Kinky me || Chenmin/Xiuchen

#20 - Handcuffing

Continuación del drabble #15

Advertencia: síndrome de estocolmo

La luz del sótano lo volvió a cegar al día siguiente. Después de varios días de estar durmiendo en ese catre admite que más allá de tener un gran dolor en su cuerpo por el abuso sexual que había hecho el cazador en él. La anticipación al ver cómo encendía las luces lo dejaba en un estado de excitación tan impresionante que lo asustaba.

— Despertaste — El cazador apareció frente a él con la escasa luz desde una de las esquinas.

Con el pasar del tiempo había comenzado a ver de una manera deliciosa los toques del otro. Porque no solo lo llevaban hasta el mismo cielo, sino que después que lo desatara de la maldita Cruz de San Andrés había podido guardar sus alas agarrotadas.

El mismo sabía que a pesar de estar en ese frío sótano. De no ver hace varios días la luz natural, había algo de bueno en el cazador. Cada vez que bajaba hasta el lugar lo hacía con un plato humeante de comida y poco a poco le daba comida cuidando de no quemarlo y preparar al gusto del dragón.

Sabía que le resultaba fascinante parte de su piel reptilosa y lo rasposa de su piel. Especialmente esa bifurcación al final de esta. Pero también sabía que cuando subía a dejar la bandeja y volvía todo cambiaba completamente.

Le sacaba la cadena que tenía amarrada al pie cambiándola por unas esposas que amarraban sus manos tras su espalda. Con simpleza tocaba los puntos exactos de su cuerpo para comenzar a gemir mientras este le gritaba las palabras más soeces que había escuchado en su vida.

"Puto"

"Monstruo"

"¿Esto te encanta verdad?"

"Si estás hecho para ser ahogado con mi pene"

Pero también adoraba aquellos cumplidos que estaban lejos de ser palabras amorosas, pero que hacían latir su corazón como si fuese una locomotora a toda marcha.

"Eres un maldito sumiso"

"Y mueves tu lengua de una manera deliciosa"

"Mírate tan desesperado por mi cuerpo, tal como un esclavo"

Porque no importaba que dijera ese cazador, el ya había caído en las redes de ese hombre. Ese hombre que ponía esas esposas y lo hacía tan suyo como la primera vez que lo había visto.

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366 palabras

24.10.2017