Moonlight / Luz de luna.🌙

22.8K 694 48
                                    




No veía más que oscuridad, que se apoderaba de todo incluyéndolo a él. Sentía flotar como si se sumergiera en el agua, y podía ver mechones de su propio cabello claro moverse lentamente frente a sus ojos, —como si fueran llevados por una débil corriente de agua— y más allá de ellos, sólo podía contemplar un espacio sin fin extendiéndose a todo lo largo y ancho del lugar.
No había un final en aquel desolado y deprimente sitio reinado por las penumbras, digno hogar del propio dios Érebo y su distinguido linage obscuro, su noción del tiempo y lugar se perdió hacía bastante, ya ni siquiera sabía dónde había quedado el comienzo del camino, o si por lo menos existió uno alguna vez. Sólo sabía que estaba ahí & que aparentemente no había salida. Debería de estar aterrado, lleno de pánico, o tan siquiera un poco desconcertado, se planteó, pero una calma ajena extrañamente agradable se había apoderado de él por alguna razón que desconocía, recorriendo sus brazos y piernas, adormeciéndolo con lentitud hasta dejarlo completamente inmóvil, como un veneno letal que corría por sus venas, un dulce, dulce veneno.
Se percató también de que en el cielo las estrellas no brillaban, y que tampoco había paredes visibles que las ocultaran haciendo que la única luz en el lugar pareciera provenir de su propio cuerpo, ya que podía ver como sus brazos despedían una tenue luz blanquecina, parecida al brillo de la luna, que creaba una mínima iluminación a su alrededor.
¿Estaría soñando?, se había preguntado a si mismo varias veces, ya que aquello era tan real, tanto, que si se movía un poco podía sentir agua a su alrededor, rozando su piel como pesadas y suaves sábanas. Que fuese real le resultaba imposible, ya que la única manera de estar en un lugar como aquel, era ir al fondo Del Mar, directo al abismo, a la zona béntica, donde los rayos del sol no llegaban, donde los bentos nadaban sin rumbo, ciegos y perdidos, tal como él lo hacía.
Éter no desplegó su divino cielo, mucho menos Astrea su ejército de estrellas, sabía que no estaba en ningún lugar, y a la vez estaba en todos, perdido en el tiempo y en el espacio, por un momento se imaginó flotando de nuevo en agua y pensó, ¿Estaré realmente en el fondo Del Mar?... Esa deducción se descartaba por dos únicas razones, la primera, porque si estuviera en el fondo del mar la presión lo aplastaría como a una nuez, y la segunda y más importante, porque era capaz de respirar ahí abajo...
De un momento a otro, la luz de su cuerpo comenzó a apagarse, como si la batería de una linterna se hubiera consumido, fallando poco a poco hasta extinguirse por completo y dejarlo en la penumbra total.
Ya no podía ver ni sus propias manos frente a él, algo que le aterrorizó completamente. El pánico activó su fuente de adrenalina aniquilando aquella calma de raíz. Comenzó a tirar patadas y brazadas, —sintiendo la desesperación apretar su tráquea y robarle el aire que le quedaba en los pulmones— pero sólo sentía como golpeaban el vacío, llenando su cuerpo de desesperación e impotencia, ¿Se estaba muriendo, y no podía hacer nada al respecto? instintivamente llevó las manos a su pecho, estaba frío como el metal y no se movía ni un centímetro ¿su corazón aún latía?, no sentía que lo hiciera.
La poca energía que le quedaba se fue consumiendo igual que la luz, volviendo a dejar su cuerpo inmóvil. Aquel lugar le arrebataba todo sin consideración, el aire, la luz, el calor, la energía, y ahora lo privaría de la conciencia también, y no dudaba que después de ella, le arrebatara la vida.
Sus ojos se estaban cerrando, & la oscuridad sólo se intensificaba cada vez que los volvía a abrir. Los párpados se le cerraban cada vez con más fuerza, como si pesaran una tonelada, vencidos por el agotamiento, y sabía que en cualquier momento se quedaría profundamente dormido. El sueño se apoderaba de él con tal fuerza, que estaba a punto de perder el conocimiento...
Mientras la sangre de su cuerpo se enfriaba, él solo era capaz de pensar que lugar era ese, cuantas personas habrían caído en él, y lo más importante, ¿Cómo había llegado él hasta ahí? Su memoria estaba vacía, no podía responderse esa mínima pregunta. El muchacho dejó escapar un último inspiro, tan profundo como sus pulmones fueron capaces de soportar, y sin encontrar aire, su cuerpo comenzó a desconectarse...
Un parpadeo, dos parpadeos, tres parpadeos, lentos y rápidos como El Paso del tiempo, relativos, fugaces y desconsiderados, arrebatándole todo...

Moonlight Race: Alma de fuego.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora