Aquelarre: Profanar en un beso el reino del cielo. (Soudam) (Parte 3)

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De sus hombros había llevado las manos hasta su rostro, sujetándole por las mejillas sin parar de besarle y jalándole hacia sí mientras se iba acostando nuevamente.
El miembro de Kazuichi seguía fuera, comenzando a recibir tanta sangre conforme este beso iba avanzando y su lengua lamia por encima de la del criador, disfrutando de su saliva como tantas veces antes en esa noche y como nunca se lo había permitido al empezar a salir, y era que, incluso si no era "inmune a su veneno"... Se arriesgaba a recibir una gran dosis de este.
... Y eso porque le amaba.
La cabeza del muchacho de cabellos bicolor tocó la colchoneta y sus labios se separaron por apenas unos segundos... Segundos que fueron suficientes para que Souda pudiera decir todo aquello que pensaba, todo esto resumido en dos palabras, dos simples palabras que a la vez eran tan complicadas, con un significado tan grande.
-... Te... Te amo... - Declaró... Y con eso Gundham abrió los ojos algo sorprendido, sonriendo enseguida, la respiración de ambos seguía agitada, eso casi sonaba como un jadeo, sin embargo el criador estaba seguro de lo que había escuchado y mucho más de lo que iba a responder.
-... El sentimiento... El sentimiento es mutuo y... Recíproco... -
Bastaron sólo unos dos segundos para que Souda, algo torpe, entendiese lo que había querido decir, devolviéndole la sonrisa y entonces dándose prisa a tomar sus labios.

Besó sus labios con fuerza y pasión, tanto como antes pero a la vez como nunca, la sangre bombeó rápidamente hasta su miembro finalmente formando la erección completa, tratándose del cuerpo de Gundham no había mucha diferencia, pues mientras Kazuichi continuaba besándole y acariciándole había tenido la misma reacción en su cuerpo.
Con el mecánico encima suyo y la erección presente en ambos cuerpos estas no tardaron nada en tocarse, punta con punta se rosaban al movimiento inconsciente de las caderas, un movimiento mutuo y casi torpe... Que se transformó en algo más cuando Souda deslizó su mano desde los abdominales hacia la entrepierna de ambos, tomando sus erecciones para comenzar a acariciar ambas.
Les tomó entre su mano, esforzándose por masturbarles con estos movimientos, algo que entre su beso aunque era complicado ciertamente les brindaba placer, el sentir sus cuerpos tan juntos y el que después de haber casi llegado al clímax pudiera volver acercarse a él era agradable... Sentir a su novio tan cerca era agradable.

Con estos movimientos y el sudor el miembro de Kazuichi se deslizó en algún punto, bajando entre los muslos de Gundham y hacia su trasero, donde aún si no lo parecía su entrada esperaba, entre tanto calor los dos ya estaban absortos por el placer, por lo cual, el mismo Tanaka sin parar de besarle fue el que acomodó sus piernas alrededor de las caderas de su amado, atrayéndolo, llevando su mano tan bien como pudo hasta su erección, tomando esta y guiándola hacia su ansiosa entrada.
-Gun... Gundham... - Souda jadeó, separándose de sus labios con lo que parecía ser un hilo de saliva todavía uniéndoles, ya no eran necesarias más palabras... A punto de ser uno solo ya nada más era necesario, nada más importaba.

Tanaka apartó su mano cuando sintió Souda iba a "hacerse cargo", pues el chico de cabellos rosas había tomado su erección, comenzando a rosar contra su entrada, acariciando un par de veces con la punta rosa en la apretada entrada, pasando esta de arriba hacia abajo arrancando un par de escalofríos, la piel erizada por poco demostrando que no podía esperar mucho más para empezar con el inicio de lo que iba a ser el final de su noche.
La punta comenzó a entrar despacio en el criador, quien, ante sensación que siempre empezaba dolorosa y algo incómoda sólo pudo apretar sus dientes, cerrando sus ojos y con esto tomando unas cuantas respiraciones. El ceño de Souda en preocupación temblaba, calmándose y apenas un poco al ver el rubor rosado que cubría el pálido rostro de su novio.
El calor de Tanaka le absorbía, por poco arrojándole a empujar sus caderas contra el cuerpo del criador... Mas no, meramente dejaba deslizar a su miembro despacio dentro suyo.
Las paredes del criador se abrieron dejándole su espacio al mecánico que se abrió paso en su interior, tenues gemidos que parecía si se estaba esforzando por ocultar se filtraban, los ojos rosas de Kazuichi permanecían encima suyo, le parecía tan lindo así, tan vulnerable e incluso frágil, pensar que ese era el tipo que normalmente estaría gritando que era un Dios Oscuro y para ese momento le devolvía la mirada, con sus ojos entreabiertos, observándole como si de hecho este joven de llamativa apariencia fuera un Dios... Su Dios.
-... Gundham... - Souda jadeó, su respiración estaba algo agitada, su miembro ya estaba completamente dentro del más alto y este sólo respiraba despacio intentando obtener su respiración y ritmo cardíaco común, al menos acostumbrarse a esta sensación.
-... Gun... Gundham... - Eso sonaba más como un suspiro, las caderas del de cabellos bicolor presionaban a su miembro con tanta fuerza y calor, el mecánico estuvo a punto de deslizar su mano por la mejilla de Tanaka... Y sólo a punto, pues antes de que pudiera darse cuenta este mismo chico arrojó sus brazos detrás de su espalda, levantándose un poco con él y sin romper el contacto físico, tomando sus labios en un corto beso antes de apoyar su cabeza en su hombro.

-... Te amo... Kazuichi... - pronunció, abrazándole. Probablemente eran las palabras más simples que había dicho, pero a su vez las que más significado tenían, no sólo por la mención de su nombre, que ciertamente era algo sorprendente, sino también por ese "Te amo"... Seguramente esas eran las tres palabras que Kazuichi se aseguraría de guardar por siempre en su memoria y corazón, cerró sus ojos, sonriendo, podía sentir un poco más calmado el latir de Tanaka mientras le estaba abrazando así y él mismo se sentía ya cómodo, ambos preparados, quizás acostumbrados.
Cuando comenzó a mecer sus caderas dentro y fuera del criador este no le soltó, no en un primer momento, incluso dejando surcos rojos encima de su espalda al abrazarle con fuerza y lo que esto ocasionaba, que de hecho era el que sus dedos de uñas pintadas de negro se deslizaran con esto, dejando aquellas marcas.
Estaban abrazados, Souda penetrándole en calmados movimientos, mas, profundos, con esto ambos emitían sus propios sonidos que podían o no ser tachados de vergonzosos, Tanaka no había dicho más, sobrando sus palabras después de aquella sincera confesión, en cambio, Souda pronunciaba entre tenues jadeos su nombre acompañados de otras palabras que tenían que ver con lo bien que eso se sentía, Gundham le gemía en el oído, el ritmo seguía algo lento pero con fuerza, y, conforme el tiempo fue avanzando este ritmo también lo hizo, llegando al punto en el que Tanaka ya no se pudo sujetar y terminó por dejarse caer en la colchoneta con sus brazos a los costados de su cabeza. Con esto el espacio para moverse era superior, algo que Souda no dejó pasar por nada comenzando a arremeter con fuerza, sujetando las piernas del criador con sus brazos y entonces comenzando a deslizarse dentro y fuera con más velocidad, un ritmo más torpe pero acelerado.
Y esto fue obviamente lo que hizo que los sonidos de Tanaka aumentaran, en gemidos fuertes que estaba demasiado alegre de poder "liberar" en el bosque y a mitad de la noche, donde ningún "sucio mortal" podría escucharle... A excepción de Souda, aunque él no caía para nada en esa despectiva descripción.

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