Capítulo Diecisés

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Capítulo dieciséis.


6 de mayo, 2015.

Dexter termina de hablar muy frustrado, tiene círculos oscuros alrededor de sus ojos que dan fe y prueba de que tal como lo explica su relato, no durmió anoche.

— ¿Pasa a menudo?

—A veces, no sé qué las activa. Ella solo se duerme y luego está gritando y llorando. Y entonces le asusta volver a dormir ¡Es una mierda! Porque sufre y no puedo hacer nada.

—También tiene estos episodios inestables cuando está despierta ¿Verdad?

—Muy pocas veces.

Como aquella vez en la enfermería de su escuela en donde parecía fuera de sí misma. Fue doloroso de presenciar aquella vez, tiene que ser doloroso verlo con más regularidad, y el cansancio en Dexter me lo confirma.

—No puedo ocultar esto, porque es algo que la afecta directamente y que le está haciendo daño.

—Pero jodidamente no se lo causo yo.

—Lo sé, no te estoy culpando. Solo te digo que debo exponer esto—recuerdo el consejo de Leslie hace unas semanas cuando le hablé del episodio de Skylie, hace casi un mes—.Skylie pasó casi un año en las calles, no sabemos a ciencia cierta qué sucedía en las calles y es cerrada sobre ello.

»Es mi deber programarle sesiones con un psicólogo, tenemos varios disponibles y si no te molesta, creo que sería bueno que también tuvieras sesiones porque de alguna manera esto va a afectarte.

— ¿Hace esto el caso más difícil, verdad? Porque ¡Maldita sea! Lo intuía, pero no podía ocultártelo.

—Esto cambia un poco la perspectiva—no miento—, pero no tacha todo lo bueno que has demostrado ser para ella hasta ahora.

Estiro mis piernas frente a mí, estamos sentados en una banca en una plaza, él está muy cubierto para despistar, supongo que funciona porque nadie se ha acercado a pedir autógrafos o tomar fotografías.

—Está bien, no tengo ningún problema con la idea del psicólogo, se programa. Todo sea por ayudarla, por ayudarnos.

—Me haré cargo de ello, Dexter.

—También tenemos otro problema.

— ¿Cuál? —pregunto alarmada.

—Es un problema entre nosotros—nos señalas—, porque no puedo ignorar que malditamente nos besamos y que fue jodidamente bueno. Ni tampoco puedo ignorar que soñé contigo y no llevabas ropa, creo que te puedes imaginar de qué iba ese puto sueño.

»Y, seré honesto ¿Cuándo te veo alejarte? Me como con la vista tu culo y cuando estás sonriendo pienso que eres preciosa. Pero no es todo, cuando comes dulces quiero lamerlos de tu boca y eso es un jodido problema ¿Verdad? Lo es cuando debemos ser profesionales.

Santo jodido infierno.

Tengo miedo de voltear a verlo, así que permanezco con la vista al frente. Soñó conmigo sin ropa y piensa todas esas cosas. Tenemos todo esto sucediendo entre nosotros y no sé cómo lidiar con ello.

—Ese es un problema—termino por concordar, él ríe suavemente y eso me hace voltear a verlo— ¿Qué es lo divertido de esta situación?

—Que te dije que jodidamente soñé contigo desnuda, que quiero lamerte la boca, que me como tu culo con la mirada y no enloqueces. Eso solo confirma que el problema es jodido y grande porque significa que el problema no viene solo de mi puto lado. Que es un problema de dos. De nosotros dos ¡Joder!

La D no es por Dexter (BG.5 libro #4) Disponible en libreríasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora