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Angela colgó el teléfono.

Odio decirlo pero esa turra lo que quiere es acabar conmigo pero juro que no voy a parar hasta que la vea morir y si es posible, yo mismo me encargaré de matarla.

No le dejo de dar mente a lo que sucedió recién, hace rato estaba calmado porque había escuchado la voz de Amaya, pero esta Angela es capaz de hacerle cualquier cosa y eso me preocupa.

Me echo en la cama, siguiendo preocupado. Pasé toda la noche despierto, no pude pegar un solo ojo ni siquiera para descansar.

Ya a las 6 de la mañana estaba fuera de la cama, no tenía ánimo de nada, hasta sentía un poco de fiebre pero eso no va a impedir que quiera buscarla a Amaya.

Me pongo una ropa cómoda, una de hacer ejercicios para ser exacto.

Camino un poco, donde anoche habíamos derrumbado el muro estaba repletos de policías. Decidí alejarme de ahí para no levantar más sospechas.

Seguí recorriendo la ciudad, había comprado ropa de bebés, para un varón, estaba emocionado y a la vez triste, no sabía si era varón pero tenía ese instinto y un instinto de padre nunca falla.

Volví a la casa, pasé toda la tarde arriba de la casa, tratando de buscarle algún sentido a mi vida desde que Amaya me fue arrebatada.

Bajé cuando empezó a atardecer, quería echarme un poco de agua, a ver si comía algo y podía descansar un poco.

— ¡Hola Richard!— Sabaneth venía corriendo encima de mí. Traía un vestido rosa puesto y estaba totalmente cargada de maquillaje, de esos que ves en Internet—. Ya estaba ansiosa de que llegara este momento.

— Sabaneth, perdona pero no estoy de muy buen humor que digamos, así que si me permites me gustaría recostarme un poco a ver si puedo dormir algo— le digo, siento que fui muy duro con ella pero no tengo ganas de nada, la verdad.

— Richard, yo te puedo acompañar, yo quiero ser esa amiga que te brinda su hombro y puedas llorar ahí todo lo que quieras, Richi— seguía estando de fastidiosa.

— Está bien, pasa— le invito a pasar, no tenía ganas de hablar con nadie y mucho menos con ella, pero me vive siguiendo todo el tiempo y tengo miedo a que quede lastimada.

— Perdona en que insista tanta para quedarme aquí contigo— se sienta en el sofá—. Lo que pasa es que me quería sacar la duda Richard, y te investigué como buena periodista que soy, de esas que le sacan información a la gente de una forma muy creativa, el periodismo.

— ¿No qué estabas estudiando medicina?— me siento en el sofá quedando frente a frente con ella.

— Es solo un decir— se pone nerviosa.

— ¿Para qué me estabas investigando Sabaneth?— le pregunto.

— Lo que pasa es que los dos desconfiamos, tú desconfías de mí, lo sé y aunque seas un artista famoso, hay cosas que las fans no sabemos de ti y yo quería saber eso de ti que tanto ocultas.

— Yo no estoy ocultando nada, dejate de joder.

— Que feo Richard hablarle a una persona así– me mira cínicamente—. Investigué y descubrí que sí tenías una novia, era una delincuente.

— No creo que esto sea de tu incumbencia Sabaneth— le digo, ya estaba enojado, esta tipa se estaba metiendo demasiado en mi vida privada.

— Lo es, porque quiero protegerte. Según investigaciones tu novia era una narcotraficante y seguías estando con ella, nadie sabe si por amor o por lástima. Ella fue secuestrada y está muerta Richard. Ya entiendo porqué no quieres intentar algo más con nadie, es que aún tienes su recuerdo en tu mente, pero no te rindas Richard, yo siempre voy a estar aquí para lo que necesites y de a poco la vas a ir olvidando, porque de nada sirve permanecer aferrado a una muerta.

— Eres tan imbécil y disculpame la palabra, pero a ti yo no te di permiso para que te metieras en mi vida y vengas a decirme que olvide a mi novia porque según tú está muerta pero yo sé que está viva.

— Primero tienes que dejar de ser tan pendejo y darte cuenta de que está muerta, el primer paso es la aceptación, y yo quiero que aceptes es que murió y te olvides de ella para siempre.

— No tienes el derecho de decirme que la olvide, no tienes el maldito derecho— le grito—. ¿Por qué me estás haciendo todo esto?

— Porque no quiero que otra chica ocupe un lugar en tu corazón Richard, quiero que solamente me mires a mí porque yo si te voy a amar.

— ¿Te estás escuchando? Estás diciendo una estupidez.

— Estupidez es lo que hago por amor Richard, porque yo estoy enamorada de ti.

Criminal |Richard Camacho| (2MO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora