La D no es por Dexter (BG.5 libro #4) Disponible en librerías

Capítulo treinta y tres

Capítulo treinta y tres.

16 de junio, 2015.

Escucho a personas saludar a mi paso, pero me es imposible devolverles el saludo ahora que mi enfoque está dirigido en encontrar a dos personas: Eva o Alan.

La cosa más equivocada y terrible ha sucedido. La tarde de ayer, servicio social llegó por Skylie. Dexter está devastado, molesto y por momentos siento que las cosas se saldrán de control cuando parece que no puede manejar todas esas emociones, así como el hecho de no tener a Skylie con él. No deja de repetir una y otra vez que ella lloraba gritando su nombre, llamándolo, pidiéndole que no la dejara ir. Es algo que lo ha marcado, que lo tortura y tiene a su mente girando sin parar.

Luego de recibir su llamada di alguna excusa en el trabajo antes de correr a su apartamento, en donde no lo encontré, porque Dexter ya estaba movilizándose en busca de alguna explicación que fuera más que lo que llamó "palabrerías legales que no le daban un por qué." Me costó dar con él y solo porque Harry me llamó diciéndome que los encontrará en una estación de policía debido a que Dexter estaba muy desorientado hacia dónde se suponía debía ir a exigir, a buscar respuesta. Nos abrazamos, Dexter no lloró, pero sus pómulos estaban muy sonrojados, por primera vez no sonreía y el enojo y tristeza era tan evidente en su expresión que me hizo sentir mal. Daba la impresión de que se contenía, que sus emociones estaban tan a tope que no era capaz de concentrarse.

Ethan apareció y no le dijo nada, solo se sentó a su lado y le puso un auricular mientras el otro estaba en su propio oído y pareció que escuchaban alguna canción. Dexter no le dijo nada, pero de alguna manera asintió hacia él y Ethan sonrío como si supiera que esa noche, todo iría bien. Analicé muy bien el documento que había sido emitido a Dexter. Le informé que era legal y que en el se hacía aviso sobre el reclamo de algún pariente sobre Skylie. Su reacción fue cerrar sus ojos con fuerza antes de maldecir en voz muy baja, porque de alguna manera comprendió que esto no era fácil. Dormité mucho, pero él no durmió, estaba inquieto y solo hasta cuando comenzó a amanecer, el cansancio lo derrumbó. Apenas desperté vine corriendo aquí, porque honestamente necesito saber más; todo ha sido tan repentino y brusco.

El ascensor se detiene en uno de los dos pisos que conforman la agencia de trabajo social. Mi mirada en un primer momento busca dar con Alan, pero no lo encuentro. Entonces, incluso aunque la asistente de Eva me pide que me detenga, entro a la oficina de mi hermana, alguien está reunida con ella. En cuanto me ve masajea sus sienes como si su cabeza estuviera a tan solo instantes de explotar.

— ¿Se le perdió algo señorita? — pregunta la mujer de manera seria hacia mí.

La reconozco, es ante quien rinde cuentas mi hermana. Abro y cierro mi boca un par de veces antes de relajarme, porque lo último que necesito es meter en problemas también a Eva.

—Yo lo lamento, pensé que podría pasar, estaré esperando afuera.

—Como se debe —Es evidente que la jefa de mi hermana censura mis acciones.

No respondo, me dedico a salir y cerrar la puerta detrás de mí. Sin decir ninguna palabra y muy segura de que algunos me observan, me siento en un largo sofá en la zona de espera en donde se encuentra un televisor sobre una base en la pared. Hay varios trabajadores ahí, observando la noticia en un programa informativo. No del tipo de InfoNews que apuesto muchos ven, esta es una especie de competencia, pero solo de chismes.

Y Dexter es la noticia de la que hablan.

Dexter y Skylie.

Dexter y la presunta adopción.