CAPÍTULO DIECINUEVE

1.1K 113 5
                                    

-¿Y bien?- dije mientras mi madre tomaba asiento en el sofá preparándose para hablar.

-Antes que nada, quiero que sepas que todo siempre lo hice pensando en ti, y si no lo dije antes fue para que no sufrieras.

-Si mamá, ya empieza.

-Bueno todo empezó hace muchos años, cuando yo era joven y conocí a un hombre, su nombre era Fernando. Nos enamoramos, para mí todo era perfecto cuando estábamos juntos, pero luego...

-¿Si?

-Luego entramos en una relación pero sus padres no me aprobaban, en especial su padre, no me querían.

-¿Por qué no te querían?

-Porque pensaban que era poco para su hijo, que él merecía alguien mejor.

Mi madre hizo una pausa, al parecer era duro para ella recordarlo.

-Estuvimos separados por un tiempo ya que él tuvo que hacer un viaje, en ese tiempo descubrí que estaba embarazada.

Sus palabras entran de golpe en mi, y mis sospechas se cumplen. Aquel hombre, Fernando, era mi padre.

-Mi padre... ¿Él es mi padre?

-Así es, Fernando era tu padre.

-¿Por qué hablas en pasado?

-Porque él ya no está entre nosotros- un escalofrío me recorrió al escuchar aquellas palabras.

-¿Cómo que no está?- dije quebrando levemente mi voz. Mi corazón comenzó a acelerarse, aunque no quería creerlo, sabía a lo que mi madre se refería.

-Cuando quedé embarazada, por el bien suyo me vi obligada a irme sin decirle nada- una lágrima comienza a deslizarse por el rostro de mi madre, ella de inmediato la elimina con su mano.- Cuando tenías 5 años volví, estaba dispuesta a todo para que conocieras a tu padre, para que ambos supieran de su existencia.

-¿Y que pasó?

-Me enteré que Fernando había muerto hacía dos meses en un accidente de carro- responde mi madre con una expresión de dolor en su rostro.

Muerto. Mi padre estaba muerto.

Me encontré a mi misma apretando mi mandíbula lo más fuerte que podía para contener el llanto. El típico nudo en la garganta apareció y una angustia horrenda inundó mi pecho. No conocía a ese hombre, sólo había visto una foto y sus sentimientos reflejados en una carta, pero aún así me había ilusionado con la idea de conocerlo.

Había pensado que ahora sí tendría a mi padre junto a mi, que a pesar de todo después de tantos años podría conocer al hombre que me había dado la vida. Y no, nada de eso se cumpliría, tal vez lo más cerca que podría estar de él era una tumba, en el cementerio.

Luego de unos segundos me di cuenta que de alguna u otra manera, la culpa de esto recaía sobre mi madre ¿Por qué nos había alejado? ¿Cuál había sido esa razón que me había impedido estar con mi padre?

-No entiendo por qué lo hiciste, por qué me alejaste de él y por qué no le dijiste que estabas esperando un hijo suyo.

-Fue por su bien, él... Yo, nosotros ya no podíamos estar más juntos y no porque no lo quisiéramos, fueron factores externos los que influyeron.

Estaba claro que mi madre no quería hablar más, se la veía muy mal y yo no sabía si podía soportarlo, era mejor dejarlo por aquí.

-Necesito pensar las cosas- le dije de repente. Ella asintió y tomó su bolso poniéndose de pie.

-Está bien, creo que lo mejor es que te quedes sola.

-Si, gracias.

Mi madre se acercó a mi y besó mi mejilla, a lo cual presté nula atención y continué con la vista en un punto fijo, sin poder desviarla.

Sentí el golpe de la puerta al cerrarse y me derrumbé completamente. Me recosté en el sillón y recién en ese momento las lágrimas comenzaron a salir, no podía quitarme de la mente la foto de mis padres, juntos.

Aún no comprendía por qué me dolía tanto, por qué lloraba la muerte de un desconocido. Supongo que tal vez era aquel famoso "llamado de la sangre" que mencionaban en las telenovelas, tal vez no era sólo su muerte la que me afectaba, sino haberme enterado tan tardíamente de todo.

Ya había oscurecido y yo no podía estar más encerrada así, necesitaba despejar mi mente y tomar algo de aire.

Tomé únicamente las llaves del departamento y salí, sin ninguna de mis pertenencias. Deje mi bolso y mi celular, sólo quería alejarme de todo y despejar mi mente.

Salí del edificio y comencé a caminar sin rumbo alguno, pasé por una plaza y vi a una familia, la mamá, el papá y una niña pequeña jugando, tal vez tenía unos 4 años. Esa podría haber sido yo, así podría haber sido mi infancia junto a mis dos padres, pero no, nada había pasado así.

De repente veo que un hombre, con un aspecto bastante desagradable y al parecer ebrio se acerca a mi. Un escalofrío recorre mi cuerpo cuando veo que comienza a hablarme.

-¿Por qué tan solita?

-No está sola- siento una voz a mis espaldas. De inmediato volteo para ver a Christopher, quien me mira preocupadamente y se posiciona entre el hombre y yo.

-Está bien amigo- dice el hombre quien hace un gesto menospreciando la situación y subiendo sus brazos desentendiéndose de todo- Está todo más que bien- agregó y continuó su trayecto.

-¿Qué haces aquí?- le pregunto.

-Vi que estabas mal y decidí seguirte. Perdón pero no podía dejarte salir así sola de noche.

-Estoy bien- respondo intentando ser fuerte.

-No lo estás- dice acercándose a mi y colocando su dedo en mi mentón, levantando mi rostro para mirarme a los ojos- ¿Qué sucede, Millán?

Sonrío levemente al escucharlo decir mi apellido, amaba que lo hiciera, sonaba lindo saliendo de él.

-Yo sólo... No quiero hablar de eso- le digo y mi voz se quiebra al final.

La cara de Christopher reflejaba preocupación y eso me provocaba aún más ganas de llorar, pero no sabía por qué, pero tenía la necesidad de mostrarme fuerte ante él.

-Está bien ¿Quieres que caminemos? Podemos hablar de otra cosa para que te olvides del problema que tienes.

-Ajá- asentí moviendo levemente la cabeza.

De un momento para el otro Christopher me abrazó, un cálido y hermoso abrazo que me reconfortaba y volvía a armar mis piezas rotas al menos por un momento.

-No te preocupes, sabes que estoy para lo que necesites- me dice y por primera vez en muchas horas me siento medianamente bien, siento que tengo su apoyo y más que nada, fuera real o no, me sentía querida.

_______

NA:

Hola!!!!

YA SOMOS MÁS DE 1K!!!! No puedo creer que ya llegamos a tantas lecturas, estoy súper hiper mega feliz!!!! Quería agradecerles, mil gracias por leer, de verdad no saben lo significativo que son para mi sus visitas, votos y comentarios, me hacen muy feliz. Espero que estén pasando bien, nos vemos en el próximo capítulo!!!

¡MIL GRACIAS POR TODO!

Saludos:)

LAZOS CRUZADOS |Christopher Vélez|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora