Confusión

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Volvió a su habitación, y una vez estuvo dentro cerró la puerta detrás de él, sinceramente deseaba poder ir y charlar con su mejor amigo como lo hacían antes, pero gracias a la gran cantidad de cosas vergonzosas que los dos molestos seres habían dicho minutos antes no podía ni verlo a la cara con normalidad. Soltó un suspiro de alivio ahora que se encontraba en silencio y se sentó en una silla de madera que tenía en una esquina del lugar. Dejó su cabeza colgando del filo del respaldo del asiento y con su mano izquierda masajeó ligeramente su cuello, se sentía realmente cansado por todo lo ocurrido durante el día, no creía ser capaz de pasar nuevamente tanto tiempo junto a esos dos y poder conservar su cordura.

Escuchó un par de suaves golpes a su puerta, lo que le sacó de sus lamentos, estaba agotado física y mentalmente, solo esperaba que aquello no se reflejara en sus facciones. Con su mirada puesta sobre la puerta susurró un "adelante", irguió su espalda y aparentó normalidad; sabía que quien aparecería sería el roedor, sin embargo seguía con la incertidumbre por el anterior comportamiento extraño de su amigo y por lo mismo sentía cierta anticipación.

-Tsukki, ¿Cazaste algo o comiste fuera? -Cuestionó el de pelaje café asomando apenas sus orejas y la mitad de su cabeza en la habitación, y por un momento el zorro juraría haber notado cierta molestia en las últimas dos palabras. La pregunta había sido formulada de esa manera debido a que Tadashi sabía perfectamente el rechazo del rubio hacia la carne cruda.

El estomago del canine gruñó en ese momento como respuesta, Kei había olvidado por completo el cuerpo que había dejado encima de la mesa de la cocina cuando llegaron, lidiar con aquellas dos molestias le había distraído incluso de su hambre. Negó con la cabeza suavemente sin apartar su mirada del contrario, quien parecía estar viendo cualquier parte de la habitación excepto al zorro.

- Dejé un ave sobre la mesa. - No era necesario que le pidiera que cocinara para él, sabía que de todas formas lo haría.

- Estará listo en 20 minutos. - Mencionó con simpleza mientras salía de la habitación y cerraba la puerta detrás de sí.

Tsukishima no estaba seguro de cómo debía de interpretar la actual conducta de Tadashi, no era su habitual ánimo, a pesar de que tampoco lucía enteramente molesto con él. La única idea precisa que se formaba en su mente como causa de su mal humor era el haber llevado a Kuroo y a Bokuto sin avisar, aunque estaba casi seguro de que el escándalo de esos dos no había llegado a escucharse hasta donde estaban los conejos.

Esperó un par de minutos y al darse cuenta de que no iba a encontrar tranquilidad hasta no saber el motivo de la actitud de su mejor amigo, o de por lo menos mejorar aquella tensión entre ellos, salió y se sentó en una de las sillas alrededor de la mesa en la cocina, observando fijamente la espalda del roedor.

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N/A: Lamento muchísimo el retraso, en un momento había perdido el hilo y las ganas para escribir, pero en verdad no quería dejar así la historia, espero que aún deseen leerla. Prometo que tendrá un final.

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