Aquelarre: Aullando a tu pies, luna del placer. (Ishimondo) (Parte 3).

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-Ki... Kiyotaka... - Mondo miraba a su novio que parecía tan dedicado con lo que hacía, movía sus manos un poco buscando la manera de desatarse, pero a sabiendas de que esto sería complicado, pues el nudo estaba a sobremanera muy bien hecho.

El muchacho de cabello negro colocó sus ojos encima de la etiqueta del lubricante, leyendo encima de esta por un segundo para enseguida levantar la mirada. Sus ojos estaban tan llenos de convicción mientras parecía se estaba esforzando por no temblar.
-Intentaré que mi desempeño sea aceptable, no te muevas Kyoudai... - mencionó y eso fue lo único que bastó para dar inicio a aquello en lo que pensaba.
Derramó una cantidad considerablemente del lubricante en una de sus manos, encontrando su camino hacia a su apretada entrada moviendo un poco la caperuza que se deslizaba por su espalda, comenzaba a respirar pesado mientras junto a esto no separaba sus ojos de Mondo... Mondo que algo nervioso se dedicaba a devolverle la mirada sin poder evitar bajar está un poco, hacia las piernas temblorosas de Kiyotaka, su miembro húmedo de la punta sumergido en su saliva de vuelta erecto y luego el trabajo que este chico estaba haciendo consigo mismo. Ambos corazones acelerados apenas y dejaban andar a sus pulmones con naturalidad.
Ishimaru había encontrado su camino en su entrada primero acariciando por fuera de esta, pasando saliva y cerrando sus ojos mientras se preparaba para esto, la excitación podía mucho más de lo que creía con él.
Introdujo dentro suyo el primer dedo, sintiendo como las paredes de su cálido interior le absorbían y callando un gemido que de su garganta se escuchaba como un sonido demasiado mediocre.

Oowada le observaba atento, deseando poder tocarle aún si fuera un poco. Tal vez Kiyotaka no lo notaba, pero estaba causando un montón de emociones en el motociclista, la mayoría de ellas incontrolables, tanto así que de la fricción que ocasionaba de intentar liberar sus muñecas ya se había lastimado.

Kiyotaka, como si no pudiera ver esto o no le importara siguió con lo suyo, introduciendo el segundo dedo y comenzando a mover este junto al otro dentro suyo, jugueteando con su entrada dejando escapar unos sonidos por demás deliciosos de sus labios, gemidos entrecortados junto al nombre de quien estaba a unos centímetros de él sin poder tocarlo, las ataduras comenzaban a doler tanto.
-Mmn... Ahh~ Mon... Mondo~- las paredes de su cálido interior se aferraban a sus dedos presionándolos entre estas mientras lo que podía ser considerado sólo como incómodo o doloroso se convertía en una actividad por demás excitante, era extraño en cierta forma, pero también le agradaba ver cómo su compañero se desespera por tocarle, le gustaba y quizá más de lo que debería ver el pecho de Mondo subiendo y bajando con esa incontrolable y acelerada respiración, le gustaba ver al motociclista mordiendo su labio, ver su polla palpitar y tener espasmos cada tanto, allí visible y expuesto... Era como si por primera vez en lo que podía ser considerado como un largo tiempo sintiera el control de nuevo, mucho más tratándose de Oowada, el tipo rebelde, grosero y agresivo que nunca hubiera imaginado como su novio... Y a quien en ese momento tenía desesperándose tanto por tocarle, aquel por el que estaba preparando su entrada...
... Por algún motivo la idea le hizo sentirse mucho más caliente.
Cuando se sintió listo y sólo en ese entonces introdujo el tercer dedo, mandando un escalofrió por toda su espalda que desencadenó en arquear esta misma.
-¡Mmn! ¡Ahh~! Mn... Mondo...- por poco y lloriqueó, dándole a su novio ese rostro tan lleno de deseo que parecía suplicarle sólo quería que lo tocara... Pero aún no, sentía podía obtener mucho más de eso.

Con el poco espacio que tenían apenas y pudo deslizarse por encima de Mondo y sin sacar los dedos de su interior, terminando por en un sentido completamente literal pegar su nariz al miembro del muchacho de exagerado tupé con las caderas levantadas en el aire y sus rodillas sobre el suelo, el pecho apoyado en Mondo mientras con su otra mano, aquella con la que no se estaba proporcionando auto placer, sujetaba el grosor de su miembro, olvidándose ya de la correa por completo, quedando esta nada más como un accesorio en el "hombre lobo".
Ahora bien, Kiyotaka dejándose llevar por la lujuria y el deseo pasó su lengua un par de veces por el falo erecto, quitando su mano un poco para poder lamer desde donde comenzaba hasta la punta de este. Pasó su lengua completamente brindándole a Oowada una visión por demás erótica, y era que el muchacho le estaba lamiendo la verga mientras con sus dedos no dejaba de jugar con su culo... Bueno... Que cualquiera y en el sentido sexual hubiera estado feliz de tener esto frente a sus ojos... No tanto considerando el tener las manos atadas detrás de la espalda.
La respiración entrecortada de Mondo no tardó nada en convertirse en jadeos, eso a la par que Kiyotaka dejaba de meramente lamer para introducir la erección dentro de su boca, usando su lengua para jugar cuanto podía dentro de esta mientras se esforzaba por llegar hasta la base, sintiendo como la punta gruesa y escurriendo presemen le embriagaba en su garganta.
El propio miembro de Ishimaru delataba mucho la atención que necesitaba, pues a pesar de haberse corrido hacía apenas unos minutos ya estaba en su plenitud nuevamente.
Mondo, jadeando y gimiendo palabras incoherentes miraba a su novio mientras insistente no dejaba de mover sus muñecas en algo que podía ser tachado de torpe... Aunque no tan torpe en realidad, pues de algo le había servido, sintiendo como sus ataduras cada vez se iban haciendo más y más flojas hasta que... Finalmente había liberado ambas manos de estas... Tal vez Kiyotaka no era tan bueno haciendo nudos como creía.
Ishi por su parte seguía con lo suyo, moviendo su cabeza de arriba hacia abajo y atrapando la erección entre sus labios ligeramente regordetes, había dejado lo que estaba haciendo con su parte trasera por lo cual, considerando lo ocupado que se veía con su polla Oowada pensó en que era buen momento para usar sus recién liberadas manos.
Kiyotaka estaba tan ocupado con su labor que apenas y notó el momento en el que Mondo llevó las manos hasta su cabeza...
... Tomando una sorpresa enorme cuando el motociclista enredó los dedos en sus finos cabellos negros y sin más comenzó a empujar sus caderas dentro de él, introduciendo con tanta rudeza y fuerza a su miembro en su boca... Había perdido el control... Pero no podía importarle menos.

Así continuó por un momento más, toda la boca de Kiyotaka invadida por la hombría de Mondo mientras este se dedicaba a empujar y tomar sus cabellos... Así hasta que le soltó e Ishimaru vio en aquello la oportunidad de pedir lo que desde hacía un tiempo trataba de encontrar.
Se separó del moreno quedando unido por apenas un hilo de saliva en su boca tentadora, con esta entreabierta se dedicaba a intentar formular alguna palabra, intentando recuperar el aliento recientemente perdido.

-Mon... Mondo... - pronunció despacio -... Fo... Follame... - por sus mejillas sonrojadas tan avergonzadas parecía le había costado demasiado pedir eso... No era para menos.

El motociclista no necesitaba mucho más que eso para complacer sus propios deseos y los de su novio... Ya había tenido suficiente de toda esa situación, quería mucho más.
Ágil como tal podía ser tomó al contrario por la cintura, acariciando la piel todavía cubierta por la camisa y elevándolo hasta que había quedado casi en un sentido completamente literal sentado encima de su erección.

-Te veías jodidamente lindo hace un rato, Taka...- declaró pasando su lengua por su labio superior, era cierto, no podía ni iba a mentir con eso, el monitor de pasillo temblando ligeramente y a la vez tan excitado meramente asintió, sujetándose por los hombros cubiertos por la gabardina sin mangas del motociclista mientras sentía el calor de su erección tan cerca de su entrada.

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