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— Esto nos va a servir de mucho Richard— Matt se pone contento—. Ahora sí vamos a tener fuerzas para luchar y encontrarla.

— No sabes la felicidad que tengo ahora Matt— no había parado de llorar—. Ahora sí me esforzaré para encontrarla y hay que derribar muro por muro, matar a todas las personas que nos impidan llegar a ella si es necesario.

— Oye, ¿qué te dijo?— Matt se siente intrigado.

— Que hay que derribar todo lo que hay detrás del muro— digo.

— ¡Eso es una señal Richard! Es obvio que es sospechoso que haya una cafetería en medio de la nada y justo en el lugar donde Amaya se encuentra, ese es el único lugar que está detrás del muro, ese lugar es que debemos derrumbar.

— Tengo miedo que nos equivoquemos, por eso es que necesitamos infiltrarnos de alguna manera para ver que oculta la parte de atrás o algún otro lugar oculto de la cafetería esa.

— No vamos a poder así Richard, hay que actuar sin pensarlo. Estoy bien seguro que Amaya está ahí, debe ser algún lugar donde tiene a algunas personas más y lo de la cafetería es un simple camuflaje.

— No dudo de que Amaya esté ahí, solo hay que ser bien cuidadosos. Yo voy a ver como nos infiltramos, solo dame tiempo.

— ¿A dónde vas?— Matt pregunta al ver que me dirijo a salir.

— Tengo un problemita que resolver— salgo de allí.

Voy caminando despacio hasta mi casa, por fin ya estaba contento, había escuchado la voz de mi amada, y no hay otra cosa que me ponga más feliz que saber que está viva y que pronto la encontraré.

Llego a mi casa, sentada en la escalera de la entrada estaba Sabaneth.

— ¿Qué haces aquí y a ésta hora?— le pregunto.

— Me quedé algo preocupada por lo que pasó hace un rato— dice cabizbaja—. Quedamos en salir mañana ¿no te molesta?

— Cl-claro— no me acordaba que le prometí una salida a ésta chica—. Oye, olvida lo que pasó hace un rato, esta preocupado, se me presentó un problema y tuve que salir rápido.

— Descuida— se queda cabizbaja.

— Es muy tarde, ¿no crees? Seguro debes de tener sueño y algo cansada por esperarme aquí.

— Me siento muy mal por lo que pasó y aunque me hayas dicho que lo olvide va a ser imposible, soy una persona muy sensible, y en ti Richard he encontrado algo más que un amigo y no quiero perderte.

— Sabaneth, yo siempre voy a aquí para lo que necesites, así que no te preocupes, para todo lo que necesites siempre estaré aquí.

— ¿Cómo un qué?— se queda observandome.

— Un amigo supongo— le digo sin pensar, no sé con cuales otras intenciones está esta chica.

— ¿Qué hay con tu novia?— se pone furiosa.

— ¿Hay algún problema con ella?— sigo sin entenderla.

— Desde que te conocí no me la haz presentado, te pregunto por ella y te pones nervioso y parece mentira lo que dices, como si en verdad no tuvieras novia, ¿es que tienes miedo sentir algo por mí que inventas que tienes novia?

— No invento lo de mi novia, sí tengo una, estamos esperando un hijo juntos. No siento nada por ti y tengo ya una novia como para estar fijándome en otra que no sea ella.

— Ok ya entiendo, no soy tu estilo al parecer, ¿me vez muy fea o qué?

— Eres excelente Sabaneth, con lo poco que te conozco eres una chica muy, muy buena pero eres tan impertinente, ocultas demasiadas cosas y si quieres ser mi amiga siendo así mejor preferiría que no te molestaras en buscarme.

— Ya entiendo— se levanta—. Soy poca cosa para ti, ya veo.

— ¡Sabaneth! ¡Sabaneth!— la chica se fue furiosa, no entiendo qué es lo que quiere ni a dónde quiere llegar.

Entro a la casa, me doy una ducha y me echo en la cama, lo que más extraño en estos momentos es tener a Amaya a mi lado, acariciarla, verla enojar por nada, jugar con ella, besarla, hacerle mimos a ella y a la pancita. Si Amaya supiera lo mucho que la amo, y aunque sea un torpe pero estoy haciendo el esfuerzo por encontrarla.

Suena el celular, era el número por el que recibí el llamado de Amaya.

— ¿Amaya?— tomo el teléfono.

— ¿Amaya, yo?— escucho a una voz diferente a la de Amaya.

— ¿Quién eres?

— Angela Stone me presento— se ríe—. No sabes las ganas que tenía de que hablaras conmigo siendo Angela.

— ¿A qué te refieres idiota?

— Richard, me enteré que Amaya habló contigo. Estoy bastante despistada que dejo los celulares dónde sea y aveces se me olvida inyectar a Amaya para que se quede catatónica— bufó.

— No sabes lo que odio Angela, eres el diablo, te odio imbécil— le grito.

— Ya sé que me odias, y yo siempre detrás de ti, por estar detrás de ti Richard es que he estado boba en los últimos días, yo sé tú jugada mi amor.

— Devuelveme a Amaya.

— Para eso tienes que venir a buscarla, y yo no dejaré que aquí pongas un pie. Yo solo te llamo para advertirte, no me gustó lo que le hiciste a mi muro, así que cuidado, otro paso más y a Amaya le inyecto veneno, tú decides— cuelga.

Criminal |Richard Camacho| (2MO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora