¿Carne?

359 63 5
                                    

La presencia del gato negro y del búho habían desconcentrado de gran manera al conejo, tanto así que no había podido continuar con su reunión, pidiéndole a Yachi y a Hinata terminar temprano por aquel día. Soltó un suspiro mezcla de fastidio consigo mismo y de aflicción por no tener una razón convincente para su molestia, estaba seguro de que su amiga de pelaje rubio había mencionado en algún momento que podría estar celoso, pero ese no era el caso ¿Cierto? ¿Por qué se pondría celoso si solo quería a Tsukishima como su mejor amigo macho?

Esas preguntas le molestaron por un par de minutos, dónde sentado en una silla se perdió mirando hacia la nada, sin embargo en ese momento se negaba a indagar más allá, algo dentro suyo le decía que llegaría a una respuesta que no deseaba conocer en ese momento. La molestia aún persistía en su pecho, pero no le gustaba esa atmósfera tensa que se había instalado entre el zorro y él, habían sido mejores amigos desde hacía mucho tiempo y no iba a permitir que eso se perdiera así de fácil, no sin antes intentar arreglarlo. Con decisión se levantó de su lugar, caminado firme hacía la habitación de Tsukishima, sin embargo cuando se encontró frente a la fría puerta de madera toda su valentía se esfumó en la nada, pero no podía echarse atrás, así que con duda dió un par de golpesitos, recibiendo un "adelante" como respuesta del otro. Abrió la puerta, asomándose a penas al interior de la habitación, el olor al búho y el gato le llegó de repente, aromas extraños que ahora mismo le desagradaban, en otro momento hubiera ingresado confiadamente a aquel lugar, se hubiera colocado frente a su mejor amigo y hubieran platicado sin ningún problema, pero ahora no sabía como hacer eso sin fruncir el entrecejo, por lo que desde el marco de la puerta le habló.

-Tsukki, ¿Casaste algo o comiste afuera?-La sola idea de que el rubio hubiera ingerido la comida preparada por alguien más le revolvió el estómago, no le agradaba en lo más mínimo, y sabía que era eso o que el otro no hubiera comido en lo absoluto pues conocía muy bien su rotunda negación a comer carne cruda.

- Dejé un ave sobre la mesa - Había dicho el zorro y un alivio le recorrió el cuerpo al escuchar que Tsukki no había comido aún, era egoísta pero no podía evitar sentirse mejor por aquello.

- Estará listo en 20 minutos - Le avisó al contrario y de un mejor humor se dirigió entonces a la cocina, dispuesto a cocinar una sopa con la ave para su mejor amigo, le pondría un par de zanahorias, papás y otras verduras que había conseguido antes en el pequeño huerto que tenían en la parte trasera del templo.

Se encontraba lavando la carne, cuando escuchó pasos detrás suyo, pasos que se detenían en la mesa cercana.

El solo hecho de que un conejo, animal herbívoro, pudiera manejar y cocinar carne de otros animales era algo extraño en sí mismo, pero Yamaguchi no había pensado nunca en eso, ni si quiera en ese momento, instante en el que lo único que pudo hacer fue tragar saliva con nerviosismo esperando a que el canine pronunciara palabra.

Let us be togetherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora