Momentos planeados por otras personas.

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Apenas Mondo dejó las llaves encima de la mesa que tenían a un lado se percató del crujir de un papel debajo de sus dedos, sorprendido ante la sensación y apenas perdiendo esta sorpresa le había tomado... Teniendo que sacar su encendedor para ver si esto tenía escrito algo todavía con Ishimaru allí de pie con las piernas juntas y sujetando la canasta al frente de estas.
... Hizo una mueca deseando quemar el papel apenas vio lo que tenía escrito... O más bien, de quién era esa letra.

-... Ese hijo de...- casi concluyó, por poco olvidando el que eran hijos, ambos, de la misma madre...
... Igual no era como si en otras ocasiones no se le hubiera escapado decir eso sin pensarlo antes.
... Prefería no pensar en eso.
-¿Ocurre algo, Oowada-kun?- Kiyotaka preguntó al ver a su novio presionando con tanta ira aquella nota... El motociclista simplemente tomando esta dejándola contra el pecho de Ishimaru, quien apenas pudo tomarla alejando una de sus manos de su canasta.
-... Tengo que hacer algo...- Mondo aseguró marchándose hacia la cocina.

Con este papel en manos al chico con la caperuza roja no le quedó más que acercarse a la ventana cercana, teniendo que mover un poco el pedazo de tela que los Oowada usaban como cortina (al menos agradecía que ya no fueran pedazos de periódico pegados) para así apoyarse de la luz de la luna y leer.
... Primero sorprendido, luego intrigado... Después parecía que no le quedaba más que reír.
-Daiya-san... - Repitió con una sonrisa temblorosa en sus labios, dejando la nota sobre la mesa donde antes había estado...
...
¿Y exactamente qué decía esta? Algo que era tan simple como no lo era...
" Mon-chan:
Olvidé pagar el recibo de la luz y ya no hay... Bueno, no, pero quité todos los bombillos de la casa, sé que volverán tarde a casa y que no habrá ningún lugar dónde comprar, además le pedí a los vecinos que no te prestarán ninguno porque los querías para quebrar...
Hay velas en la cocina.
Disfruten su película y su velada.
Besos y abrazos, Daiya."

... Mientras esto ocurría con estos dos Leon seguía en su automóvil con los otros dos en su asiento trasero, Souda meramente recostado encima de las piernas de Tanaka mientras este acariciaba su cabello, desde atrás de la diadema donde comenzaba la raíz hasta las puntas ligeramente descuidadas, ambos en completo silencio siendo el único sonido la música de Leon ya más baja mientras el beisbolista tamborileaba sus dedos encima del tablero y esperaba a que el semáforo cambiara para poder avanzar... Llegaba al punto en el que se preguntaba qué era lo que había hecho para terminar con el "Vampiro" y el "gato" en su automóvil caminó hacia el bosque... Aunque igual sabía que tenía una muy gran cantidad de culpa en todo eso... Aun cuando lo hubiera olvidado por completo.
... Era cierto, apenas y lo recordaba un poco, y era que él sabía que había apoyado el desafío impuesto por Fuyuhiko (a quien por cierto no había visto en la fiesta, quizás muy ocupado observando el disfraz de "conejita" de Pekoyama) a Souda, aquel que consistía en que justo en Halloween el de cabello rosa debía ir al bosque junto a su novio, el "Dark Overlord" para pasar la noche aquí, empezando esto a las 10:00 de la noche cuando se suponía serían dejados en este lugar... Tal vez ya pasaban unos minutos de esa hora, aún con esto Kazuichi no dejaba de temblar, preguntándose porqué en un ataque de impulsividad había aceptado algo como tal... Bueno, que al menos estaba con Gundham y eso, así como disminuía también aumentaba sus temores... Aunque sobre todo los disminuía.
En cuanto a Kuwata... Él solamente pensaba en que, de haber recordado estos hechos, hubiera preferido el no aceptar llevarles... Sin embargo, ya estaba allí y no podía hacer más que desesperarse por que volvería a aquella fiesta más tarde de lo que a él le hubiera gustado...
... Todavía faltaba aproximadamente la mitad del camino y él no podía evitar pensar que quería volver ya...
... Así como Souda, que deseaba lograr dormir un poco y al despertar darse cuenta que no tendría que andar vagabundeando por el bosque con el loco, que, aunque amaba, debía admitir que si estaba loco.
... La falta de conversación ya comenzaba a ser incómoda y Leon sabía que no se llevaba para nada bien con el muchacho de cabellos bicolor a diferencia de cómo hacía con su novio.
... No iba a conversar, ni siquiera iba a intentarlo...
... Al menos ya pronto llegarían.

Aquelarre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora