Celos.

680 103 3
                                    

Tsukishima había conseguido una ave pequeña, no era suficiente para satisfacer su hambre pero supuso que eso en conjunto con algún acompañamiento que Yamaguchi cocinara estaría bien para él. Cuando llegó al templo vio que los dos roedores intrusos aún seguían sentados en la sala, por lo que nuevamente pasó sin si quiera mirar a los presentes dirigiéndose directamente hasta su habitación, siendo seguido aún por las dos molestias. Durante toda su caza no pudo deshacerse de aquellos dos escandalosos seres y supuso que tampoco podría hacerlo ahora, por lo que se rindió y los dejó pasar a su hogar sin decir ni una palabra, era como hablar con la pared y prefería no gastar su energía en ellos.

-Vamos zorro, sabes que no puedes vivir en negación, te ayudaremos a declarate - El buho seguía con su insistencia de querer ayudarlo, si ni siquiera quería ayudarse a si mismo no podría aceptar ayuda de alguien más.

-Comenzaremos con esa pobre habilidad de comunicación, si hablas con nosotros te será más fácil hablar con tu amor -Habló kuroo y Tsukishima aún no había decidido si las intenciones del gato eran buenas o si simplemente quería entretenerse con su situación.

El zorro optó por ignorarlos por lo que se acomodó en su cama mientras buscaba en su reproductor de música alguna canción que le ayudara a tranquilizarse, tanto ruido no le estaba haciendo nada bien. Encontró una canción que supuso sería capaz de cambiar un poco su humor, se puso los audífonos y dio inicio a la melodía. A Kuroo no le importaba realmente si eran ignorados o no, pero aquello sólo le restaba diversión a la situación por lo que le quitó los auriculares al canine.

-Si sigues con esa actitud nunca conquistarás al conejito. -Habló mientras se sentaba en el piso con el aparato de audio en su mano, previniendo que el zorro quisiera volver a su música.

-Tienes que ser más positivo, seguro que puedes conseguir que te ame aún con esa personalidad tan fea.-Aseguró el ave mientras se acomodaba en algún lugar del cuarto, Tsukishima decidió darse por vencido con el asunto de ignorarlos y mejor hablar con ellos hasta que se hartaran y se fuera.

-Bien, ¿Qué proponen entonces? Oh, sabios del amor. -Sus palabras estaban cargadas por completo en sarcasmo e ironía pero aparentemente eso no afectaba a sus interlocutores quienes se sintieron satisfechos al obtener una respuesta.

-Bien, primero debes de dejar de ser tan amargado, nadie quiere a los amargados. -Habló el búho como si estuviera diciendo la verdad del universo, contradiciendo sus palabras anteriores.

-Si fueras un poco más adorable cualquiera caería por ti, eres atractivo después de todo. -El gato se estaba aseando mientras decía aquello, el zorro no estaba seguro de si estaba interesado o no.

Iban a seguir con sus "consejos" cuando se escuchó un par de golpes en la puerta, Tsukishima encontró una salida momentánea para las tonterías del par de animales frente suyo por lo que fue a abrir, encontrándose a un Yamaguhi con el rostro marcado en molestía, supuso que se había enojado por haberle interrumpido con sus amigos.

-Les traje té Tsukki, cualquier cosa me llaman. -La voz del conejo sonaba normal pero su gesto tan hostil y esa sonrisa fingida no engañaban al canine.

El roedor se retiró después de dejar tres tazas con té y una reverencia. Inmediatamente después el gato y el búho comenzaron nuevamente con su parloteo incesante, con la única diferencia de que ahora decían "Tsukki" indiscriminadamente; su tarde sería demasiado larga, eso esperando que aquello durará solamente aquel día y que eso dos sujetos no se encariñaran demasiado con molestarlo.

Let us be togetherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora