Aquelarre.

Segundo destino, una noche en el frio y aterrador bosque. (Parte 2).

-... No suele haber muchos lobos por aquí, ¿Verdad?- decir que no estaba asustado y temblando era una vil mentira, estaba tan asustado que probablemente si los otros chicos hubieran planeado hacer que le saltara algo de los arbustos u otra cosa para asustarle se hubiera orinado en los pantalones... Ni siquiera quería pensar en eso.
-No realmente... - Tanaka negó con su cabeza -Su existencia por zonas como tal... Aunque en manada, su presencia en soledad resulta encasillada por caer encima de lo más común...-

Souda asintió, por un segundo podía sentir que estaba en un programa de naturaleza salvaje... Al menos sólo por un segundo, eso antes de darse cuenta que la respuesta de Tanaka había sido afirmativa.
-... Entonces... ¿Los hay? - sentía su labio temblar, mucho más cuando nuevamente respondía afirmativamente -... Pero... No intentarán comernos, ¿O sí? - con sus labios todavía temblando agregó para finalizar con esa pregunta.
... Con eso Gundham no pudo evitar soltar una ligera risa con esta misma sonrisa ocupando un lugar en su rostro... Estaba con el súper criador de preparatoria, ¿En verdad temía de unos lobos que él muy fácilmente podía controlar?... Fuera como fuera creyó necesario el responder.
-La posibilidad reduce siendo este nuestro abismo infernal ...-

Con esto Kazuichi creía que este muchacho iba a terminar, sin estar consciente en realidad...
-... A quien el lobo devorará, aún si es más en carne que en ser, será a la bestia dormida de los ojos rojos ardientes en las abrazadoras llamas del infierno...-
Tardó sólo un segundo en entender ello, riendo a la par que el contrario lo hacía... Ya lo había entendido... Esa noche Mondo "devoraría" a Kiyotaka. -... Si es que el cazador el lugar de la presa no toma...- agregó el de cabellos bicolor, todavía más consciente de algo que probablemente ni el mecánico ni el motociclista conocían.
... Y no hubo más palabras, después de eso fue como si estas se hubieran perdido realmente, Gundham meramente echando su mano hacia atrás buscando a tientas la del muchacho que iba detrás suyo, encontrándola con el pasar de apenas unos dos segundos.

El tacto fue casi eléctrico para ambos muchachos, Gundham que había encontrado la mano del muchacho de cabello rosa antes de lo que había pensado y Kazuichi que no estaba esperando el ser así tocado.
-... Nuestro mausoleo infernal cubierto entre las espinas ahora nos espera... - declaró el chico de cabello y ojos bicolor, como un gran enigma que era mucho menos de lo que parecía.
Souda abrió su boca moviendo su cabeza de arriba hacia abajo, no entendía mucho, pero vaya que intentaba hacerlo...
... Las cosas fueron mucho más fáciles de entender cuando tras caminar entre algunos árboles y arbustos, pisando algunas ramas llegaron a lo que parecía ser un campamento improvisado...
... Todo planeado por Tanaka.
El rosa en las mejillas de Souda era tan fuerte que era difícil de comparar con sus ojos o su propio cabello.
-... Tanaka... - Observando lo que se presentaba frente a sus ojos no pudo decir nada más, disfrutando de la ahora misma belleza del bosque -... Esto es...-
El de piel pálida se giró para poner uno de sus fríos dedos encima de los labios de su amado.
-... Nuestro propio aquelarre...- Gundham agregó respondiendo a la "cuestión" recientemente impuesta.
Con estas palabras caminó, alejándose del de cabello rosa para sentarse en el tronco que tirado estaba al frente de la fogata... Fogata que por cierto tenía lo que parecía ser un símbolo alquímico debajo.
Tanaka dio un par de palmadas a su lado en el tronco, con eso Souda sonrió, mirando por última vez lo que su novio había preparado para él.

A unos metros de donde habían estado caminando, no tan profundo en el bosque había una fogata que especialmente puesta allí era para dar calor, guirnaldas de luces Led colgaban de los árboles dándole una apariencia llamativa al lugar, provocando también que Kazuichi se preguntara cómo era que no lo había notado antes... Se llegaba a sentir bastante torpe con todo eso... Aunque no más de lo normal.
Junto a esto estaba el tronco en el que Tanaka estaba sentado, detrás de todo esto una tienda de campaña lo suficientemente grande como para dos personas o quizás más, si la visión del mecánico no le fallaba podía apreciar una hielera azul a lado de su novio... Claro, como era de esperarse Tanaka no iba a permitir que los dos anduvieran por allí vagabundeando en el bosque a altas horas y de la madrugada hasta el amanecer... No iba a permitir que a su "gatito" le pudiera pasar algo malo... Kazuichi no podía evitar el sonreír al pensar en todas esas cosas que había hecho por él... Y no sólo eso o en esa noche... Sino desde que los dos se habían dado cuenta de que estaban en una extraña relación ... Y no querían ni pretendían romperla.
-Oye Tanaka, ¿El ser lindo duele?- mientras se iba acercando el mecánico preguntó -... Porque si es así tú debes sufrir mucho... - Souda y sus piropos... Souda y su estupidez... Tal vez siempre iba a ser el idiota de todos los días... Pero así le encantaba a Gundham, con sus piropos tontos que ni piropos parecían, con sus conversaciones que más de la mitad del tiempo se perdían en cual era la marca de soda favorita de ambos entre otras cosas... Lo amaba, así tal cual era.

. . .

La noche caía encima de ambos, cubriéndoles en su manto mientras cómodamente Tanaka descansaba su cabeza en el hombro del mecánico, la capa que antes hubiera usado ahora descansaba encima de ambos muchachos, cubriéndoles mientras los sonidos de la naturaleza nocturna les cubrían por igual, ahora no sólo aterradores, sino también dándole a todo eso una atmósfera más romántica.
-... Un minino...- había un silencio junto a ese cielo estrellado que por fin había sido roto, junto a este la paz que después de haber conversado por tanto tiempo y de cosas tan raras que sólo ellos entenderían se había creado.
-¿Ah?- Kazuichi miró hacia a un lado para así poder mirar por igual a su novio, sus orejas se habían movido un poco encima de su cabeza con esto.
-Su elección para su piel cubrir hasta la llegada del alba en nuestro efímero anochecer... Un minino...-
Souda asintió, Gundham por su parte no hacía mucho más que mirar hacia al fuego, aquel fuego al que todavía le faltaba un buen rato para extinguirse.
-... Así es... Las orejas... - El de cabello rosa llevó su mano hasta las pequeñas orejas puntiagudas que adornaban su cabeza, moviendo un poco una de estas -... Las orejas debían moverse más, pero yo...-
-...Los gatos son criaturas eternamente sublimes...- antes de que pudiera terminar Tanaka le interrumpió, aparentando que aquellas palabras no le importaban en realidad... Y era que no se trataba de las palabras, sino de las acciones o de las cosas, restándole importancia al hecho de que las orejas no se movieran como a Souda le hubiera gustado, pues, el criador había quedado completamente maravillado de ver a su novio usando eso, sin poder evitar en ningún momento el pensamiento de que ese disfraz era así sólo por él... Y era que exactamente así era, teniendo ese único problema con las orejas... Que Souda no entendía lo que le pasaba, sus habilidades como mecánico eran incuestionables además de increíbles, él era el mejor de lo mejor, quizás esto no ayudaba mucho al momento de hacer esa pieza tan importante del disfraz o quizá ayudaba demasiado... Pero sin importar qué Kazuichi estaba seguro de haber estudiado cada parte del mecanismo de ese tipo de orejas de gato, les había investigado y había practicado tantas veces... Y al final esto era como si sólo fuera un trabajo incompleto... Se sentía tan torpe; inseguro... Al final sólo podía pensar en una cosa, y eso era que el estar junto a Tanaka hacía a su cabeza dar vueltas, su estómago se revolvía, así como su corazón latía con fuerza y sus manos sudaban, todo cambiaba en él, todo era tan distinto cuando en su mente estaba el muchacho de cabello bicolor...