No me importó la hora que era y salí con la camioneta a la casa de Matt. Sentía una impotencia, estaba dolido. Amaya estaba sufriendo ahí y yo aquí sin poder hacer nada por ella y eso me molestaba.
Hoy mismo planearé descubrir todo de una vez por todas.
— Matt— entro sin tocar la puerta.
— ¿Qué sucede Richard? Me asustaste— se coloca una toalla al rededor de su cintura—. ¿Qué hubieses hecho si estuviera en medio de un proceso con una chica?
— La sacaría sin pensarlo— me río.
— Que feo que eres Richard, si yo te hubiese encontrado con Amaya los dejo tranquilo, hasta les traigo champagne para que gocen la noche.
— Amaya y yo somos muy cuidadosos y sabemos elegir bien el lugar donde lo hacíamos. Nadie nunca nos encontró en el proceso, excepto una vieja que apagó mi fuego por dejar la puerta abierta.
— ¿No qué eran cuidadoso?
— Lo somos.
-¿Me vas a decir a qué viniste exactamente? Sé que para hablar de chicas no fue— se sirve un vaso de whisky.
— Quiero que mañana vayamos a la cafetería y nos quitemos la duda de una vez por todas.
— ¿Y cómo piensas hacer eso Richard? ¡Es imposible!
— Seremos pasivos, eso es una forma para poder ingresar sin tener que alterar a nadie.
— Esa idea está demente, pero me uno.
— Te espero mañana a las 10.
— Allí estaré.
Me fui a dormir, estaba muy cansado. Tuve bastante pesadillas, veía como Angela una chica con máscara mataba a Amaya y eso causó que no volviera a dormir más hasta que amaneció.
Me levanté temprano y me puse a limpiar la casa, estaba algo desordenada luego de que Amaya no estaba. Sabía que ella no limpiaba pero su presencia era suficiente para que la casa resplandeciera.
Fui a donde acordé con Matt para ir a terminar con todo esto.
— Oye Matt— le digo al teléfono—. ¿Dónde estás? No te veo en donde acordamos.
— Lo siento Richard pero no podré ir— responde decepcionado—. Se me presentó un problema en la fiscalía de un asesinato que cometí hace meses. Lo siento pero hoy no será. ¿Qué vas a hacer tú?
— Voy a ir detrás de las ruinas del muro a buscar información y luego te aviso Matt— le respondo.
— Me mantienes informado y si voy preso igual, ve a la cárcel y me cuentas, ¿de acuerdo?
— No hay problema Matt— sonrío. De alguna manera estaba nervioso por si él llegaba a ir preso, entonces quedaré totalmente solo y no soy tan capaz que digamos para rescatar a Amaya solo.
Sigo caminando por la calle que se encontraba totalmente solitaria para la hora que era supongo que ya todas las tiendas deberían estar abiertas.
Casi no le doy importancia a eso porque en estos momentos en lo único que quiero pensar es en Amaya.
A pocas esquinas veo a Sabaneth, tenía un maquillaje nocturno bien potente, un vestido y tacones rojos y llevaba una rosa roja en su pelo rizado.
— Richard— sostiene un ramo de rosas rojas—. Son para ti.
— ¿Qué es esto Sabaneth?— le dejo el ramo en las manos.
— Una forma de demostrarte mis más sinceras disculpas, de verdad no quise ser tan mala contigo a como lo fui anoche.
— Creo que estás mal de la cabeza Sabaneth. En primer lugar te ves bien ridícula vestida así a las 10 de la mañana y en segundo por más que vengas a pedirme perdón vestida como payasa o princesita de Disney no te voy a perdonar porque te metiste con Amaya y conmigo y eso es algo que no perdonaré jamás.
— Richard, no entiendo por qué eres tan cruel conmigo. Soy una humana al igual que tú, todos tendemos a equivocarnos y eso fue lo que me sucedió ayer, fui muy inútil al hablarte así de tu mujer.
— Me alegro que ya te hayas dado cuenta y si me disculpas, permiso— me alejo de ella.
— Solo dame una oportunidad, ¿sí?— me grita una vez le doy la vuelta.
— Creo que ya te lo dejé todo en claro— solo le respondo.
— Vamos a mi casa, me saco ésta ropa inadecuada y charlamos más tranquilos, ¿qué te parece?
— No quiero ir a ningún lado contigo entiendelo.
— Sí vendrás— me toma del brazo y me lleva obligado.
Pasamos por la ruina del muro y nos quedamos en frente de la cafetería.
— ¿Qué hacemos aquí?— no entiendo porqué me trajo aquí.
— Quiero que este sea el lugar Richard— me mira.
— ¿De qué lugar me estás hablando? ¿Estás loca? Aquí no hay nada— empiezo a hacerme el loco.
— Este es el lugar en el que quise estar todo este tiempo contigo— se acerca a mí.
— ¿Para qué?
— Amarte— ella acerca sus labios con los míos. Se quedó un rato observándome y siguió besándome. Estaba idiotizado por lo que no pude reaccionar con un no y le seguí el beso—. Hoy empezará una nueva vida para nosotros Richard.
— ¿De qué nueva vida hablas?
— Te presento mi casa— no había nada más por lo que supuse que se refería a la cafetería—. Sé que es una simple cafetería pero ahí vivo.
— Angela...— susurré.
— ¿Qué dijiste?
— ¿Eres Angela Stone?
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Criminal |Richard Camacho| (2MO)
FanfictionSegundo libro de Mi Objetivo. Amaya ha sido secuestrada por Angela Stone, una chica invisible. Richard está dispuesto a encontrarla sea como sea, incluso hasta convertirse en un criminal. Portada: Gozzlie.