Capítulo Treinta y Cuatro

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Capítulo treinta y cuatro.



24 de junio, 2015.

Perder a quien se ama no es fácil y puedo afirmar que nunca dejará de doler. He estado ahí, lo he vivido. Sucedió con mamá y luego sucedió con bebé Arthur.

Las cosas con BG.5 son caóticas, es como si no pudieran entender todas las cosas sucediendo a la vez. Es un punto en el que el equilibrio se perdió y la balanza se inclina hacia lo negativo.

Cierro la puerta de mi apartamento, masajeo mis sienes y tomo los recibo de servicios que debo pagar. Me quito los zapatos, arrojo las llaves al mesón y dejo mi bolso ahí. Ojeo las facturas y suspiro, ojalá los problemas fueran tan fáciles de solucionar como pagar una factura cuando cuentas con el dinero para hacerlo. Me saco la chaqueta y camino hasta la nevera para sacar una botella de agua, presiono la botella contra mi rostro, aun cuando Eva siempre me dijo que no lo hiciera, y luego doy un largo sorbo. Tomo mi celular y veo que tengo múltiples mensajes de Leslie, pero antes de poder responderle, Dexter está llamándome.

—Hola... —No sé muy bien qué decir, siento que es una situación delicada.

—No es necesario que vengas hoy, ya...Ya no está. Jodidamente se ha ido —Sorbe por su nariz y cierro mis ojos sintiendo el dolor que transmite los gritos que se escuchan de fondo. Lo entiendo.

—Yo...Lo siento tanto. Sé que no le conocí por mucho tiempo, pero...

—Gracias...Esto es tan terrible, tan repentino y... ¡No puedo decir ni una puta cosa! —Su voz se quiebra—. Quiero ser de ayuda, quiero decir algo, pero no tengo ni una puta palabra. En un lado está lo de Skylie y ahora esto...No es justo, ¡Jesús! No es nada justo.

Un leve sollozo escapa de él, pero se ve opacado por la persona que de telón de fondo llora y grita que es mentira. Es como ver a través de un espejo lo que yo viví en el 2014, cuando perdí a mi sobrino. Quizá sea nueva en ello, tal vez no le conocí lo suficiente, pero no puedo solo quedarme aquí. Quiero estar con Dexter.

—Tomaré una ducha y me encontraré contigo —Incluso cuando estoy tan cansada, eso no importa.

—No es necesario...

—Quiero hacerlo, Dexter, quiero estar para ti. Quiero ser de ayuda para ustedes en un momento como este.

No dice nada durante unos segundos, luego respira muy hondo antes de estar de acuerdo, no lucha conmigo y eso me hace saber y confirmar, que me necesita. Que necesita un apoyo al igual que todos en este momento, sobre todo la familia directa.

—Estaré ahí en una hora, me daré prisa.

—Está bien...Y gracias, sé que no han sido días bonitos y que yo...

—Dexter, detente. Sé que no eres un idiota y que tienes tus malos momentos, como también sé que estuviste para mí cuando más sola me sentí, ahora yo quiero estarlo para ti. Te veo pronto... —Hago una breve pausa—. Te quiero.

—Yo también te quiero, te espero.

Finalizo la llamada y suspiro. En medio de todo esto ni siquiera he podido hablar con Dexter para hacerle saber de qué conozco a la tía que reclama la custodia de Skylie, ha sido tal la conmoción de lo sucedido que él ni siquiera ha pensado en ello. Básicamente luego de que Ethan diera la noticia, todo fue un borrón. Movimientos con rapidez, la puerta siendo cerrada en el rostro de la mujer, luego todos saliendo del apartamento e yendo al hospital al que le habían ingresado. La preocupación, el dolor, el brindar un apoyo. Fue caótico y ahora ha acabado, porque no han podido salvarle y su vida se ha apagado.

La D no es por Dexter (BG.5 libro #4) Disponible en libreríasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora