Después de la comida, todos se sentaron en la sala donde los sillones estaban frente al ventanal tomando una taza de café para bajar la comida, Alec miraba a los dos niños Bane, ya no tan niños, y a veces miraba al Bane mayor, Magnus que parecía querer desaparecer bajo esa taza y no dirigirle la mirada.
— ¿Y en qué están estudiando?— preguntó Alec.
No quería ser descortés, eran los hijos de Magnus y lo que menos quería era recibir el desprecio de un guerrero estrella, menos cuando sus deseos de besar eran mucho más grandes.
—Yo estoy estudiando instrumentista.
Max parecía mucho más agradable, risueño, desprendía simpatía de él y le agradable.
—Yo psiquiatría.
En cambio Rafe, tenía un humor más serio, desconfiada, protector si las situaciones eran ofensivas para lo que quería, por alguna razón le recordaba a él y eso era un poco chocante.
—Es bueno que hayan avanzado tanto, les felicito.
Pudo ver la mirada sonriente de Magnus detrás de aquella taza, y la mirada emocionada de Izzy que veía a todos, ocultando algo en su mente.
— ¿Y a ustedes que le llevó hasta aquí? ¿No estudian? ¿Donde está su familia?
Jace, quién había estado mirando por el ventanal dirigió su mirada a Raphael.
—Una desgracia, no estudiamos y están muertas.
La cara de los dos chicos Bane fue algo bien épico, lo directo que había sido Jace también había hecho atragantar a Alec, como Magnus e Izzy con el café. Nunca había sido tan directo como ahora.
—Lo siento chicos, fuimos adoptados por una misión de las estrellas que la luna les dio, hubo un fallo en ello y por eso estamos escapando, no estudiamos ya que al no tener familia, y estábamos en un orfanato no tuvimos oportunidad— arreglo Alec— perdonen a Jace, no estamos de un humor agradable.
Siguieron hablando de otros temas, recuerdos de los cuatros que hacían reír y darle un poco más de ánimo a Jace, Isabelle había estado en toda la niñez de los hijos de Magnus ¿Por qué no fue capaz de buscarlo? Tragó en grueso, se paró de su lugar y se acercó al ventanal, Brooklyn, como había dicho Magnus, era una ciudad hermosa y se veía bien detrás de aquella ventana, se cruzó de brazos y trató de apartar el dolor punzante que se había plantado cerca de su corazón. Isabelle, su hermana menor, que había pasado en compañía de otros niños antes de buscarlo.
—Ali.
Y ahí estaba, a su lado, tratando de hablar y arreglar aquello, no quería hablar.
—Deja de presionarme.
Se sentía capaz de establecer una conversación sin pelear, tenía tantas preguntas que hacerle que no sabía cómo reaccionar si escuchaba las respuestas.
—Me miras como dentro de ti sintieras odio por mí, hasta creo que es mucho peor que cuando me viste la primera vez y no sabías nada.
Alec suspiró, era un libro abierto y no controlaba sus impulsos, no podía evitar ser más amable, menos con su hermana ¿Que ser despreciable hacia eso?
— ¿Por qué no me buscaste?
La chica suspiró y dibujo con su dedo garabatos transparente en el ventanal.
—Tenía miedo, de que me culpara por haber separado a la familia, eras feliz Alec, tan feliz con nuestra familia que yo llegue y pasó esto.
Alec la miró, parecía pequeña, trataba de mirar otro lugar que no fuera a él, este acercó su mano hasta el hombro de la muchacha y la apretó con un poco de suavidad.
—Nunca te culparía de nada— susurró Alec— ¿Puedes explicarme cómo estás...?
— ¿Viva? — Continuo Izzy— la luna escuchó tu deseo, y a tenerte aprecio porque tú creas en ella, me dio vida, soy una estrella muerta, cuando mi misión acabe entonces voy a descender con una despedida justa.
— ¿Qué?
La miró preocupado, la tomó de los dos hombros y buscó su mirada, los ojos de la muchacha estaban brillosos, aguantando llorar.
—Las estrellas muertas viven hasta que se cumple su misión o su tiempo, después mueren, caen para hacer aquella muerte una digna despedida.
Alec la atrajo hacia él, abrazándola entre sus brazos, podía sentir en su interior que algo de su misión tenía que ver con él, sintió las manos de su hermana pasar por la espalda de él y después sus sollozos.
— ¿Cuál es tu misión?— susurró.
¿Cuánto tiempo tenía? Quería compartir cada momento con ella, se sentía mal por haberla tratando mal, se retaba por aquello, por no haber preguntado antes esto, por no enterarse.
—Le pedí como mi misión a la luna cuidarte hasta que estuvieras a salvó.
Alec no pudo evitar llorar abrazando más a su hermana a él, no podía soportar una segunda muerte de su hermana menor.
—Te odio por hacer esto—sollozo Alec— no me dejes hermana, te quiero, no me dejes, no mueras una vez más, no podré soportarlo.
ESTÁS LEYENDO
Pidiéndole a la luna. •Malec•
Fanfic||Malec|| Todo dependía de la luna, si quería cumplir el deseo de Alexander y no llevarlo a su propia muerte. Publicado en el: 2017