Fiesta. (Parte 2) (El vampiro y su mascota, Sonia Nevermind entre otros).

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...
-... ¿Y... Qué llevas en ella Kyoudai?- la curiosidad infinita del motociclista por el disfraz del chico más bajo cuando se trataba de sus estaturas lo llevó a preguntar eso.
-Sólo... Un par de cosas... - Con sus ojos puestos en cualquier otra cosa que no fuera Mondo Kiyotaka respondió... Y parecía que con eso ya nada más bastaba, él no parecía muy dispuesto a contestar y lo que fuera que cargara en esta canasta, ya fuera un libro o comida o cualquier otra cosa no debía resultar tan sumamente importante para el segundo al cargo de los Crazy Diamonds... Mucho menos cuando ya después encontraría el tiempo de espiar cuando el monitor de pasillo estuviera distraído para así ver de qué se trataba.
-... Bien... - Metiendo las manos en las bolsas de su gabardina dijo, no enojado, sino y más bien desinteresado.

Kiyotaka al darse cuenta de este comportamiento dio un suspiro, ¿Era acaso que lo había aburrido? ¿Eso podía significar que ya estaba cansado de él...? Antes de dejar que sus pensamientos le absorbieran...
-¡Ja, ja,ja!- se sonrió -¡Kyoudai, los lobos son criaturas sublimes!- Agregó, había escuchado mucho sobre su disfraz y había llegado la hora de comentar aún si fuera un poco acerca del disfraz de Mondo... Al menos al verle había podido comprender a que se debía la charla de cinco minutos en la que Tanaka le había detenido al tanto él como Souda toparse con él en el patio trasero.
... Por ese día había escuchado demasiado sobre los lobos grises y sus parejas y como se apareaban con ellas entre otras cosas... Al final sólo podía recordar que Gundham había dicho que "los lobos eran criaturas sublimes"... Misma expresión que Kiyotaka acababa de usar -¿Te gustaría sentarte?- ya se estaba sintiendo más desinhibido.

. . .
Así como Souda y Tanaka habían encontrado al monitor de pasillo en el patio trasero ellos seguían en este lugar, tan solitario y calmado sólo había un par de personas en este lugar, cada uno más ocupado con sus propios asuntos que el otro... Y así Gundham miraba a las estrellas sentado sobre el pasto, sus "cuatro Dioses Oscuros de la Devastación" a su lado con Kazuichi sentado del otro lado, mirando al cielo y luego mirando al de cabellos bicolor y luego de vuelta al suelo... Se preguntaba como algo que había comenzado en una apuesta rara había terminado por convertirse en la persona a la que confesaría sus sentimientos con un temor horrible a ser rechazado... Sorprendiéndose en el acto pues sus sentimientos además de ser aceptados eran recíprocos...
... Y allí estaba, sentado al lado de la persona que le había jalado minutos antes para que ni se atreviera a conversar con "la señorita Sonia" ¿Eso estaba bien o estaba mal? Quizás meramente era la manera de demostrar celos y/o aprecio del muchacho que no parecía saber cómo relacionarse mucho con la gente...

Pues, así como parecía, apenas habían llegado Gundham se había encargado de "apropiarse de lo que era suyo", tomando al muchacho de cabello rosa por la correa y con esto comenzando a empujarle entre las personas (que si bien no eran tantas) hacia a un lugar más privado o al menos sin tantas personas... A Gundham no le gustaba la compañía de estos "mortales", eso era algo que ni valía la pena ocultar.

En el jalarle hacia donde fuera que le estaba llevando claro que habían llamado la atención de algunas personas, chicas como Akane que vestida de "diablo" (sí, así con los cuernos rojos de diadema encima de su cabeza y la cola que terminaba en punta además de su pronunciado escote) (pues sí, alguien tenía que explotar el cliché de "sensual") había hecho un comentario que había sido apenas audible, pues tenía la boca llena de comida... O Teruteru, quien disfrazado de "a saber qué" había mencionado algo acerca de lo sexy que era que Gundham llevara así a Kazuichi... Al final eran cosas que los dos muchachos habían decidido ignorar o simplemente no habían podido escuchar.
Así les habían pasado de largo... Meramente deteniendo cuanto la princesa de cabello rubio les había saludado.
-¡Tanaka-kun! ¡Souda-san!- la rubia les había llamado, y, aunque el mecánico estaba a punto de derretirse por acercarse a conversar esto no ocurrió, eso porque el muchacho de cabellos bicolor jaló de su cadena.

-Dulce velada, dama oscura... - El criador había dicho -... Que la noche la cubra en su manto eterno hasta la llegada del alba... - Con eso concluyó, negándole a Souda la oportunidad de hablar o hacer cualquier cosa... Souda, que con lo poco que había escuchado creía que lo que fuera que le hubiera dicho eran palabras bonitas o algo así... De igual manera mientras le jalaban no había podido evitar el mirarle, pues ella bastante atractiva vestía como una vampiresa, con un vestido ajustado similar al de "Morticia Addams", así de largo y ajustado con un corsé obviamente sobre la cintura y parte del pecho, detalles en negro y rojo por todas partes mientras su peinado también parecía bastante elaborado...
... Kazuichi no lo entendía del todo...
Era obvio que esta se sentía atraída por Gundham, por si esto fuera poco también compartían un montón de gustos, y, además como parte de una mala broma para esa noche los dos llevaban exactamente disfraces que se complementaban... No como el estúpido disfraz del mismo mecánico, que apenas y podía hacer que las orejas de su diadema se movieran un poco y eso sin los resultados que él hubiera esperado...
En comparación a él ella era preciosa... Sin la necesidad de compararla lo era...
En ... Entonces, tomando en cuenta todo esto... ¿Por qué lo había "escogido" a él en lugar de a ella?
Esos pensamientos invadían la mente del de cabello rosa mientras observaba a su novio que por su parte observaba a las estrellas.

Sonrió con nostalgia mirando hacia abajo, donde la mano de este muchacho descansaba sobre el pasto.
-Tanaka... - Susurró en un tono de voz muy bajo, incluso en esos momentos en los que no lo pensaba podía llegar a sentirse bastante inseguro... Quizás era sólo parte de su personalidad.
Observó esta mano con las uñas pintadas de negro sobre el verde pasto, la piel de Tanaka era tan pálida y parecía tan maltratada... Probablemente gracias al montón de heridas que como criador se había ganado... Sin pensarlo ni siquiera por un segundo colocó su mano sobre la helada de este chico, sintiendo esos dedos que tanto anhelaba y que además estaban sujetando "su correa".
... Se sentía tan bien el tocarlo...
... Eso hasta que...
-¡¿Con añoro está deseando el conocer a la muerte?!- Gundham exclamó alejando su mano de pronto, ocasionando dos cosas con esto...
Lo primero, que con la misma falta de cuidado Souda apartara su mano y lo segundo... El jalarlo un poco hacia él, pues después y ante todo todavía le estaba sujetando por la cadena.
-¡Sus miserias mundanas no son el motivo suficiente de que con mi veneno un destino fatal busque! ¡Sobre mi piel los más poderosos elixires del mal consagrados se encuen...!- y calló de pronto, esto porque Souda, apoyado sobre sus rodillas y manos encima del pasto le miraba con duda... En verdad que nunca podría acostumbrarse a eso... Ni uno ni otro.
Y sin más, nuevamente probándole que la comida de su madre no tenía ningún tipo de veneno malvado le besó, quitando las manos del pasto se aseguró de tomarlo firmemente por las mejillas, plantando este corto pero sincero beso encima de sus labios.
-Ya relájate... Hámster-chan...- le sonrió con esos dientes afilados... Era Halloween... Por una noche podría dejar esos temores e inseguridades que tanto le atormentaban cuando pensaba demasiado en ellos.
-...- Tanaka, con ese sonrojo tan visible en su pálida piel retrocedió... Nunca iba a acabar de entender cómo era posible que ese "estúpido e insípido mortal" tuviera el poder de soportar todos los males con encima suyo llevaba... Tal vez por ello era que le había escogido.

Aquelarre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora