Aquelarre.

Primer destino, conversaciones incomodas y malos hermanos.

-Seh... - Siendo el primero en responder a la pregunta de Leon Mondo dijo, separándose de la
pared para caminar hasta donde Kiyotaka, extendiendo la mano para que así el muchacho de cabello negro pudiera levantarse -¿Vamos, Kyoudai?- el pandillero preguntó mientras por otro lado Souda se ponía de pie a lado de Tanaka.
Los ojos rojos del monitor de pasillo fueron desde sus cintas blancas recién atadas hasta la mano del de exagerado tupé y así mientras subía por su brazo hasta su rostro, tan enérgico como siempre parecía estar... Cuando no estaba enojado.
-¡Ah, Kyoudai! ¡Por supuesto! Sólo dame un momento, pues hay algo de lo que me gustaría hablar con Tanaka-san y Souda-san- Tomando su mano para levantarse aseguró, la gran sonrisa en sus labios en ningún momento se marchitó al momento de mencionar ello.

-¿Hablar?- Mondo arqueó sus cejas en un primer momento, chasqueando su lengua al a ver a su novio allí tan emocionado con el hablar con esos dos -Ah, oh... Claro
...- algo torpe respondió, era mentira decir que no sentía curiosidad... Pero a su vez sentía que no podía hacer mucho para descubrir de que se trataba.
-¡Te agradezco!- sonriente Kiyotaka dijo -¿Pudieras esperar en el auto? Será sólo un segundo... -

... Tal como pensaba él no le iba a dejar saber de qué se trataba...
... Aun así le quedaba esperar y desear que ese par de raros no tuvieran involucrado a su novio en algo raro... Sí, "raro"... Y eso viniendo del delincuente vestido como hombre lobo.
... Y su novio vestido de "caperucita roja".
Antes de que Mondo pudiera pensar en más ya estaba caminando detrás de Leon siguiéndole hacia el automóvil mientras el otro chico se quedaba con el criador y el mecánico.

-¿Te preocupa?- Kuwata preguntó mientras abría la puerta del automóvil.
-¿Qué va?- Mondo respondió rápidamente una vez el de la peluca había entrado y le había abierto la puerta del copiloto -... Na'a más tengo curiosidad... -Agregó observando por la ventana a su novio con esos dos muchachos, aparentemente haciendo nada más que conversar. Rápidamente y al ver esto su mirada fue hacia la canasta que él todavía al frente suyo sujetaba... ¿Qué podía contener? ¿Nada en realidad? ... Porque en toda esa noche no le había soltado ni por un segundo... Tenía que ser algo importante.

- La curiosidad mató al gato... - Jugando con sus llaves Kuwata mencionó -... Deberían venir pronto, entre más rápido nos vayamos más rápido voy a regresar...-
Oowada miraba todavía por la ventana mientras por igual se dedicaba a escuchar... Estos chicos parecía que no hacían más que conversar y jalonear la correa que Kazuichi se había puesto al cuello... Mondo no sabía en qué clase de juegos sexuales extraños estaban el criador y su novio... Pero fuera lo que fuera era algo de lo que prefería estar alejado... Mucho más si se trataba de ponerse esa cosa en el cuello.
-No sé a qué quieres regresar... - Apartando su mirada, pues no había visto nada interesante Mondo dijo, apoyando los brazos detrás de su cabeza y relajándose en el asiento, durante todo el tiempo allí había estado conversando con Kiyotaka, sin encontrar otra cosa que hacer además de conversar y beber alcohol -... Es jodidamente aburrido allí...-
... Sobre todo lo era cuando se estaba con el reservado monitor de pasillo Kiyotaka Ishimaru...
... Aunque para Mondo ya no lo era tanto...
... No desde que había descubierto que amaba a este tipo y que meramente deseaba pasar cuánto tiempo fuera posible a su lado.

-Hey... - Salió de sus pensamientos al escuchar que golpeaban levemente el cristal... Souda allí haciendo alguna especie de señas raras para que le abrieran la puerta. Claramente el motociclista no perdió tiempo, pues, así como Leon deseaba partir pronto y al llegar a su departamento tal como tenían planeado ver la manera de descubrir lo que Ishimaru se tenía entre manos.
... Nada malo, esperaba él.

Los tres subieron a la parte trasera del automóvil, primero Souda, luego Gundham y al final Kiyotaka... Quien parecía tener una conversación muy animada con el criador...
... Y Leon arrancó el auto.
¿Qué fue lo que ocurrió después de eso?... Pues fue bastante simple... Haciendo honor a su disfraz Leon escuchaba a Kiss mientras a Souda, con las orejas de su disfraz bajadas y la mejilla apoyada en el cristal no le quedaba más que escuchar a la animada conversación que Gundham y Kiyotaka sostenían, así como Mondo, quien no escuchaba más que "seducido por un beso de soledad" o "sobre el odio y la angustia" o algo así como "antes de que la puerta se cierne sobre mí"... Cosas que sinceramente no entendía o quería entender... Algo que ciertamente esperaba fuera parte de un libro o algo así, alguna novela que esos dos hubieran leído.

... Y de pronto habían llegado a su destino... Para empezar y el más cercano... El departamento de los Oowada.
-... Oe... Nos vemos... - Dando una palmada en el hombro de su amigo Mondo dijo, abriendo la puerta.
-¿Dejó al cejotas en su casa?- obviamente refiriéndose a Kiyotaka y bajando el volumen de la música Kuwata preguntó mientras el otro apenas bajaba.
Mondo tragó saliva.
-... N... No... Él viene con...-
-¡Pasaré la noche en casa de Oowada!- Kiyotaka interrumpió -¡Daiya-san ha mencionado que sería importante para nuestra relación el realizar actividades como esta!-
... Por la mirada que Leon dio a Mondo así como Gundham y Kazuichi parecía que estos tres entendían muy bien a lo que el ingenuo monitor de pasillo se refería y aparentemente era el único que no entendió.
-Seh... Eso... - Mondo miró hacia otro lado saliendo por fin.
... Kiyotaka no tardó mucho en seguirle.
Sonriendo a Tanaka este muchacho se aseguró de agradecer y despedirse, concluyendo con un...
-¡Tomaré en cuenta sus consejos, Tanaka-san!-
... Y con eso cerrando la puerta.
"¿Consejos?" Mondo pensó... ¿A qué clase de consejos se refería?
... Sintió un escalofrió recorriendo su cuerpo mientras caminaba con Kiyotaka hacia la puerta de su departamento y Leon ya había arrancado de nuevo su auto, eso no sin antes dejarles un "¡Usa condón, Mondo! ¡Eso es lo que tu hermano mayor hubiera querido!".
... Era molesto... Y lo peor era que tenía razón.
...
-¡Te agradezco mucho el que me dejes pasar la noche en tu casa, Kyoudai!- Una vez habían llegado al lugar y Mondo había abierto la puerta Ishimaru exclamó, en verdad parecía emocionado... Pero quizás no más de lo normal.
-N... No es nada... - Sobando su nuca el motociclista aseguró, cerrando la puerta detrás de sí y entonces intentando encender la luz... Sólo dándose cuenta de la estupidez que su hermano había hecho...
¿Quizás si era un mal hermano?