Charla

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Se sentía nervioso, sus manos sudaban y sus dedos no dejaban de moverse entre sí por las ansias. Algo dentro suyo le decía que su mejor amigo podría leerle como un libro abierto y, que si decía una sola palabra de más, descubriría sus sentimientos por él y todo habría acabado. En realidad estaba siendo fatalista y extremo, porque sabía perfectamente que Yamaguchi no era del tipo que juzga a los demás por cosas como esas y que nunca dejaría de ser su amigo solo porque estuviera enamorado de él, sin embargo le gustaba revolcarse en sus lamentos y sentirse miserable mientras dramatizaba internamente.

Intentó soltar un par de palabras, fallando en el intento al darse cuenta de inmediato que su garganta estaba seca por el nerviosismo; carraspeó, tragó saliva e intentó de nuevo.

- Veo que ya eres amigo del conejo naranja. ¿Todo bien? -Su intento de charla casual había sido patético y lo reconocía, sin embargo nunca había sido él quien iniciará las conversaciones con el conejo hasta ahora, con nadie en realidad, estaba acostumbrado a que fuera el de pelaje castaño quien dominara la mayor parte de sus pláticas.

Mantenía sus ojos fijos en sus propias manos por lo que no se dió cuenta del pequeño sobresalto que sufrió Yamaguchi, quien se tensó al oir su voz y se relajó cuando hubo escuchado tal pregunta casual. Pasaron un par de segundos en silencio y el zorro pensó que su amigo estaba tan molesto que ni si quiera le iba a contestar, estaba a punto de levantarse, recojer su dignidad hecha pedazos y volver a su habitación cuando el conejo habló.

- Es muy enérgico, su nombre es Hinata, aunque un poco ruidoso. No creo que te agrade mucho Tsukki. -Comenta el conejo con cierto tono mordaz en la voz, después de todo conocía al de pelaje rubio, sabía que aquellos seres ruidosos no eran precisamente su tipo preferido de compañía, sin embargo vuelve a su mente el recuerdo de aquellos dos entrando a la habitación del zorro, se veían muy poco como el tipo de animales que le agradaría al contrario. Coloca en una cacerola el ave, limpia y cortada en pequeños trozos, junto a las verduras y un poco de agua para que se comenzara a cocinar, y camina hasta la mesa en dónde se encuentra el rubio, con dos tazas de té verde en las manos. - ¿Que hay de ti, Tsukki? ¿Tienes nuevos amigos?

El conejo toma asiento en una silla al lado de su mejor amigo, dejando una de las tazas enfrente del zorro y la otra la mantiene en su propia mano, a pesar de que aquella pregunta la realiza con una sonrisa en los labios, Tsukishima puede decir que sus ojos no están sonriendo del todo, seguramente Kuroo y Bokuto habían hecho más ruido del que había pensado.

- Solo se divierten con mi situación, llegaron siguiéndome y no importa que les diga, no me dejan en paz. - Declara con cansancio en su voz, sin embargo no puede decir que odia del todo la compañía del ave y el felino, le distraen un poco de su amor no correspondido por lo menos.

En un silencio más cómodo que aquellos que habían estado experimentando los días anteriores, ambos animales toman su taza de té en tranquilidad. Una vez la comida está lista el conejo sirve dos platos, uno sin carne para sí mismo, después de todo no había tenido apetito cuando el de pelaje rubio estaba fuera de casa y cuando volvió había estado tan molesto que tampoco había recordado comer.

Durante la comida, que más bien era una cena, intercambiaron palabras cortas y casuales, casi volviendo a como eran antes del incidente con los demás conejos, sin embargo no podían hacerlo por completo pues ambos eran conscientes de sus sentimientos por el contrario, cosa muy difícil de ignorar.

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N/A: Espero poder actualizar en dos semanas o antes. Muchas gracias por leer, en serio lo aprecio. Los especiales KageHina y BokuAka espero poder subirlos pronto.

Let us be togetherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora