Ya era tarde y tenia que volver al consultorio por mis cosas. Revise mi bolsillo de mi pantalón y para mi mala suerte no traía nada de dinero. Y aparte el maldito consultorio quedaba demasiado lejos de aquí.
Saque mi celular de mi bolso y empeoró todo.
Descargado y muerto.
- ¡Ash! ¡Joder! - grite y pase mis manos por mi rostro. Frustración era lo que sentía en ese momento, y todo por el estúpido de Seung.
- Quieres que te lleve nena - la voz de Seung me hizo enfurecer aun mas.
- ¡No ya dejame en paz por el amor de Dios! - le grite para después caminar.
Iba tan enojada mirando hacia abajo que choque con aproximadamente seis personas y a ninguna les pedí perdón. La ira se había apoderado de mi.
Ya había caminado como cincuenta cuadras y no llegaba al maldito consultorio. Tenía que estar al pendiente de TaeHyung saber cual era su estado.
Suspire para tomar aire y seguí mi camino.
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Por fin.
Logre llegar sana y salva.
Haneul ya se había ido. Era tarde por lo cual su turno había terminado.
Abrí la puerta de la entrada y la cerré detrás de mi. Todo estaba en completo silencio y oscuro.
Fui a mi oficina y me senté a descansar, había caminado demasiado.
Todo el cansancio se fue por completo cuando escuche a alguien caminar en el pasillo. Trate de no hacer ruido y camine hacia la puerta para revisar por la rejilla. No había absolutamente nadie. Al menos por lo que la rejilla me permitía mirar.
Abrí la puerta con cuidado de no hacer nada de ruido. Se volvió a escuchar ruido pero ahora en la recepción, mi impulso me hizo correr hasta donde escuche el ruido y encendí la luz. Logre ver quien era.
TaeHyung.
Pero porque estaba fuera de su habitación si se supone que tenia llave.
- ¿Que haces afuera TaeHyung? - pregunte al ver que estaba revisando entre las cosas de Haneul.
- Me dijeron que aquí había paletas - apuntó a un pequeño bolso - y también estaba buscando un cuchillo - ¿Cuchillo?
- ¿Y para que querías un cuchillo? - volví a preguntarle mirándolo fijamente.
Junto sus manos y jugó con sus dedos. Nervioso. Balbuceo algo mirando hacia la pared.
- ¿Que dijiste TaeHyung? - el se sentó en la silla que estaba detrás de el.
- Yo no tuve la culpa, fue ChimChim - se cruzo de brazos y fruncio el ceño. Tan tierno.
- Ya ve a dormir - lo tome del brazo y lo guíe hasta su habitación. El iba arrastrando los pies. Lo hice que se acostara y lo cubrí con las cobijas.
- Duerme TaeHyung - lo arrope bien. Iba a caminar hacia la salida pero su voz me detuvo.
- ¿Me puedes hacer caricias hasta que me duerma? - Sonreí tiernamente. No me podía encariñar con el. No. Tal vez si salia aquí yo jamas lo volvería a ver, y tan solo quedaría como su psicóloga.
O tal vez desaparezca de este mundo para siempre. Y no lo vuelva a ver nunca mas.
- No duermete ya - dije aun sin girarme. El soltó un bufido.
- Por favor - me di la vuelta para encararlo. Se encontraba haciendo un puchero. Me dieron unas ganas increíbles ganas de lanzarme encima de el y apretarle sus cachetitos. Pero me contuve.
Me di la vuelta y salí de la habitación, cerré la puerta con llave y di un paso pero me detuve al instante. TaeHyung comenzó a golpear la puerta con un tedioso sonido.
Intente seguir caminando pero el sonido de la puerta siendo golpeada no me dejaba.
- No me dejes - a penas y pude escucharlo de tan bajito que lo dijo.
Regrese a la habitación y abrí la puerta, TaeHyung estaba en el suelo con la sabana de la cama y su osito en las manos. Sus mejillas estaban mojadas y sus ojos rojos.
¿Estaba llorando?
Me agache para estar a su altura. El mantenía la cabeza agachada.
- ¿Estabas llorando niño? - pregunte, el no respondió nada. Agacho mas su cabeza.
Tome su rostro entre mis manos y lo hice que me mirara. Lo mire tiernamente, TaeHyung me miro por un momento y estallo en llanto. Para mi era horrible tener que verlo llorar. Casi lloraba yo también. Era como ver a un bebe llorando.
- Ya no llores, te haré todas las caricias que quieras pero por favor no llores - trataba de mantenerme bien y no estallar en llanto yo también.
Alejo mis manos de su rostro y trato de calmarse. Limpio su cara con las mangas de su sudadera. Suspiro y comenzó a hablar.
- Todos se alejan de mi al final - jugaba con el osito entre sus manos - Tu, JungKook, la tía Minah, y Jim... - se callo antes de decir lo ultimo.
- ¿Que ibas a decir TaeHyung? - me miro por última vez antes de ponerse de pie y correr rápidamente hacia su cama. Se acurrucó en esta como niño chiquito. Fui con el y me senté en la orilla de su cama.
- ¿Que es lo que ibas a decir TaeHyung? - el no respondió nada. Tomo mi mano y la puso sobre su cabello, cerro sus ojos, listo para dormir.
Me quede con el acariciando su cabello hasta que se quedo dormido.
