién se embarcó en esa aventura como si fuera un caso de CSI?
―Esto es muy diferente Alaia, ese era un gato viejo que estaba enfermo y teníamos 10 años de edad. Estamos en el mundo real ahora.

Respiro hondo y mi mente se ha calmado lo suficiente para que mis manos no estén temblando como gelatina.

―Es cierto ―está de acuerdo― Este es el mundo real y en el hay una persona que está detrás de un mal plan para mantener alejada a una pequeña niña de sus padres.
―¿Crees que no lo sé? No soy estúpida, pero está vez no se como hacer todo esto... ¿Qué hago si en verdad es ella?

Me mira y asiente.
―Ve allí y saca toda la información que puede servir para parar todo esto... Sin embargo no vamos a hacernos los héroes, está noche te espero en mi casa para con los chicos ver que haremos si nuestra teoría se confirma.

Sus palabras suenan como la orden que daría un general a su Ejército pero puedo escuchar la ansiedad en su voz.

Tomo mi celular y con dedos firmes escribo el corto mensaje en respuesta.

Estaré ahí en unos minutos, debo terminar de organizar algo para mostrarte hoy.

No se me ocurre nada en realidad pero al final necesito algo de tiempo para reordenar mis pensamientos.

―¿Estas bien? Parece que vas a vomitar.
―Estoy bien, sólo necesito unos minutos para organizarme.

Me mira unos segundos y sus manos toman las mías llenandolas de calor.
―Eres mi mejor amiga de toda la vida y no hay una persona más fuerte que tu Cathy, quizás no te des cuenta de muchas cosas pero hasta Noel con su carácter controlador anda detrás de ti aunque quiera fingir que no es así.
―¡Eso no es verdad!

Empieza a reírse y la sigo mientras la tensión abandona nuestro cuerpo.
―De todo lo que te dije lo más importante fue Noel... ¿Cuanto más piensan esperar para hacer algo con esa tensión que cada día se hace más grande y todos lo notan?

Suspiro y me encojo de hombros.
―Ahora mismo no es el momento de hablar sobre Noel o cualquier otra cosa ―Hago una pausa dramática mientras me organizo― Necesito ir allí y salir con vida de esta misión.

Alaia asiente.
―¿Crees que sea muy peligrosa?
―A juzgar por lo que le he enseñado ella es toda una enfermera en este punto... No sé que pensar de todo esto. Por un lado también me hiere saber que me ha estado utilizando todo este tiempo.
―Aún no saquemos conclusiones apresuradas y salgamos de dudas.

Ambas nos recomponemos y me levanto. Han sido unos minutos bastante intensos.

―Dices que necesito ir allí y buscar algo que nos diga donde estamos parados y que necesitamos desde aquí para terminar todo esto.

Alaia pasa los siguientes 5 minutos contandome todos los detalles que ha conseguido más el sueño con Beth que finalmente es lo que nos acercó a donde estamos ahora.

Todo esto es muy confuso para mi a este punto y trato de mantener todo junto, son muchos detalles y me armo de valor para enfrentar esto.

―¿Estarás bien allí sola?
―Lo estaré, trataré de buscar los detalles que confirmen lo que creemos y desde ahí veremos.

Recojo mi bolso y el kit junto a mi.
―Antes de que te vayas quiero que me prometas algo... Sin importar lo que pase allí adentro no actues extraño, piensa en que Beth te necesita para ir con sus padres.

Asiento mientras me armo de valor y coloco la imagen de la pequeña junto a su familia.
―Otra cosa... ―Alaia parece incómoda de pronto― No puedes decirle o darle a demostrar que estamos reconciliadas. Ese día que la vi no pareció complacida de verme y quizás sospeche de mi.
―Ella no... ―hago silencio de pronto y la miro― Tienes razón, tu no le agradas en lo más mínimo y está más animada desde que estamos peleadas.
―¿Ella sabe algo de mis sueños?

Niego con la cabeza.
―Jamás diría algo tan serio como esto a cualquiera. Además ella sabe que no sabías lo de mi enfermedad y cree que es por esto que estamos así.

Me abraza y siento que todo vuelve a su lugar al instante. La abrazo de vuelta.

―Ve a allí Sherlock.

Me da una palmada en el trasero mientras me doy la vuelta.

Con un único propósito termino de salir de casa dejando a Alaia en el porche.

No sé quien eres Leslie, pero si nuestras sospechas son ciertas... Beth estará pronto junto a sus padres.

Los Sueños De AlaiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora