Aquelarre: Profanar en un beso el reino del cielo. (Soudam) (Parte 2)

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-Retirala... - Nuevamente en palabras de aquel que siempre las alargaba innecesariamente dijo, resultando otra vez algo extraña la sencillez de eso.
Bastó una mirada a todo eso para que Souda comprendiera lo que el más alto quería, y era que, en cierta forma, era tan simple de saber por igual.
Gundham se alejó dejándole el espacio, fue entonces que Kazuichi, tomando ventaja de esto llevó ambas manos hasta su propio abdomen y retiró la camiseta negra que se adhería a sus músculos. Sus abdominales trabajados quedaron expuestos, sus pectorales por igual así como su labio inferior temblaba un poco, pues, apenas había echado esta prenda a un lado podía sentir la mirada apreciativa de Tanaka encima suyo.
El criador observaba a su novio con detenimiento, cada uno de sus músculos bien torneados en su delgado cuerpo. Sonrió, había mucho que le gustaba de Souda, todo en Souda le gustaba y mucho.

-Nya... - Volvió a su papel, de vuelta encima del mecánico imitando ese sonido de ronroneo mientras descendía por su pecho a su abdomen, así mandando escalofríos cuando la punta de su nariz tocaba la suave pero firme piel del cuerpo contrario, la respiración del de cabello rosa se agitaba mientras cerrando sus ojos evitaba mirar. Esta actividad duró apenas un poco, abriendo sus ojos para observar a Gundham en el momento en el que sintió estaba ocurriendo "algo" con su ropa interior.
El muchacho de cabellos bicolor pasó las yemas de sus dedos por encima de la tela de la llamativa ropa interior de su novio, su miembro palpitaba debajo de esta, ansioso por recibir atención.

En un principio el mecánico miraba con un poco de temor al contrario, pues esa sonrisa ligeramente sádica y esa mirada tan llena de lujuria no eran algo que fácilmente cualquiera pudiera considerar "lindo"... A excepción clara de él, sonrió con algo de torpeza, viendo enseguida la perplejidad en el rostro de su novio... Seguido de esto el que le devolviera la sonrisa.
-¿Nyan?- Tanaka pronunció por última vez, haciendo el último de sus gestos con la mano imitando las patitas de un gato, así hasta que se deslizó sobre el cuerpo de su novio, justo al frente de su entrepierna.
Bajó la ropa interior de llamativos colores, apenas un poco pero lo suficiente para que la erección de Souda quedara expuesta.

El miembro del mecánico palpitaba con las venas que le recorrían, fue en este instante y que con este ya expuesto Tanaka se acercó a él. El criador observó con detenimiento otra vez, mordiendo su labio al ver esto -¿Nyan?- con esa inocencia que parecía increíblemente real repitió, mirando desde abajo al muchacho de cabellos rosas mientras con una de sus manos acariciaba sus genitales, jugueteando con estos un poco.

Souda le miraba completamente atento, a la espera de lo que fuera a hacer a continuación... Demasiado obvio lo que ocurriría.
El criador pasó su mano desde los genitales del muchacho contrario por el tronco de su falo, siguiendo el contorno presionando con cierta firmeza con ayuda de su pulgar y el resto de sus dedos. Su mirada en todo momento estaba fija encima del chico al cual comenzaba a masturbar, sonriendo tan travieso con un ligero rubor en sus mejillas, rubor que se iba extendiendo en un tono más fuerte conforme el ritmo de la masturbación iba aumentado.
La espalda de Souda se arqueaba un poco mientras esto ocurría, mordiendo su labio dejándose llevar al igual que antes Tanaka había hecho.

Con firmeza presionaba el miembro de su amado subiendo y bajando la mano con avidez, parecía concentrado en su labor ocupado en continuar hasta que, sin más y dejándolo como algo poco esperado bajó el ritmo, esto a la par que el presemen comenzaba a brotar de la punta humedeciendo esta.
Souda le miró algo confundido con su agitada respiración apenas estabilizándose, fue entonces que el criador acercó su dedo índice hasta la punta húmeda, deslizando la yema de este sobre la abertura apenas un poco tomando un poco del líquido ligeramente pegajoso. Kazuichi para ese momento y apoyado sobre sus codos no hacía más que mirar jadeando un poco, había una parte de él que estaba tan agradecida de que Tanaka se hubiera detenido pues cada vez se sentía más cerca de llegar al final, pero había otra que ganaba a esta: La curiosidad.
Sus acciones aparentemente inmovilizadas tuvieron que cambiar cuando las verdaderas intenciones del de cabello bicolor fueron reveladas, pues este joven, después de haber tomado cuanto había podido con su dedo había acercado este mismo peligrosamente hasta sus labios.

-¿Nya?- pronunció una vez más, y, no era como si a Souda no le gustase la imagen de su novio a punto de comer los fluidos que de él salían, sino que, por ese momento y si quería volver a besarle no quería tener que comérselos también él... No señor, ya había pasado esa época de "auto descubrimiento" él mismo en la adolescencia y no quería volver a eso.
Tan rápido como había podido terminó por sentarse por poco pateando al criador, antes de causar una reacción negativa a causa de esto apresurándose por igual a tomar a su novio por los hombros, acercándolo a su propio rostro y entonces colocando sus labios encima de los del de piel pálida.
Decir que a este chico no le había molestado el ser interrumpido era mentir, él tenía un plan en mente que poco a poco iba cayendo, plan que por supuesto consistía en un "hechizo de seducción"... Aunque bien, sin el collar ni la cadena no podía hacer mucho para tomar el mando... Aunque igual no se arrepentía, deseando lo mejor para "la bestia de ojos rojos y su leal licántropo", así como él disfrutaba de su propia noche.
La lengua de Kazuichi se movía rápidamente dentro de su boca, torpemente cada vez más estabilizando un ritmo de dominio y deseo dentro de la cavidad húmeda y tibia que era la boca de su novio. Aquel beso había empezado en algo muy suave, sin haber tardado mucho en convertirse en lo que en ese momento era, sus lenguas entrelazadas en lo que parecía ser una pasional danza mientras de a poco iba recostando a Tanaka encima de la colchoneta y él ocupando su lugar encima de él.

Cuando Gundham sintió el colchón debajo de su espalda pudo darse cuenta de lo vulnerable que estaba siendo, sin importarle más de lo que había sido un comentario casual, un pensamiento fugaz.
Souda se dedicaba a "esculcar" hasta el último rincón de su boca mientras él, demasiado consciente de lo que ocurría había llevado las manos hasta sus caderas, apresurandose a quitar el botón de sus pantalones y obviamente también descender el cierre, con esto comenzando a deslizar sus pantalones hacia abajo, lo cual, con su supuesta ropa interior invisible (aquella que según él sólo podían observar los que tuvieran un "alto poder astral") le iba dejando completamente desnudo poco a poco.
Kazuichi al darse cuenta de lo que este chico hacía no tardó nada en "cooperar" con él, ayudando a que se quitara estos zapatos completamente.

Sus labios se separaron y tras haber sido las botas eliminadas Souda siguió con su lengua por el cuerpo de su amado, siguiendo el contorno de las heridas antes ocasionadas con sus dientes que sin querer se iban inchando más en la suave y palida piel, fue bajando cada vez más hasta sus abdominales, en este momento separándose para tras haberle deslizado los ajustados pantalones por las caderas irle quitando estos de a poco, así hasta que en sus tobillos el mismo Gundham fue el que los empujó hacia abajo.

Expuesto en casi completa desnudez a excepción de las orejas que todavía adornaban su cabello y las vendas que cubrían las heridas de su brazo le sonrió al que por unos cuantos centímetros era más bajo, levantando su dedo índice haciendo un par de señas con este, esperando se acercara.
Souda le observó así por unos cuantos segundos, el criador debajo de ese pesado abrigo y la bufanda que casi siempre usaba tenía un cuerpo de verdad atractivo, con un musculoso pecho y aquellos abdominales, tal vez era por toda esa apariencia rara de "Dios Oscuro" que él tenía, pero a decir verdad este chico era atractivo... Y tan lindo para Kazuichi, quien por un segundo y casi sin querer ya estaba pensando en lo afortunado que era por tenerlo a su lado.
"¿Qué diablos?" el pensamiento que aparentaba de ser fugaz no se marchaba, mucho más persistente en ese momento en el que Gundham había lanzado sus brazos alrededor del cuello del mecánico para atraerlo hacia sí, juntando sus labios en un beso pues aparentemente él se estaba tardando en acercarse.
Sus labios se vieron involucrados en aquel beso, chasquidos y tenues sonidos que se deslizaban de boca de ambos invadiendo el lugar, los dos tan expuestos y vulnerables en ese anochecer a punto de perderse en su "aquelarre", con las criaturas del bosque resguardandoles tal como el mismo Gundham había asegurado antes.
... Y suerte que los cuatro Dioses Oscuros de la Devastación estaban dormidos, pues siendo otro al caso hubieran escuchado cosas de su criador que él no hubiera querido que escucharan.

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