Fiesta. (Parte 1) (Caperucita, el lobo y Yasuhiro Hagakure).

758 59 15
                                    

Con su cola casi intacta Mondo había podido llegar a la puerta del domicilio, aunque tanto Gundham como Kazuichi e igualmente Leon (quien de hecho había entrado corriendo al lugar casi tropezando gracias a sus plataformas esperando ver de quién o qué se había disfrazado Maizono, sí de enfermera sexy o policía sexy o algún otro estereotipo cliché sexy) ellos ya estaban dentro del lugar, siendo él el ejemplo claro de quién estaba prefiriendo darse la vuelta y marcharse, ¿Qué otra cosa podía hacer? Temblando se podía decir que incluso estaba asustado de averiguar cómo se veía Kiyotaka con el disfraz que había elegido en persona... Bueno, que él no era el mejor para controlar sus emociones. Tomó aire y entonces empujó la puerta, revelando así el interior del lugar...
... A diferencia de cómo se veía por fuera dentro no era tan malo, sólo un montón de pubertos reunidos en un lugar iluminado por un par de luces en tonos rojos y morados que le daban la apariencia tétrica que al parecer estaban buscando, la música en un tono bajo era más bien agradable, pues parecía que con ella perfectamente podrían escuchar sus voces al comenzar, además de los muebles usuales de una casa pegada a la pared había una mesa larga, lo que parecía era lo único en lo que habían puesto un gran esfuerzo real... Básicamente la botana y el alcohol... Un montón de alcohol que seguramente la madre de Yasuhiro había obtenido.

...
Un montón de bebidas alcohólicas en un lugar lleno de pubertos disfrazados, ¿Qué podía salir mal?
Fuera lo que fuera... ¿Dónde estaba Ishimaru en un lugar con tantas actividades "fuera del reglamento"? Mondo no le había podido alcanzar a ver con la mirada... Tal vez porque estaba en el patio trasero... Tal vez porque no había llegado aún... Tal vez porque eso le daba la oportunidad de volver a casa, cambiar su disfraz, armarse de valor y entonces volver a dónde su novio... O huir y al día siguiente decirle que se había sentido algo mal.
... Sin importar el caso que fuera ya se había dado media vuelta a punto de volver a abrir la puerta recién cerrada para escapar...
... Eso hasta que Yasuhiro apareció de la nada lanzando un brazo encima de sus hombros, abrazándole así -Heh, hombre, bienvenido... - Le saludó, o él ya estaba ebrio o gracias a su personalidad siempre aparentaba estar desorientado -¿Te vas tan pronto? ¡Permíteme leerte la fortuna antes! ¡Por ser 31 de octubre te cobraré el 50% de mi cuota!- el moreno vestido de mago (con una túnica y un sombrero puntiagudo así como el que como referencia usaba Merlín) sonrió sin apartar el brazo de Mondo, ¿Acaso no podía notar su mirada de "quiero irme", "por favor déjame ir", "... Te golpearé si no me sueltas"?... Al parecer... No.
-NO... No quiero... - Cortante y grosero el de cabello bicolor respondió, y quizás estaba loco, pero por un segundo podía asegurar que Hagakure había lloriqueado como los pequeños cachorros hacen.
-¿Y sí te cobro un 55% menos, eh, amigo?- dándole unas palmadas en el grueso pecho parecía nunca sabía cuándo terminar, lo que probablemente le hubiera llevado a un problema con el muchacho tan violento de no ser porque...
-¿Kyoudai?- una voz débil, probablemente avergonzada se escuchó detrás de los dos tipos, quienes, siguiendo a un reflejo más que a otra cosa voltearon para ver de qué se trataba...
... Kiyotaka Ishimaru...
... Vistiendo de "caperucita roja"...

El muchacho de cabello negro en ese momento cubierto por la tela roja claramente estaba avergonzado, y una prueba clara de esto era su tono de voz, que de hecho en ese momento no estaba gritando como estaba acostumbrado a hacer ¿Se necesitaba algo más que eso para comprobarlo?
Mondo le miró despacio, el rubor colocándose de inmediato encima de sus bronceadas mejillas mientras por algún motivo no podía cerrar su boca con su labio inferior temblando.
... El verle allí tan vulnerable era demasiado para él, desde el inicio de sus botas hasta confirmar que efectivamente llevaba unas medias blancas debajo de estas y, que, además, el short que estaba usando era demasiado corto... Eso al menos a su mirar, que con la caperuza esto no se notaba tanto. Siguió subiendo por su abdomen, la camisa blanca algo holgada y así hasta su pecho, luego el listón rojo que unía la especie de capa (o lo que fuera) a sí... Su cuello era delgado, y conforme seguía subiendo se daba cuenta de ese rostro avergonzado, ese rostro con las mejillas sonrojadas casi tan rojas como los mismos ojos del muchacho, ojos que antes habrían mostrado tanta furia y decisión y en ese momento sólo reflejaban estaba apenado... Y Oowada lo estaba más.
-Ky... Kyoudai... - Titubeó, la imagen de este muchacho era tan perfecta que simplemente no quería dejar de mirar.
-¿S... Sí?-
Los dos estaban casi hipnotizados uno con el otro, mirándose así y admirando cada detalle que por poco podía ser considerado estúpido... Pues, así como Mondo se había tomado su tiempo para admirar su disfraz Ishimaru también lo había hecho, apreciando en un primer momento y tal como saltaba a la vista que él era un hombre lobo... Caperucita y el lobo... ¿Esa no era una casualidad demasiado grande? Pues al parecer para ambos muchachos que habían terminado por coincidir lo era... Y a sobremanera.

-¡Ya! ¿Qué esperas?- interrumpiendo su momento romántico (o lo que este fuera) Hagakure exclamó, poniendo ambas palmas de la mano detrás de la espalda de Mondo antes de con ayuda de esto empujarlo hacia Kiyotaka -¡Ve a por tu presa!- agregó alejándose con eso.
-¡Hey Nae! ¡Tengo descuentos del 50% para ti!- alejándose para dirigirse a dónde otro de sus compañeros pronunció, dejando así a los dos muchachos...
...
... Al haberle empujado y así de desprevenido a Oowada no le había quedado más que casi caer, terminando por apoyar su pecho en el chico que delante de él torpemente había arrojado los brazos a su alrededor para sujetarle... ¿Y? ¿En ese instante que se podía hacer? ¿No se suponía que él debía ir tras su "presa" en lugar de haber caído en sus brazos?... Se alejó de inmediato... Mucho más al darse cuenta de lo que estaba haciendo.
-Eh... Ah... Así que...- acariciando su nuca con un nerviosismo imposible de ocultar miraba a otro lado sintiéndose incapaz de por un momento mirar a Ishimaru, no era muy bueno con las palabras, mucho menos con las personas que le gustaban... -... Así que caperucita roja... - Sin pensarlo mucho de sus labios se escapó.
-Así es Kyoudai... - Demasiado seguro Kiyotaka respondió, todavia un poco avergonzado, pero sí algo había aprendido de su abuelo era que nunca debía mostrarse atemorizado de sus propias decisiones... Aún si Toranosuke le daba un significado completamente diferente a esto.

-Entonces... Ah... Asahina y Oogami te ayudaron con eso...- quería hablar de otra cosa, en verdad que quería hacerlo, pero estaba resultando mucho más difícil de lo que creía, además, era como si incluso así de apenado sus labios tuvieran mente propia para preguntar ese tipo de cosas.
... Lo bueno de todo eso era que Kiyotaka ciertamente era bueno para conversar... Aún si terminaba por hablar de política la mitad del tiempo... Lo cual tampoco estaba tan mal, pues a Mondo le parecía bastante adorable cuando se ponía a gritar (en un sentido completamente literal) sus ideales y cómo lucharía para convertirse en el primer ministro de Japón y así limpiar el honor de la familia Ishimaru y... Tal vez Oowada se estaba desviando demasiado al recordar cosas como esas.
-¡Oh, tienes razón Kyoudai!- ya entrando en más confianza al darse cuenta de que su disfraz podía resultar un tema de conversación el muchacho de cabello negro respondió, su sonrisa siempre tan enérgica volvía a tomar su lugar encima de sus labios -¡Aunque Sayaka-chan también ayudó mucho a la hora de la elección!-

Una gota de sudor estaba a punto de resbalar por la frente del más alto...
..."Sayaka-chan"...
... Eso debía explicar muchas cosas...
-Ya... - Dijo Oowada, volteando de un lado a otro para así buscar con su mirada a la joven de cabellos azules... Encontrándola casi enseguida, pues ella era la única que tenía un cuchillo atravesándole el estómago con el alrededor cubierto en sangre rosa... Parte de su disfraz, claramente... Un muy bien elaborado maquillaje en su usual atuendo escolar que al parecer estaba igual de bien planificado.
Sonriendo y conversando estaba junto a Kuwata... Lo que todavía explicaba muchas cosas más... El hecho de que él le hubiera regalado ese par de orejas y el hecho de que ella hubiera ayudado a Kiyotaka a elegir su disfraz... Parecía que todo eso guardaba menos "coincidencia" de lo que parecía...
-¿Kyoudai?- sacándole de sus pensamientos su novio pronunció su nombre, Mondo casi con un sobresalto volteando para mirarle.
-¡Ah, sí, sí...! Tú... Incluso tú... Llevas también una canasta... - Dándose cuenta de un pequeño detalle que antes no había observado Oowada notó la canasta de mimbre que el chico sujetaba en una de sus manos, canasta que ya había podido ver en la foto que había visto antes. -¿Ah?- Kiyotaka volteó hacia a su lado, al lugar que el contrario estaba mirando, así pudo darse cuenta de que obviamente estaba mirando a su canasta, pequeño detalle del que incluso y si no fuera por el peso el mismo monitor de pasillo se habría olvidado. -¡Correcto, Kyoudai!- exclamó alegre -¡Asahina ha sido quien lo ha sugerido, pues así puedo llevar un par de cosas con discreción!-
...
-¿Un... Par de cosas?- esas últimas palabras sin haber sido dichas con ese fin habían llamado la atención de Mondo, todavía más porque Kiyotaka parecía algo avergonzado de ellas.
-¡Sí, sí Kyoudai! ¡Un par de cosas!- algo nervioso puesto que devuelta estaba gritando y además de esto había puesto su espalda realmente tensa Ishimaru respondió.

Aquelarre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora