Kinky me || Chenmin/Xiuchen

#13 - Biting

En el momento que lo vio en medio de la pista pudo saber que había encontrado una nueva víctima. Minseok llevaba visitando ese tipo de lugares en la búsqueda de nuevas presas para poder sobrevivir un año más en el mismo lugar mugriento que estaba.

Año a año era más difícil para él como vampiro poder sobrevivir a las enfermedades y la soledad en la que estaba inmerso hace unos años. El whisky entre sus dedos solo lo dejaba más sediento de sangre y no podía evitar pensar en lo bien que se sentía en el momento que enterraba sus dientes en la tierna piel de un jovencito.

Especialmente, ese jovencito frente a él con las mejillas teñidas de rojo con el cabello rubio hecho un desastre.

- Hola... ¿Te puedo conseguir otro de esos? - Preguntó en su oído dejando que él pudiera absorber ese aroma dulzón y almizclado de un hombre joven como él.

- Por supuesto - Sonrió mientras tomaba el último sorbo de su vaso y veía cómo el muchacho pagaba por otro vaso de whisky y pedía una copa de vino.

Admiró el cuerpo tonificado a través de su ropa pulcra y planchada y en el momento que recibió el vaso algo en él cambió totalmente. Esa sensación de picor entre las ganas de tomar de su sangre y la excitación por sus bonitas facciones terminó en un impulso de besar la mejilla del hombre y susurrar sucias palabras para compartir una cama.

Besos no faltaron en el pequeño taxi y a pesar de la extraña mirada del conductor solo pudo sonreír al ver como el otro pagaba el costo de viaje y salía del auto.

Un trasero respingon y pequeño apareció en su visual mientras salía detrás del pequeño y no pudo evitar apretar la carne suave a través de la ropa. Sorprendiendose de buena manera al no sentir ropa interior que irrumpiera su camino.

El transcurso hacia el departamento y la habitación fue tan corta que Minseok no recordó mucho. Solo podía sentir cómo las cálidas manos del otro recorrían su cuerpo tonificado jadeando por los besos lamidas que profesaba. No fue hasta que lo tuvo entre sus piernas, bajo él con los ojos brillantes que algo en él cambió.

No podía evitar pensar en lo mucho que quería succionar la dulce y tierna sangre del muchacho. Pero también no podía evitar las ganas lujuriosas de morder todo su cuerpo. Y así lo hizo.

Veneró el cuerpo del menor de todas las maneras que quiso mordiendo a destajo escuchando los casi gritos del menor. Susurrando "sí muérdeme más" que solo lo incitaron a más.

Luego de sentir el clímax del primero no pudo evitar seguir con el impulso de sus embestidas para luego morder esa tierna piel del cuello y comenzar a succionar. No fue hasta que el menor perdió el conocimiento que él terminó en su interior.

Se duchó como siempre, se vistió con la mejor ropa que tenía el muchacho y dejando su cuerpo inerte se marchó.

Porque eso es lo que hacía mordía, succionaba y se iba. 

👄

515 palabras

19.10.2017