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Subí a ducharme, quería quitarme toda esta sangre de encima y de pronto ver si me puedo quitar este gran peso que llevo por matar a alguien. No sabía que matar se sentía tan horrible. Es cierto que Angela nos hizo la vida imposible, pero fue muy tétrico lo que hice, que dudo que tenga perdón.

Salí de la ducha, luego de durar horas muertas ahí dentro pensando en lo que hice. Amaya estaba sentada sobre la cama esperando a que saliera.

— No te pongas así—  se levanta y me besa—. Sé que nunca pensaste matar a alguien en tu vida pero se dio. Y yo no quiero que pienses que eres un asesino y que te irá mal por eso. Yo solo quiero que pienses que te quitaste de encima a quien una vez nos quiso ver muerto a nosotros, a esta familia— me lleva la mano a su vientre, justo en el momento en el que el bebé estaba moviéndose.

— Tengo miedo— sentí como lágrimas caían sobre mi mejilla—. Tengo miedo de perderlos, de que yo algún día les falte.

— No pasará mi amor, yo siempre voy a estar, y si alguien quiere volver a separarnos no lo permitiré aunque tenga que exponer la vida de mí hijo— sentí como el bebé volvía a moverse y esta vez más fuerte.

— ¿Qué quiere decirnos el bebé?— sentí como si fueran pataditas, tenía miedo de que este muchacho ya quiera salir.

— El está diciendo que confía en ti, que no te preocupes porque nunca nos vas a fallar. Nosotros confiamos en ti, él bebé sabe que tiene padres asesinos, quien sabe si él algún día se dedica a eso también, lo que no podemos hacer el criar a nuestro hijo con un miedo profundo, hay que enseñarlo a ser valiente, y él quiere ser bien valiente como el papá.

— Me dejas un poco más tranquilo, pero no cuando dijiste que él pueda llegar a ser un asesino— se queda impactado.

— Sabes qué eso seguro no pasará— reí—. Nadie sabe a quien saldrá el niño, y no podemos cambiar su naturaleza.

— Ya él te escuchó, seguro crece con eso de que debe ser un asesino y antes del año ya es como Stewie el de Family Guy.

— No importa— reí como loca al escuchar las ocurrencias de Richard—. Además, una vez me dijiste que querías hijo delincuentes como yo, ¿por qué te asusta tanto tus deseos?

— Yo nunca dije eso loca.

— ¡No me digas loca!- le quito la toalla de alrededor de su cintura dejando descubierto su miembro—. Me hacía falta.

— ¿Quieres hacerlo?— me toma de la cintura y se apega más a mí.

— Es peligroso, el bebé quedará traumado.

— Al contrario, le viene bien que lo hagamos, y sí una vez lo hicimos con él ahí dentro, ¿por qué no podemos hacerlo ahora?

— Me da vergüenza hacerlo Richard, no quiero que el nene piense que soy ninfomana.

— Él no tiene porqué pensar eso— Richard empieza a besar mi cuello.

— Idiotas— Bryan abre la puerta y Richard se cubre rápidamente. Menos mal, tenía miedo de que mi hijo quedara con una frustración—. ¿No piensas ver a la bebé Richard?

— Sí, ya vamos— se pone los bóxer, pantalón y una franela.

Él bajó rápido, creo que la preocupación ya se le había quitado.

— ¡¿Dónde está la bebota de tío?!—  grita por toda la casa.

— Deja ya de gritar— Gema sale con la bebé en brazos, esta estaba bien inquieta, debió ser por los gritos de Richard.

— Hola preciosura—  toma a la bebé y se queda observándola—. Amaya, ¿permites que esta lindura sea la novia de nuestro hijo?

— Solo le llevará par de meses, por mí no hay problema— bromeo, pero sabía Richard se lo tomará muy en serio.

— ¿Y cómo se llama la reina?— pregunta Richard.

—Bueno— dice Gema—, con Bryan estuvimos pensando ponerle el nombre de un heroína, de una chica que ha sido bien fuerte y que se la ha jugado mucho por nosotros.

— Pensamos en ponerle Amaya— Bryan sonríe—. Pero para que no hayan tantas confusiones, decidimos ponerle Maya, es lo más parecido que encontramos a Amaya.

— ¡No!— me quedo emocionada—. Ha sido lo más lindo que me han regalado, ¡gracias!

— Es que eres una heroína, algún obsequio debimos hacerte— me abraza Gema.

— ¡Ay qué linda que eres!— me ha emocionado demasiado lo que estos dos han hecho, ha sido muy tierno—. Y bueno, ¿y quién se encargará de la bebé? O sea, ¿a quién tendrá como padre?

— Pues yo- dice Bryan—. ¿Quién mejor que yo? Nadie.

— Eres el tío no se vale— Gema le dice—. Creo que Amaya tiene razón, la beba necesita un padre y no sé a quien buscar.

– Yo me ofrezco a serlo— el gran héroe de Sebastián aparece, no sé en donde se había metido.

— ¿Sebastián?- lo observo, que gordo que está.

– ¿Quién es este?— Gema lo mira anonadada.

— Es o era no sé, mi mano derecha- le respondo.

— Lo soy señorita Amaya— responde firme—. Nunca la abandoné. Usted es mi familia y me gustaría que mi familia crezca, así que no estaría mal que adopte a esta nena y me haga cargo de ella.

— Me parece buena gente— Gema se encuentra confundida—. ¿Puedo confiar Amaya?

— Con los ojos cerrados— le aseguro—. Este es un buen hombre, no te abandona ni que lo mate.

— Bueno, bienvenido a la familia— Gema le pasa a la beba para que la vaya conociendo.

— No estoy de acuerdo— Bryan se queja.

— ¡Cállate chismoso!— Gema le tapa la boca.

— Bueno, tengo que decirles algo y así seguimos festejando, ¿qué dicen?—. Richard me mira de reojo.

— ¿Qué?— le digo bajito.

— Pues, Amaya y yo lo teníamos planeado para el sábado pero creo que mañana se dará—  me toma de las manos—. Mañana será nuestra tan esperada boda.

Me quedo mirándolo, ¿cuándo tomamos esa decisión? ¡Mátalo Dios!

— ¡¿En serio?!— todos se ponen a celebrar.

— Ya saben, mañana será el mejor día de nuestras vidas y esperemos y todavía no se nos arruine.

Richard se mira con Bryan y Matt. Estos tres están tramando algo y tengo que averiguar que es.

Criminal |Richard Camacho| (2MO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora