Disfraces estúpidos: Kiyotaka Ishimaru y Gundham Tanaka.

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-Luce muy lindo, ¿No crees?- Daiya, quien notó el silencio de su hermano preguntó, Leon conteniendo las ganas de reírse.
-N... No hables así de mi novio...- siendo más fácil el pronunciar eso Mondo replicó.
"¿En qué demonios estás pensando, Kiyotaka?" el delincuente pensó mientras le observaba allí tan... Tan tímido y tierno.
Pues tal y como parecía.
El monitor de pasillo vestía con una camisa blanca de manga corta, junto a esto llevaba un par de pantalones cortos negros que el más alto nunca le había visto (probablemente porque siempre vestía con su uniforme del tipo militar blanco) y dejaban expuestas sus piernas que eran ligeramente largas junto a sus muy bien proporcionadas caderas, junto a esto sus características botas negras... Con el detalle de que parecía que unas medias blancas se asomaban por debajo de estas, no podía saberlo en realidad, pues apenas y se le veían por encima de la rodilla y la calidad de imagen que, aunque muy buena tampoco era perfecta...

¿...Pero cuál era el detalle en todo esto?
... La caperuza que el muchacho estaba usando y la canasta de mimbre que a un lado suyo parecía estar.
...
¿Caperucita roja? Eso... ¿Algo como eso podía ser verdad? Lo fuera o no el rubor en el rostro de Mondo junto a su sorpresa delataba no lo creía del todo...
-Mal... Maldita sea...- cubrió sus labios al pronunciar ello, devolviendo despacio el celular al contrario.
Ahora eran caperucita y el lobo ¿Qué otra cosa le podía dar más incomodidad y aires de película porno a esa situación?

-¡Hora de irse!- levantándose de un salto Leon exclamó antes de estirarse un poco... Era increíble que pudiera mantenerse en aquellas botas de plataforma -Hamster-chan y Doctor Pepper nos están esperando así que... - bostezó mientras estiraba sus brazos por encima de su cabeza, Mondo volviendo a estar de pie antes de mirar hacia abajo por última vez, revisando su indumentaria y preguntándose si hubiera sido mejor el haber elegido disfraz días antes cuando había sido invitado.
... Antes de caer en la desesperación de tener que pedirle ayuda a esos dos imbéciles para la elaboración de ese atuendo que portaba.
-Vamos...- Leon le pasó por un lado dándole una palmada en el hombro antes de seguir con su camino hacia la puerta de la habitación, casi doblándose el tobillo por la arriesgada elección de calzado.
Oowada dando un suspiro antes se ser notado por su hermano mayor, quien sin más le sonrió con la seguridad y confianza que sólo en él podía haber.
-Te ves bien... Seguro que le gustas... - El mayor aseguró, quizás no era tan mal hermano como la mayoría hubiera creído -¿Lo traerás más tarde? Quiero asegurarme de dejarles todo listo y la casa sola para cuando...- aferrándose con sus manos al aire exactamente a nada comenzó a menear sus caderas de atrás hacia adelante guiñando un ojo y sacando su lengua de manera bromista... Quizás si era un mal hermano.
-...- El menor guardó silencio apretando sus dientes antes de darse la vuelta completamente dispuesto a ignorar eso...

-¡Mondo!- al ver que su hermano menor se alejaba Daiya exclamó, obteniendo así que más por instinto que por otra cosa el muchacho de cabello bicolor volteara, justo a la par que el de cabellos negros le arrojaba un llavero que el contrario apenas y pudo atrapar, sus reflejos eran buenos, más no los mejores.
Observó el llavero por un segundo, era el de la casa, pues perfectamente le reconocía, con una figura de un mini perro con una cabeza desproporcionalmente grande que aparentaba ser un maltés o alguna raza pequeña con mucho pelo también contaba con una de una placa de metal con la figura de un diamante dibujada eran inconfundibles... No eran más que accesorios que ambos Oowada habían estado de acuerdo en poner, pues entre montón de descuidos esa era la única manera de no perder las llaves de su propia casa... Sin embargo... Todo llevaba un poco de recuerdos consigo.

-Tráelo, ¿Sí? Estaré fuera hasta la tarde de mañana...- junto al haberle entregado las llaves Daiya afirmó -...Confío en ti Mondo, esto es lo que tenemos... Lo dejo en tus manos... - en referencia a las llaves y el montón de recuerdos que esto traía consigo el mayor agregó, sonriendo mientras Mondo simplemente se dedicaba a escuchar... Algo confundido con todas esas palabras, antes de tragar saliva, a punto de contestar cuando Kuwata apareció de vuelta y apenas con un grito para informarle que "se hacía tarde".
-Gracias...- Musito el menor de los Oowada apretando las llaves entre sus manos, Daiya simplemente sonrió con suficiencia al escuchar eso.
-A ti... Mon-chan...-
Y ya, con eso sin la necesidad de intercambiar más palabras el muchacho de cabello bicolor se alejó hacia la puerta de entrada, donde su amigo pelirrojo le estaba esperando, quien apenas le vio le dio una palmada en el hombro -¡Vaya que tardabas!- este tipo agregó junto a su saludo o lo que fuera que era esto, apartándose para caminar hacia a su auto...
... Mondo ya lo entendía, quizás se veía estúpido o quizás no... Pero tenía alguien a quien quería ver y a quien obviamente no iba a dejar solo en un lugar donde un grupo de muchachos se reuniría a convivir... Ishimaru se veía bastante entusiasmo con la idea ¿Quién era él para quitarle esta emoción?... Al contrario, era su novio y debía apoyarlo...
En cuanto a Daiya... Sí, quizás era un idiota... Pero su idiota hermano a quien en verdad apreciaba.

... Además le había dado las llaves de la casa y le había prometido una casa sola por al menos una noche, ¿Qué más podía pedir?
Comenzó a caminar detrás de Leon ocupando su respectivo asiento como el copiloto cuando ambos ya estuvieron adentro del coche.
-¿Y ahora?-
- Ir por Hamster-chan y Doctor Pepper...-
El anochecer ya había caído encima de ambos y, por lo que tenía entendido Kiyotaka llegaría junto a Sakura y Aoi... Quienes al parecer le estaban ayudando a arreglarse para ese día... Tal y como Leon había informado ya sólo les quedaba pasar por Tanaka y Souda, a quienes el beisbolista muy cariñosamente apodaba así.

. . .
-¡Duele! ¡Duele! ¡Duele!- mientras dos estudiantes de la clase 78 iban en su búsqueda uno de la clase 77 con su cabello teñido de rosa lloriqueaba clavando sus uñas en el pedazo de tela más cercano, que en este caso era su pantalón.
Tanaka con desprecio detrás suyo le miraba con los ojos fríos, deteniéndose en ese momento sólo para enseguida volver a lo suyo y lo que habían estado haciendo durante los últimos 30 minutos... Pasar el peine por su cabello... No era posible que estuviera tan enredado y sobre todo que fuera tan difícil de cepillar.

-¡Oye, ya!- cansado y aburrido de toda esa situación Souda se giró para mirarle mientras acariciaba a su nuca, su cabeza ya dolía de tantos tirones y forcejeos...
Pues sí... El mecánico estaba sentado en una silla delante del contrario mientras este intentaba cepillarle para deshacerle un par de nudos... Obteniendo quitar solo la mitad de estos...
Tanaka le miró antes de parpadear como si ello no le importara, como algo muy acorde a su personalidad el muchacho vestía como un "Ser de la noche, aquel que seductor va a la búsqueda de un ser con fino y delicado cuello para poder beber de un sólo sorbo toda su existencia"... Ajá... Un vampiro... Con su capa y todo.

-La sustancia se adhiere como en las profundidades del averno el relámpago al cielo...- mencionó el muchacho de cabellos bicolor mientras entre sus dedos tomaba un mechón de cabello rosado.
-¿Qué?- la duda apareció en el rostro de Souda al escuchar esto, realmente no entendía cómo era que llevaba un buen rato saliendo con ese... Con ese lunático.
-... Es aceite... - Tomando un poco de su cabello por igual este chico mencionó -...Con el tinte es muy difícil de quitar...- jugando con su cabello que tenía las puntas ligeramente maltratadas concluyó.
Tanaka hizo una mueca al escuchar eso, mirándolo con una seriedad total antes de tomarlo por el cuello de aquel traje amarillo y jalándolo (por poco asfixiándolo) hacia el baño, tirando la silla en la cual estaba sentado con esto.
-El agua incipiente arrancará todo rastro de un reprochable pasado...- Gundham aseguró mientras parecía lo que quería era lavarle el cabello... De nuevo.
-¡N...No quiero tomar otra ducha! ¡Así está bien!- Replicaba, algo que al parecer Tanaka ignoraba, pues haciendo uso de su fuerza superior le llevaba.
-¡Aghh! ¡Ta... Tana..!- jalaba el cuello de su traje esperando a que eso ayudara a que no fuera asfixiado, sus quejas siendo calladas únicamente por ese momento en el que el timbre de la casa del criador, en la cual estaban, se escuchara.
Ambos voltearon a ver preguntándose quién podía ser...

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