Aceptación.

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Cuando escuchó las palabras de su amiga se disponía a contestar afirmativamente casi de inmediato, sin embargo decidió pensarlo un poco más a fondo antes de precipitarse. Es cierto que Yachi era una buena amiga y que detestaría que le odiara, pero cuando comparaba la tristeza de esa situación con la presión en su pecho al sólo pensar en Kei dejándolo de lado por alguien más, no podía ni siquiera articular palabra alguna por el nudo en su garganta; Tsukishima no era igual a nadie más para él, su corazón reconocía al rubio como un ser especial y diferente al resto de seres vivos que conocía.

Soltó un suspiro y tragó saliva al intentar deshacerse de la amarga sensación provocada por su simulación mental, no podría aguantar ser odiado o despreciado por el zorro, no por él. Con sus manos peinó el pelo encima de su cabeza, entendía que su cariño por el que siempre consideró su mejor amigo no era igual al que sentía por Yachi o por el sacerdote, pero eso no le dejaba nada en claro. Pensó por un par de segundos qué era exactamente lo que sentía por el zorro, podría ser simplemente una amistad más profunda que la que sentía por la otra coneja, después de todo habían sido amigos por muchos años y ambos eran machos. Decidió aceptar esa idea, pensando que era simplemente porque Tsukishima es su mejor amigo y que es diferente porque es su amigo macho, rehuía a la posibilidad de estar enamorado del contrario y hacer más incómoda su relación.

- Es diferente porque es mi mejor amigo y además macho. Te quiero mucho Yachi pero a él lo llevó conociendo muchos años. -Mencionó con voz segura, intentando convencer a su amiga y a sí mismo.

Yachi sintió un viento frío cruzar su espalda, su amigo aún no parecía comprender sus verdaderos sentimientos y comenzaba a crear excusas para evitar llegar a la respuesta. Decidió que no era una buena idea el intervenir más de lo necesario y directamente, por lo que prefirió tomar una ruta alterna.

-Probablemente tengas razón, ¿Por que no consigues otro amigo macho y así te aseguras de que sea verdad lo que dices. -Mencionó casualmente la rubia; ella hubiera considerado la respuesta de su amigo si no lo hubiera visto convivir con el zorro, le miraba con ojos de admiración, pero eso no era todo, también con ojos de amor, además le procuraba más que a cualquier otro.

-Es una buena idea, pero no sé dónde conseguir un amigo macho. -A pesar de que lo dicho por Tadashi era cierto, se podía apreciar los nervios en sus palabras.

La rubia pensó en la mejor manera de hacer entender al de pelaje manchado, podría simplemente decírselo y asunto acabado, aunque no creía que fuera lo mejor. Al final pensó que lo ideal era darle un amigo y así demostrarle que lo que siente por Tsukishima no es amistad precisamente.

-¡Hinata! Él podría ser tu amigo, es el conejo de pelaje anaranjado de antes. -Mencionó con entusiasmo, seguramente aquellos dos roedores podrían llevarse bien.

La conversación quedó ahí aquel día, con la promesa de la rubia de llevar a su amigo la próxima vez para que Tadashi y él comenzaran a conocerse. Ella no estaba totalmente convencida de que el método que estaba tomando fuera el más adecuado pero supuso que no le quedaba mucho más que hacer si es que Tadashi no quería reconocer por sí mismo que estaba enamorado del zorro, aparentemente no era una buena Cupido, podría pedirle ayuda a alguien más pero no sabía a quién.

Let us be togetherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora