Capítulo cuarenta y tres (Parre I).
3 de agosto, 2015.
—Es chocholate.
Alzo mi vista del libro de dibujos que me muestra Harry Daniel para ver como Halle sostiene en un abrazo de muerte a un cachorro pequeño, blanco y hermoso. El perro ladra y luego lame su rostro, la cumpleañera Halle suelta una adorable risita y lo abraza con más fuerza. Pobre cachorro, no sé si soportará ese nivel de amor.
—Hal, suelta a chocholate. Le duele —exige Harry Daniel, a quien llaman Dan, mientras se acerca a su pequeña hermana—. Dámelo.
—Nope dope. Es mío.
—Es nuestro. Déjalo —Vuelve a exigir el hermano mayor.
— ¡Noooo!
Dan intenta tomar el perro, Halle lo empuja con su cuerpo, Dan consigue sacarle el pobre cachorro y ella pierde el equilibrio cayendo de culo al suelo. Ufs, pensarías que esta es la guerra de Troya versión infantil. Dan está claramente sorprendido de que su hermana terminara en el suelo y de inmediato suelta al pobre cachorro que sabiamente huye de la escena del crimen. Me pongo de pie para acercarme a la pequeña en el suelo. Su labio inferior sobresale en un puchero tembloroso antes de que gruesas lágrimas comiencen a caer. No creo que lo finja, fue una caída digna de Youtube. Abre su boca y el llanto comienza. Estoy un poco desconcertada de que se vea tan bonita llorando y que su llanto no sea tan tormentoso.
— ¡Oh, Halle! Lo siento —Dan se acerca a ella y se arrodilla. Ella golpea su mano cuando él intenta tocarla y alza sus brazos a mí, cuando llego hasta ella, para que la alce.
Lo hago y de inmediato deja su cabeza contra mi hombro mientras siento sus lágrimas humedecer mi camisa. Dan luce como si le rompieran el corazón e intenta tocar su pierna, pero ella casi consigue patearlo. Alguien está un poco rencorosa.
—Ya no te quelo —Lloriquea Halle y casi rio porque estoy segura que mis hermanas y yo éramos así.
—Pero, pero lo siento. Dile que lo siento —Me pide Dan, pero antes de que pueda intervenir en este conflicto fraternal, Harry aparece.
Él enarca una de sus cejas hacia Dan luego a la niña lagrimosa que sostengo, suspira y me pide que le entregue a la niña, ella se acurruca contra su papá y él se agacha para estar a la altura de Dan. Yo no puedo evitar observarlo todo.
— ¿Qué sucedió ahora?
—Nito me empujó —Le informa Halle cuando Harry la sienta sobre su rodilla y acerca a Dan para tener una confidencial reunión.
— ¿Y por qué Nito te empujaría, dulzura?
—Tenía a Chocholate muy fuerte, le dolía, papi —Ahora es Dan el que habla. Harry suspira de nuevo.
—Halle, ya hemos hablado sobre cargar a Chocholate, a él no le gusta y se pone triste. Y Dan, sabemos que Halle es más pequeña y hay que tener cuidado cuando retiramos las cosas de sus manos —Harry es bastante diplomático, tanto que me encuentro asintiendo en acuerdo. ¿Cómo lo hace? —. Así que, ¿Por qué no se disculpan?
—Lo siento, Hal.
—No quelo.
—Halle —La voz de Harry es más firme—. Dan es tu hermano y lamenta lo que sucedió, los hermanos se disculpan y no se guardan rencor.
—No.
—Bueno, supongo que esta fiesta de cumpleaños terminará, se lo diré a tu mami.
Halle jadea como si Harry hubiese declarado alguna traición y yo lucho con la risa, hace un puchero y luego suspira.
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La D no es por Dexter (BG.5 libro #4) Disponible en librerías
RomanceDexter Jefferson tiene la palabra desastre adherida a su nombre y últimamente eso parece estar más que científicamente comprobado. La prueba de ello puede ser el corazón roto que el mismo se encargó de obtener. Dexter puede ser persistente, terco y...