–¡Mami,Mami!.-llamó Maddy a su madre,quién aún dormía a su lado.Al no recibir respuesta por parte de la chica ojiverde,se volvió a acostar,pero esta vez al lado de la castaña y empezó a llamarla en voz baja.
–¿Tía Mila?.-llamó la pequeña ojiverde poniendo el dedo índice en la frente de Camila.
La chica latina poco a poco abrió los ojos,se sentía tan cansada,pero al ver los ojitos brillosos de Madison,sonrió.
–¿Que pasa cariño?.-le preguntó la castaña con una voz ronca.
–Mami Lau no despierta,Tía Mila.-respondió la pequeña sin dejar de verla.
Camila debía acostumbrarse al hecho de que Maddy la llamara Tía,porque eso era ella,para la hija de su prometida y no había nada para cambiarlo y si pudiera,no lo haría,esa pequeña tenía una madre y ella estaba decidida a amarla y a cuidarla cómo si fuera suya,tal cómo se lo había prometido a Lucy,quien por cierto cada día empeoraba a causa del cáncer de Mama.
–Mami está muy cansada, princesa.-comentó la castaña mirando a su prometida quien dormía plácidamente a su lado.
Casi no habían dormido aquella noche,ya que se quedaron conversando hasta muy tarde,empezando desde el dibujo hasta terminar en su madre,en lo mal que ésta había tomado el hecho de que se iban a casar,eso era lo que creían ellas.
Camila estiró los brazos y suspiró,se quitó las sábanas que estaban sobre ella,Maddy también se levantó al ver que la castaña lo hacía y se sentó a un lado de la cama.
La chica latina dirigió su mirada a la madre de su hija y ver dormir a la ojiverde abrazada a una almohada,cómo si su vida dependiera de ella,era la escena que deseaba ver cada mañana al despertar.
–Quiero ir al baño tía Mila.-Dijo Madison bajando la cabecita.
No es que Madison no pudiera ir sola al baño,a decir verdad ya lo había intentando.
–No puedo abrir la puerta del baño.-Terminó la pequeña.
En ese momento la castaña se bajó de la cama y buscó sus zapatos,una vez que los encontró,empezó a ponérselos rápidamente.
–Soy muy rápida.-mencionó a castaña mientras se ponía los zapatos.
–¿Cómo Flash?.-le preguntó Maddy con cierta curiosidad,la castaña no tenía ni idea quien era o que era eso.
–Sí,eso.-respondió la castaña con media sonrisa.
–Yo también soy muy rápida.-le aseguró a la chica de ojos cafés.
–Estoy segura que sí Cariño.-afirmó la castaña.
–Ven aquí.-la llamó y le hizo una señal con la mano,para que se acercara.
La pequeña obedeció,una vez que estuvo a su lado,la castaña le puso los zapatos.Y luego fueron al baño,pero éste estaba cerrado.
–¿A dónde van?.-preguntó la ojiverde,sorprendiendo a ambas.
–!Dios,Lauren!.-la castaña llevó su mano al pecho.
–Lo siento,no quería asustarlas.-se disculpó.
–Yo no me asusté Mami, yo soy muy valiente.-comentó Maddy,mientras movía su cuerpo,cómo si tratara de contener algo. Y sino la llevaban pronto al baño,definitivamente terminaría haciendo pis ahí.
"Mientras tanto en la habitación de Sinu"