CAPÍTULO DIEZ

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La semana se había pasado rapidísimo, ya debía volver a la ciudad. No me quería despedir de mi hogar y de mi familia, pero bueno, yo sabía que mi estancia aquí iba a ser corta y que en cuanto saliera una buena oportunidad debía volver.

Christopher no se había comunicado más conmigo, al parecer había herido su ego rechazándolo aquella noche, y era entendible, no debía estar acostumbrado a que alguien lo rechace, y menos alguien como yo. Afortunadamente no me lo había cruzado por ningún lado, porque últimamente mi cuerpo no respondía correctamente ante su presencia, y mi cerebro tampoco.

Abracé a mi madre fuertemente, al separarnos pude notar sus ojos rojizos, de inmediato se llevó la mano a su cara para secar con sus dedos una pequeña lágrima que se había escapado.

-¡Ya no exageres mamá!- le dije riendo y tratando de animarla.

-Es que creí que te ibas a quedar más tiempo aquí- me dice haciendo una mueca de dolor por el hecho de tener que separarse de mí tan pronto.

-Es que esto es importante, además ya sabes que puedes visitarme cuando quieras-le recordé.

-Por supuesto que lo haré, hija- se acerca para darme otro enorme beso en la mejilla- Te amo.

-Y yo a ti mami.

Afuera me esperaba Luis nuevamente con mis maletas. Él era como mi chofer cada vez que iba o salía de la ciudad. Le sonreí y subí a la parte trasera del auto. Me conecté mis auriculares para que la música me distrajera un poco durante el viaje, mientras leía los mensajes de mi mejor amiga Olivia. Casi no habíamos hablado durante estos días y la extrañaba horrible.

De: Oli

¡Hoy si o si tenemos que salir a cenar para ponernos al día con todo! Paso por ti a las ocho, estate pronta.

Sonreí al ver la pantalla, aceptando, aunque sabía que ni siquiera era una pregunta, era una obligación. Mi mejor amiga nunca aceptaba un "No" como respuesta. Me imagino lo que hará cuando le cuente lo sucedido con Christopher, o con Joel... Con lo casamentera que es, ya la imagino gritando de la emoción o tratando de elegir de qué lado está, aunque en realidad no había lados porque no tenía a ninguno de los dos.

Al llegar dejé mis maletas dentro del armario, luego tendría tiempo para desempacar. Ya era casi la hora de que Oli pasara por mi, así que simplemente me quedé vestida como estaba. No estaba tan mal, unos jeans, una blusa y mis vans. Además, cuando nos juntábamos lo usual era que fuéramos a un restaurante de comida rápida, nada elegante ni sofisticado. Esperaba que esta ocasión no fuera la excepción.

Tocó el timbre y abrí la puerta de inmediato, al vernos una enorme sonrisa de oreja a oreja floreció en el rostro de ambas. Entre chillidos y risas nos abrazamos fuertemente.

Ya en el auto y de camino a cenar le conté todo, desde lo que había pasado con Christopher en el club, hasta el enojo de Joel y como me ignoraba, y luego cómo me sentía por lo que había visto de camino a la casa de mis abuelos, y como había reaccionado a eso rechazando a Christopher.

Llegamos y nos sentamos en una pequeña mesa al aire libre. La mesera nos trajo rápidamente lo que habíamos ordenado.

-¡Ya sé!- grita de repente, sorprendiendome mientras terminaba de masticar su hamburguesa.

-¿Qué es lo que sabes?- pregunté.

-Cómo hacer para que veas a Joel.

-No hay que insistir con eso, él no quiere verme.

-Pero no tiene que saber que va a verte a ti, tonta.

-¿A qué te refieres?

-Joel es amigo de Erick, puedo llamarlo y decirle que me ayude con una sorpresa para mi novio, pero en realidad sería una cita contigo- me explica y sonríe ante la idea que se le ha ocurrido.

-No creo que sea una buena idea.

-¿Cómo que no? Ya mismo lo voy a llamar-dijo tomando su bolso y quitando su móvil del interior.

-Tu nunca cambias- le digo en respuesta.

-¿Hola, Joel?... Bien ¿Y tú?... Oye necesito tu ayuda, quiero darle una sorpresa a Erick y necesito preguntarte algo. Ajá, sí nos vemos ahí en una hora... Gracias, te quiero- terminó de decir y colgó, volviendo a guardar el teléfono en su bolso.

-¿Qué dijo? ¿Cómo que en una hora? Se suponía que era nuestra noche para hablar- digo quejándome. Hacia una semana no veía a mi mejor amiga y encima ahora debía abandonarla por un cambio de planes, no me parecía justo.

-Debes arreglarte, tienes una cita con Joel en una hora- me dice con su mirada pícara de siempre.

-Ni lo sueñes.

-Ya vamos, yo te llevo, y esperemos que a la vuelta te vayas con él- agrega giñándome el ojo izquierdo.

-Ay Dios- suspiré rodando los ojos.

-Ya cállate y muévete que no queremos que llegues tarde- dijo poniéndose de pie emocionada. Al parecer ella estaba más feliz que yo por esto. Y no era que no quisiera ver a Joel, claro que quería, pero después de lo sucedido, de sólo verlo se me caía la cara de vergüenza.

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NA: Hola!!! No puedo creer que ya estamos cerca de las 500 lecturas, mil gracias!!! En serio, nunca pensé que iba a llegar a esto tan rápido. Es muy gratificante verlo, gracias por todo!! Espero que tengan una bonita semana, saludos!!

LAZOS CRUZADOS |Christopher Vélez|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora