La luz cegadora del sol inunda mi visión y por un momento parezco estar en un limbo.
De pronto recuerdo a Leslie.
―¡Leslie! ―me responde el silencio y observo como frente a mi se posa un hermoso campo de florecillas rosadas, moradas y blancas.Mi cabeza gira de repente cuando escucho una dulce y tierna risa. El sonido es muy nítido y corro hasta el por el campo.
El olor de las flores es perfecto pero mientras me acerco a la risa de la niña las flores desaparecen a mi alrededor.
―¿Alaia eres tu? ¿Haz venido a visitarme?
Mis ojos se llenan de lágrimas cuando la veo recogiendo flores con una hermosa sonrisa en la cara y un vestido de bailarina.
―Ven aquí pequeña ―corre riendo y me da un cálido abrazo, por un minuto pensé que estaría fría― ¿Qué hacemos aquí? ¿Porque no vamos a casa?Se separa de mi y su mirada cálida se vuelve triste.
―¿No lo ves? Aquí no hay dolor. Todo es cálido, puedo correr todo lo que quiera. Además hay muchas flores y a nani le gusta hacer galletas.
―Todos luchamos por ti. No puedes quedarte aquí.Empieza a alejarse de mi y mi corazón se rompe.
―La bruja no está Bethany. La hemos vencido.
―Siempre habrá una bruja fuera para hacerme daño.
―No es así...Niego con la cabeza y puedo ver como aún está en una niebla que no termina de disiparse a su alrededor.
―Desde que pude asimilar lo que pasaba contigo no dejé de buscar la manera de ayudarte, mucha gente arriesgó su vida por ti.
―No quiero irme.Mi corazón se rompe pero una nueva determinación se asienta en mi.
―Dame la mano y déjame mostrarte. Si aún después de eso quieres quedarte, iré a casa sola.Asiente y coloca su cálida mano en la mía. Ambas cerramos los ojos y me deja guiarla.
Una cálida brisa nos arrastra y me encuentro en casa. Subimos las escaleras y entramos en la habitación de Alec. Está dormido en su cama y sonrío.
―Este es mi hermano mayor. Desde pequeño ha estado cuidando de mi y cuando le conté sobre ti nunca dudó de mi. Fue el primero en darme su apoyo y entró en el sistema para descubrir a Leslie y su hermana.Vamos a mi habitación donde puedo verme dormida en los brazos de Joey.
―Este es mi novio. Es el hombre con el que voy a casarme algún día. Cubre mi espalda y cree en mi como creo en él. Fue conmigo por el bosque en tu búsqueda.Cierro los ojos y cuando los abro estamos en la casa de Cathy. Ella y Noel están en el ático echados sobre un sofá mientras ven álbumes de fotos y se ríen.
―Ellos dos son mis amigos. Fueron en búsqueda de tus padres y la Policía para llegar hasta nosotros como refuerzos. Como hermanos lucharon en tu búsqueda y sólo quieren que estés bien.Nuestra última parada es el hospital.
En la sala de espesa estan sus padres. Elisabeth llora mientras su esposo la sostiene.
―¿Recuerdas a tus padres? Todo lo que necesitan es que despiertes. De nada les sirve tenerte de vuelta si no despiertas.Camino con ella y aunque está renuente al principio entramos a su habitación. Ya no está conectada a máquinas porque en cualquier momento podría despertar.
―Esta eres tu. Todos estamos a la espera de que decidas venir a nosotros.Sus ojos están llenos de lágrimas y todo se desvanece para volver a encontrarnos en el prado con las flores.
―¡Abuela! ―Beth corre hacia una señora debajo de un árbol. La señora sonríe y la abraza mientras le susurra al oído.
Me quedo allí parada sin saber que hacer hasta que la señora se acerca a mi.
―Tienes un don, sin embargo, si lo consideras una traba para tu vida bien puedo retirarlo.
―¿Sólo así de fácil?
―Si lo rechazas ahora lo tendrá uno de tus hijos para pasárselo a uno de sus nietos. La decisión está en tus manos.Miro a Beth seguir recogiendo flores.
―Me quedo con el, siempre y cuando Beth regrese conmigo. ―respiro hondo― De nada habrá válido sacrificar a mi familia y amigos si sus padres pierden su luz.Sonríe a sabiendas.
―Mi intención no es que se quede... Pero tienes razón, Beth debe volver con sus padres para ser una buena hermana mayor.
Asiente hacia la niña y esta la abraza por última vez.
―Cuando despierte no recordará nada. Dejen que siga su proceso hasta descubrir el poder que tiene dentro de ella.Asiento y tomó la mano de Beth para empezar a caminar por el camino.
―¡Una última cosa Alaia! ―miro sobre mi hombro― Jazmín.
―¿Que?No puedo entender lo que me dice.
―"Será bella como la flor que lleva su nombre".Gesticulo un gracias mientras el entendimiento llega a mi mente.
Un don que pasa de generación en generación.
Miro a Beth.
―¿Lista para volver a casa?Sonríe feliz y cierro los ojos. Vale la pena cada segundo si al final del día estamos justo donde debemos estar.
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Los Sueños De Alaia
Fantasy"―Eres especial Alaia." A menudo escuchaba a mi abuela decirlo mientras crecía y siempre creí que la manera en la que siempre estaba tratando de ayudar a los demás, y metiéndome en problemas por ello, era la razón. Sin embargo hace unos días no pu...