- Idiota- gruñí cuando lo vi extender un brazo hacia el frente, enseñándome una rosa negra preciosa. Me sonrojé por haber pensado todo lo contrario.
- ¿Qué? ¿No te gustaban las rosas negras?- gruñó en respuesta, soltándome y parándose frente a mí.
- Es que... Yo...- balbuceé. ¿Cómo decirle semejante insinuación que se había formado en mi confusa cabeza?-. Déjalo. Me has asustado.
- La encontré en los arbustos alrededor del salón de actos y me recordó a ti- me sonrió, insistiendo para que la tomara.
Sonreí en respuesta, aún colorada por haber pensado tan mal, y respiré su aroma. Fresco, salvaje... Y de mi color favorito en las rosas. Después de las negras, eran las rojas y las blancas.
- Gracias- murmuré, caminando hasta mi cama y dejando la rosa con delicadeza sobre mi mesita de noche, mirando después a Itachi a los ojos en medio de la oscuridad-. Buenas noches.
- ¿Es que no me vas a dejar aquí?- alzó una ceja, adoptando una pose traviesa.
Me masajeé la sien con dos dedos, tratando de ocultar mi evidente timidez.
- Kira ya no está, no es necesario que...
- Dos semanas me han bastado para saber que quiero despertar cada día a tu lado- me interrumpió. Fantástico, ahora se ponía poético. ¿Cómo decirle que no a esa carita de cachorro tan adorable?
- Está bien- cedí, guardando las vestimentas de las actuaciones en mi armario y echándome en la cama, cansada-. Buenas noches- bostecé, pegándome a la pared para dejarle sitio a Itachi.
Y tenía que admitirlo, yo también quería despertarme a su lado todos los días.
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- ¡No!- chillé, apuntando a Konan con un dedo y retrocediendo en la alfombra del salón-. ¡No pienso ir a ese baile y menos con un vestido!
- ¡Vamos, Akari-Chan!- insistió ella-. ¡Será divertido y es la fiesta que inicia las vacaciones de Navidad!
- ¡Me da igual! ¡No pienso ir!
Retrocedí tanto que me tropecé con el sofá grande, y en vez de caerme de culo en él... caí de espaldas sobre el respaldo y volví a caer hacia atrás, quedándome retorcida entre el sofá y el suelo. Mis piernas, dobladas en el borde, eran lo único que evitaran que terminara por completo en el suelo. Mi cabeza estaba pegada a mi pecho, bocarriba, y trataba de ponerme derecha de una maldita vez.
- Anda, Akari, no seas boba. Te lo pasarás bien.
- ¡Que no quiero!- gemí, dejándome caer al otro lado del sofá y poniéndome de pie-. Me da vergüenza- hice un puchero casi involuntario, desviando la vista.
- Oh, vamos. Tú convenciste a los muchachos de que participaran en el concurso al que no se presentaron el año pasado. Vives con todos ellos bajo el mismo techo- enumeró, moviendo los dedos-. Enfrentaste a Gaara cuando atacó a Itachi. Defendiste a Deidara cuando la fresca de Sakura lo insultó y le diste una buena tunda, ¿y ahora vienes y me dices que te da vergüenza asistir a un baile?
- ¡Sí!- ladré.
- Eh, chicas, ¿qué pasa aquí?- quiso saber Pain, mirándonos a las dos alternativamente.
- Akari no quiere ir al baile de invierno- me acusó Konan. Abrí la boca, molesta por su descaro.
- ¡Ahora quedo yo como la ermitaña que no va a ir al baile!- protesté.
- ¿Que no vas a ir? Ni de coña, tú vas conmigo- se metió Itachi, sacudiendo la cabeza.
- ¡No quiero ponerme un vestido delante de toda la Universidad!
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Atrapada con los Akatsuki
Fanfictie¿Has sufrido abusos y acoso durante la escuela? ¿Eres tímida y te da corte hablar con chicos guapos? ¿No te gusta que te vean inocentona? Entonces nada mejor que obligarte a entrar a una universidad donde hay abusadores y abusadoras por un tubo, y q...