Buenos amigos.

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El golpe en su mandíbula le había sorprendido y dejado adolorido, sabía que las patas de los conejos tenían una fuerza descomunal pero eso era incluso más de lo que había imaginado, estuvo a punto de atacar en respuesta, sin embargo recordó porqué a Yamaguchi no le gustaba acompañarlo a cazar; le daba pánico verlo peleando y la sangre fresca era algo que simplemente no podía soportar.

Apretó sus dientes con fuerza y frustración cuando notó que su mejor amigo estaba desmayado, aparentemente no midieron bien el punto de impacto y terminaron dejando inconsciente al conejo, ahora mismo podría contraatacar pero sabía que Yamaguchi no se lo perdonaría cuando despertara, siempre le había pedido no atacar a menos que fuera para cazar y, a pesar de su personalidad, detestaba defraudar al de pelaje café, era la única cosa que realmente odiaba.

-¡Yamaguchi! -Habló la conejita de pelaje amarillo mientras con preocupación se acercaba a tomar al conejito desmayado y llevarlo a un lugar alejado, pidiéndole a Shimizu que lo revisará.

-Tengan cuidado de a quien golpean, torpes -Indicó el líder de la manada lamentándose el hecho de tener a conejos tan impulsivo como esos dos. No negaba que le agradaban e incluso les tenía cariño, pero en ocasiones como esa estorbaban más que ayudar.

Los dos conejitos que estaban frente a Tsukishima simplemente contestaron con un 'claro' para después volver a atacar a Tsukishima quien se debatía internamente entre esquivar o intentar contenerlos pero sin dañarlos. Recibió un par de golpes en las costillas y, aunque por suerte logró evitar daños graves, seguramente le dolería después.

Decidió que lo mejor sería tomar a Yamaguchi y huir de aquel lugar, esos roedores estaban dementes y él no estaba de humor como para lidiar con ellos. Se dispuso a realizar su plan cuando Yamaguchi despertó, entonces supo que ya no había nada que hacer, el de pelaje marrón se encargaría de todo.

-¿Por qué golpean a Tsukki? -Cuestionó con molestía el conejito mientras corría hasta quedar frente al zorro, usando su pequeño cuerpo como barrera entre los otros roedores y su mejor amigo, estaba realmente irritado por ver aquella escena.

Y ahí fue cuando Tsukishima temió por si mismo, probablemente Tadashi lo regañaría por dejarse golpear, aún cuando lo hizo por él, simplemente no era bueno hacer enojar al de 'pecas'.

-¡Ese zorro te quería comer Yamaguchi! Nosotros te defendemos -Comentó con orgullo Tanaka mientras inflaba su pecho, creyendo que realmente había actuado bien.

-Así es, no necesitas agradecernos, ya eres de la familia. -Completó nishinoya de la misma manera que el otro roedor, con orgullo de sí mismo.

-Pero Tsukki es mi familia. -Mencionó indignado, ellos habían saltado a conclusiones apresuradas, aunque pensándolo lógicamente era natural que se pusieran a la defensiva con un depredador, pero la cabeza del pequeño conejo no podía pensar con claridad en ese momento.

Los otros conejos quedaron sorprendidos ¿Un conejo y un Zorro? ¿Que clase de vida era esa? No podían imaginarlo en lo absoluto y sentían cierta reticencia a las palabras ajenas, debía ser una broma.

-Es cierto, ellos viven juntos y todo. Son como un matrimonio. -Completó la conejita de cabellos dorados diciendo lo que estaba en su mente; en todo ese tiempo ella había notado la irritación que sentía el zorro por su intromisión así que supuso que serían algo más que amigos, después de todo el cariño y preocupación mutuos eran muchos y muy obvios.

El zorro y el conejo de pelaje cafe se sintieron levemente avergonzados .

Let us be togetherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora