–Buenos días bellas damas.-saludó un hombre bajito al frente de ellas.–Buenos días.-saludaron Casi todas al unísono.
El hombre sacó una pequeña libreta y miró a todas.
–Yo quiero una taza de café y un sándwich.-Ally fue la primera en pedir.
–Yo quiero una ensalada de frutas,con bastante plátano por favor.-dijo la castaña seguidamente después de Ally.
Y así todas fueron pidiendo en orden,el lugar era muy concurrido,la castaña y su madre habían ido unas cuantas veces allí cuando aún vivía con ella,bueno ahora estaba de vuelta y regresaban al mismo lugar después de mucho tiempo.
La castaña sentía que podía comer todo lo que le pusiesen al frente,si de por si antes ya comía bastante,ahora con mayor razón.
Su estómago rugió por dentro, automáticamente ella llevó su mano derecha sobre este,la ojiverde al escucharlo se levantó de la mesa y fue en busca del hombre que las había atendido.
Una Lauren sonriente volvía con un tazón blanco entre sus manos,sacó el cubierto de su bolsillo trasero y lo puso en frente de la castaña.
Estaba por llevar un bocado de ensalada a su boca,cuando su teléfono empezó a sonar.
Buscó rápidamente dentro de su bolso,al encontrarlo tomó el aparato y contestó.
–¿Hola?.-Preguntó suavemente.
–hasta que por fin te dignas a contestar.-habló el hombre al otro lado de la línea.
La morena se quedó en silencio por un momento, tratando de recordar esa voz.
–¿Shawn?.-dijo la morena casi en un susurro.
–Si Camila,soy yo,acaso no pensabas en contestarme el teléfono?.-se escuchaba algo molesto.
–Oh lo siento, estos días he estado muy ocupada.-contestó la joven, ante la atenta mirada de Lauren.
–¿Días Camila?.-preguntó algo exasperado.-.. Llevas un mes y dos semanas..bueno siguiendo tres..-se corrigió.