CAPÍTULO VEINTICUATRO

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(Leer nota de autor al final)

24.

-¡Te lo dije Jazmín! Te dije que no debías acercarte a esa familia- una puntada me sacudió el estómago al escuchar que mi madre me culpaba a mí por su error.

-¿Por qué nunca me hablaste con la verdad? ¿Por qué no me dijiste desde el principio cómo había sido todo?

-Para que no sufrieras, no quería que supieras que tu padre me había dejado porque tenía otro hijo- las palabras me golpean fuertemente.

Esa era la razón por la cual no había tenido un padre, Christopher habia disfrutado a mi padre mientras yo sufría su ausencia.

Y no era que sintiera celos o envidia, no. Era algo más allá, era una especie de deseo que me llevaba a querer haber estado en su lugar, haber compartido los momentos que él compartió junto a mi padre.

-Quiero que me digas toda la maldita verdad de una vez por todas- digo seca y tratando de mostrarme fuerte e inmutable- y ni se te ocurra mentir u ocultar algo. Ya no soy una niña y tengo derecho a saber todo.

-Tienes razón.

-Sí, la tengo. Ahora empieza.

Mi madre comenzó a hablar, de a ratos me perdía en la historia que narraba, aún no podia creer como habia pasado todo, a veces hasta me parecía una broma, o una historia de programa de televisión.

Me contó como ella se había sacrificado no contándole a mi padre acerca de su embarazo para que él fuera feliz junto a su "familia". Aún no podía asimilarlo, era un golpe demasiado fuerte para mi. En tan poco tiempo me habia enterado acerca de demasiadas cosas, cosas sobre mi pasado que jamás hubiera imaginado.

-Y entonces- continúa mi madre- cuando tenías cinco años decidí volver, estaba dispuesta a contarle a Fernando que tenía una hija. Pero al llegar me enteré de que había muerto, ya no había nada que hacer. Un tiempo después conocí a Luis, y él ha estado con nosotras desde entonces.

Un golpe en la puerta me sobresalta.

-Jazmín sé que estás ahí, no entiendo qué pasó, por favor hablemos- siento la voz de Christopher gritar al otro lado, mi cuerpo de inmediato comienza a temblar.

No sé que hacer, no tengo ni la menor idea de como reaccionar, como decirle la verdad. Miro a mi madre, ella está esperando a que tome una decisión.

-Por favor, ve y dile que ahora no puedo verlo.

-¿Estás segura?- pregunta mi madre.

-Sí, no puedo, no estoy lista para hablar con él.

-Está bien.

Mi madre se puso de pie y comenzó a caminar hacia la puerta. Antes de que esta última se abriera me ubiqué detrás de las escaleras, donde Christopher no pudiera verme.

-Lo siento, Jazmín no puede verte ahora- escuché la fría voz de mi madre hablar.

-Disculpe señora, es que ella se fue muy mal. Necesito saber si está bien- Christopher se oía desesperado y su voz se quebraba por momentos.

-Ella está bien, solo que ahora no puede hablar contigo. No te preocupes, ella te llamará- concluyó mi madre para luego cerrar la puerta.

Yo mientras tanto, no podía controlar las lágrimas que salían de mis ojos a mares, y que recorrían mi rostro hasta caer.

-Hija lo siento tanto- dijo mi madre, corriendo hacia mi y abrazándome.

Yo seguía allí sin inmutarme. No podía moverme, mi cerebro no enviaba señal alguna hacia mis extremidades, no podía responder a su abrazo.

-Creo que es mejor que te quedes aquí por un tiempo- comenzó a decir una vez finalizado el abrazo, mientras secaba mis lágrimas con sus suaves y cuidadas manos- sé que no será fácil pero juntas superaremos esto, como lo hemos hecho siempre.

Las palabras de mi madre provocaban mas lágrimas aún. Era cierto, durante muchos años habiamos estado solas, teniéndonos la una a la otra y apoyándonos en todo para salir adelante.

Pero ahora, ahora era tan difícil, sentía un dolor inmenso en el pecho que parecía que nada podía sanar. No podía, no quería ver a nadie. Un escalofrío recorrió mi columna vertebral y me solté del agarre de mi madre, subí las escaleras corriendo, escuché a mamá pronunciar mi nombre un par de veces, pero la ignoré por completo.

Entré a mi habitación y cerré la puerta con llave. Me tiré en la cama y cerré los ojos, lo único que deseaba era dormir, dormirme para siempre y despertar en otro mundo donde todo esto no fuera verdad. Donde tuviera a mi padre vivo, donde él y mi madre estuvieran juntos, donde Christopher no fuera mi hermano. Todo sería tan malditamente perfecto.

Escuché la voz de Shawn sonar en mi teléfono, "There's nothing holdin' me back" era mi tono de llamada. Miré de reojo la pantalla del móvil, una pequeña fotografía apareció en ella, una foto de Christopher sonriendo, me partía el alma en mil pedacitos diminutos.

Maldita sea, Christopher Vélez ¿Por qué eres tan insistente?

No sabía que hacer, no podía esconderme de él toda la vida, al fin y al cabo él tenía derecho a saber que somos hermanos, no podía negarselo como lo habían hecho conmigo durante tantos años.

Pero por ahora no podía hablar, ni siquiera podía articular palabra alguna sin provocar el llanto.

Tomé el teléfono, colgué la llamada y lo apagué. Guardándolo en el primer cajón de la mesita de luz. Al hacerlo recordé que en el siguiente estante mi madre guardaba sus pastillas para dormir, ya que a mi padrastro no le gustaba que ella las tomara, por lo tanto las tenía escondidas en mi habitación.

Saqué la cajita que aún contenía unas diez pastillas aproximadamente. Jamás había tomado una de estas, o al menos si lo había hecho no lo recordaba. Entonces supuse que con una sería más que suficiente para dormirme y olvidarme de toda esta mierda por bastante tiempo, al menos unas cuantas horas, por ahora, serían más que suficiente.

Miré a mi alrededor, no había agua que me ayudara a tragar más fácilmente la pastilla, y salir de la habitación no era una opción. Por lo tanto introduje la pastilla en mi boca, de inmediato sentí un sabor amargo, bastante asqueroso. Sin pensarlo más la tragué en seco. La pastilla recorrió lenta y dolorosamente mi faringe y esófago hasta por fin llegar al estómago.

Me recosté en la cama mirando al techo, mi mente se encontraba en blanco, aunque de a ratos una lágrima se escapaba y recorría mi rostro hasta fundirse en la almohada.

Un tiempo después todo empezaba a dar vueltas, mientras mis ojos se cerraban lentamente para luego abrirse de nuevo. Con cada pestañeo la visión era más borrosa, hasta que todo se volvió completamente negro.

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NA: Hola hola holaaa!
Bueno, antes que nada quería decirles a aquellas personas que sólo leen los capítulos narrados en el presente, es decir la historia de Chris y Jazmín, para comprender mejor lo que está pasando deberían leer también los capítulos en el pasado, es decir los de Karen y Fernando, ya que si no lo hacen pueden haber varios detalles que se pierden y que aportan bastante al presente y a la historia. Sé que muchas sólo leen la historia porque está Christopher, y está bien, yo lo he hecho, pero mi consejo para que comprendan mejor todo es que lean todo, jaja. Pero al fin y al cabo la decisión es suya, así que lo que hagan estará bien mientras no se pierdan en la historia.

Bueno en fin, como siempre, pido disculpas por haber pasado tanto tiempo sin actualizar, me súper colgué. Estuve leyendo y viendo series (me súper enganché con Shadowhunters, deberían verla, es DEMASIADO genial!!!!) y por eso demoré bastante. Voy a tratar de que no se repita. Gracias por seguir estando a pesar de mis demoras.

Saludos, lxs quiero😊

LAZOS CRUZADOS |Christopher Vélez|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora