Let us be together

Malos entendidos

-¿Entonces este chico será tu pareja de apareamiento? -Cuestionó el conejo con mechón rojo sin medir si quiera su palabras.

Ante aquella pregunta tan extraña el zorro, que recién había llegado, sintió como su molestía e irritación comenzaba a incrementar, ya era suficiente con que los hubieran involucrado en todo ese estúpido embrollo como para que ahora quisieran llevarse a su mejor amigo con ellos y emparejarlo con la hembra de pelaje rubio.

-N-No, Nishinoya, no diga eso por favor -Pidió Yachi con un enorme sonrojo cubriendo sus mejillas, claramente avergonzada, aún le sorprendía la facilidad del macho para decir aquel tipo de cosas.

-Oh, vamos Yachi, no tiene nada de malo. A mi me encantaría ser pareja de Shimizu. -Agregó, igualmente de despreocupado que el macho anterior, el conejo de pelo corto, recibiendo un golpe de parte del líder del grupo.

Yamaguchi parecía extremadamente incómodo ante tantos conejos, simplemente no estaba acostumbrado a estar con tantas criaturas, en especial con tantas de su misma especie; Él estaba totalmente amoldado a la tranquila y relajante presencia del zorro.

-Bueno, ahora que encontramos a Hitoka será mejor que nos vayamos. -Dispuso la hembra de pelaje negro. Dio media vuelta y comenzó a caminar en dirección a su verdadero hogar, su plan inicial era ir en búsqueda de alimento pero Hitoka se había perdido en el camino y por eso ellos la habían ido a buscar.

-Bien. Vámonos Yachi, Yamaguchi, en marcha. -Indicó el líder siguiendo a Shimizu, mientras  los demás caminaban de igual manera, todos los conejos menos Yamaguchi.

Ante aquello Tsukishima no pudo soportarlo más y se acercó al grupo, aunque con calma pues conocía la naturaleza asustadiza de los conejos. Se aproximó a donde estaba su mejor amigo y, con todo el cuidado que podía tener, lo tomó de la piel sobrante de la nuca con los dientes . Estaba comenzando a hartarse con toda esa situación y necesitaba volver al templo y pasar tiempo con Yamaguchi, todo ese caos de Yachi le había quitado su valioso tiempo juntos.

-¡Déjalo estúpido zorro! -Gritó el conejo del mechón rojo, aproximándose a ellos.

-N-No, él no es malo -Intentó dejar en claro le conejita rubia, con un poco de nerviosismo al pensar en todos los problemas innecesarios que podría causarles a sus nuevos amigos.

-Yamaguchi se va conmigo. -Declaró el zorro y, aunque sonó extraño porque tenía sus dientes ocupados, se entendió perfectamente que quiso decir.

-¡Claro que no zorro! Ryuu vamos, no podemos dejar que se coma a Yamaguchi. -Habló Nishinoya con desición, no dejaría que se comieran a uno de su manada, aunque fuera uno nuevo.

Ambos conejos se aproximaron rápidamente al lugar en que se encontraban Tsukishima y Yamaguchi, al ser extremadamente impulsivos comenzaron con una patada en la mandíbula del zorro, quien por la sorpresa abrió sus fauces dejando caer al suelo a su mejor amigo.