LAZOS CRUZADOS |Christopher Vélez|

CAPÍTULO ONCE

-¡Más rápido!- me gritó mi amiga que me llevaba dos metros de ventaja mientras yo subía los escalones del edificio con desgano.

-Sinceramente no entiendo por qué insistes en que haga esto si él me va a rechazar- le respondo alcanzándola.

-De ninguna manera, tienes que arreglar las cosas con él- rodé los ojos en respuesta y la seguí hasta el ascensor.

Llegamos a mi departamento y al ingresar encendí la luz, Olivia de inmediato corrió brutalmente hacia mi dormitorio en busca de algo para ponerme.

-Estos dos son lindos- me dijo sosteniendo un top en cada mano, uno era rosa pálido y el otro negro- Creo que el rosa quedará bien con tu piel, además el negro es demasiado clásico y no queremos que aburras a Joel.

-Está bien, me pondré el rosa- respondí a su sugerencia tomando el top elegido, no agregué nada más al respecto porque cuando a Oli se le metía algo en la cabeza, no había quien la parara.

-Creo que esta falda estará bien- dijo mientras me mostraba una falda blanca, era casi igual a la que había usado la noche que salí con Christopher. La imagen volvió a mi mente de repente, recordando su tacto en mi cuerpo, su mano en mis muslos, acariciándolos y...- Oye ¿Qué te pasa?

-Nada ¿Por qué?- respondo algo desconcertada.

-Estabas mirando a la nada como una tonta, un poco más y se te caía la baba- me dice y expulso una carcajada en respuesta.

-Dame eso- digo tomando la falda blanca junto con el top rosa y me abro paso hacia el baño para cambiarme de ropa.

Me visto y realmente me gusta como se ve la combinación de ambas prendas en mi cuerpo. Suelto mi cabello ondulado hacia ambos lados de mi cara y salgo del cuarto de baño. Sentada en mi cama me espera Olivia expectante.

-¿Qué tal?- le digo pidiendo su opinión al respecto. Una sonrisa se forma en su rostro de inmediato.

-¡Me encanta! Sólo falta algo...

-¿Qué?

-Maquillaje, ven aquí que yo me encargo- me dice tomándome de la mano y acercándome a ella.

-Tu eres un peligro, no me vayas a dejar como un payaso- le digo bromeando.

-Cariño, me ofendes- me dice en respuesta mientras me conduce al tocador.

Dejé que Oli me maquillara, y debo admitir que me encantó el resultado. El labial bordó hacía contraste con los tonos claros de mi ropa. Mientras que los ojos estaban bastante naturales, enfocando toda la atención en mis labios oscuros.

Lo que me desanimaba era pensar que estábamos de tantos preparativos y tal vez Joel se negaba a verme, o me rechazaba. Tenía ese miedo presente en mi mente y no lo podía quitar de allí.

Apagué la luz de la sala, tomé mi pequeño bolso y salimos del apartamento. Aguardamos unos minutos mientras bajabamos hacia la recepción en el ascensor. Al llegar pude ver a una de mis vecinas sentada en un sillón, vestía de negro y tenía unas terribles ojeras. No quise ser imprudente así que le pregunté a la recepcionista si había sucedido algo.

-Su marido falleció hace dos días- me dice en respuesta y hace una pausa- están concretando la venta del departamento, ella se irá de la ciudad con su familia.

-Oh, que horror- le respondo. La noticia me había tomado por sorpresa, no tenía mucho trato con ellos pero el señor Barnes parecía ser muy buena persona.

No sé que hacer, me encuentro dudando entre ir y darle el pésame a la señora, o simplemente irme y dejarlo así. Pienso que la última opción sería muy desconsiderada de mi parte, a pesar de que no somos muy allegados, quedaría horrible, así que me acerco.