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— Amaya está loca por matarnos—  Bryan viene detrás de mí—. Estoy llegando a pensar que en par de minutos viene a decirnos que se cancela la boda.

— ¡Cállate!— me giro rápidamente y lo tomo por el cuello—. Si eso llega a suceder te mato.

— Richard, Richard— se ríe en entre dientes—. ¿Se te olvida quién soy y qué soy capaz de hacer?— vuelve a reír y le suelto del cuello—. Yo ahora estoy calmado Richard, no busques que te saque la navaja de nuevo.

— Olvida lo que sucedió— le sacudo el saco.

— Claro Richard— dijo en tono francés y sonriendo—. Vamos a quitarnos esto antes de que Amaya diga que no te ama.

Me quedo mirándolo, ¡cuánto le gusta provocarme! Pero me quedaré tranquilo, estoy seguro de que Amaya sí quiere casarse conmigo.

Entramos a la casa para ducharnos de vuelta. Nos apuramos mucho porque sabía que si me demoraba un minuto más iba a ver al diablo en Amaya y se iba a pudrir todo.

— Mi querido amigo se va a casar— Christopher entra a mí habitación aplaudiendo—. Digo, si es que eres mi amigo.

— Ven para acá amigo— lo abrazo rápidamente pero él no me responde al abrazo.

— ¿Crees que estoy contento con que nos hayas abandonado?— por su expresión se notaba que aún seguía molesto.

— Saben bien por lo que tuve que pasar— le digo—, para mí no fue fácil que hayan secuestrado a mí novia, no iba a estar simulando estar bien por fuera y mal por dentro; de verdad perdóname Christopher y espero que los demás me perdonen también. Yo amo la música, amo cantar, pero también amo a Amaya, y ella no era la única que estaba corriendo peligro, también nuestro hijo.

— De verdad que tienes un gran corazón Richard— me abraza—. Yo en tu lugar no sé si haría lo mismo, sacrificar tu carrera por tu familia, es un sacrificio muy lindo y lo valoro, por eso en nombre de todos te perdonamos.

— Son los mejores, sin duda— vuelvo a abrazarlo—. Me gustaría prepararle una sorpresa a Amaya, y quiero que ustedes sean parte de ella.

— Como digas Richard— Christopher empieza con la corbata que aún no me ponía—. Tu mandas hoy.

— ¿Quién dijo?— entra Zabdiel junto a los demás—. ¿Qué pasó Christopher? ¿Ya este traidor te convenció tan rápido?

— No soy ningún traidor— le pego con la correa en el trasero—. Quiero que me entiendan Zabdiel, Joel, Erick; mi mujer estaba secuestrada con un embarazo de por medio, iba a volverme loco. En ese estado no podía estar en la banda.

— Yo entiendo— Erick me abraza—. Estábamos muy enojados contigo hasta que nos llegó la invitación de boda.

— Si no nos hubieras invitado estaríamos aún más molesto— dice Joel tratando de hablar con una voz más ronca.

— Los hice porque nunca los dejé de considerar mis amigos, aunque no me comunicaba por ustedes por estar pendiente a Amaya— les digo.

— Y sirvió, porque no te estuvieras casando con ella— Zabdiel hace un bailecito con la cadera—. ¡Así que a casarnos!

— Richard— Matt entra para avisarme—, Amaya te espera.

— Ya estoy listo— me coloco la corbata lo más rápido posible.

Los chicos salieron a tomar asiento en el jardín de la casa, quien Gema con ayuda de Belén habían decorado.

Bryan se fue a sentar junto a su hermana y Matt fue a buscar a Amaya.

Tenía que entrar de primero en compañía de Belén. Estaba nervioso totalmente al escuchar la música que indicaba que debía entrar. Era totalmente una boda sencillo, solo en compañía de mis amigos Zabdiel, Joel, Christopher y Erick; Gema con la bebé y  Bryan O'Neal el francés insensible; Sebastián, Matt y Belén, las personas más cercanas, las más importantes en nuestras vidas.

Belén me deja en el altar dejándome un abrazo y beso en la frente.

— Cuídala— me susurra—. Confío en ti.

— Te lo prometo— le doy un beso en la mejilla.

Me quedo aún más nervioso al ver como todos me miraban y Zabdiel y Christopher se reían de mí.

La música volvió a sonar, esta vez para entrar la novia. Amaya venía con Matt, hermosa. Estaba totalmente bella, con ese vestido corto blanco y su pancita. Ella me miraba feliz aunque habían veces que me miraba decepcionada.

Matt me la entrega y solo me señala su pistola, entendí perfectamente sus amenazas y buenos deseos. Luego le da un beso a Amaya y le susurra algo al oído que no pude escuchar, ella sólo se explotó de la risa.

Tomo a Amaya para proseguir con el casamiento y es ahí cuando me doy cuenta que no había nadie para que nos casara.

— Lo siento— se levanta Bryan de su asiento—. Se me olvidaba que era yo quién tenía esa responsabilidad, tengo licencia para casar.

Bryan llega corriendo al altar.

— ¡Buenas tardes a todos!— saluda—. Soy un hombre poco hablar en bodas, sé que en lo único que piensan los novios es en el beso y lo que vendrá después, así que yo soy un hombre que cumple eso.

— Sí habla rápido que quiero besarlo— Amaya le dice desesperada.

— Ya lo sé— le guiña el ojo—. Bueno, Amaya ¿te quiere casar con este hombre?— me señala.

— Sí— me mira emocionada.

— Aún no comprendo qué le viste— rueda los ojos.

— Cállate, es mi boda— le reprendo.

— Lo sé, ¿acaso me estás tomando por tarado?— me amenaza con el lapicero.

— A veces he pensando que lo eres— le respondo entre risas.

— ¡Amaya te lo voy a matar!

— ¡SE CAYAN CARAJO! ¡ME QUIERO CASAR!— Amaya grita.

— Ok, ok— Bryan sigue enojado—. Richard, ¿aceptas al bombonazo de Amaya como tu esposa?

— Acepto.

— Entonces, no le paren y besense— Bryan me guiña el ojo.

Tomo a Amaya de la cintura y beso a mí mujer.

— Te amo— le digo.

— Y yo a ti Richi— me sonríe y me toma las manos y la lleva a su vientre. El bebé se estaba moviendo, sé que es felicidad.

Criminal |Richard Camacho| (2MO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora