Capítulo XXVI

135 5 0
                                    

•••Aaron•••

No podía estar más cabreado.
Tal cual llegaron, me habían contado lo que habían descubierto.
Y que Elia sola se había enfrentado a cinco vampiros. El hecho de que mi hermana hubiera permitido aquello me enervaba. ¿Tenía siquiera idea de la infinidad de cosas que podrían haber salido mal?

-Van a meter a los hermanos Tanner en esto, Aaron.-Dijo mi hermana.

Ambos sabíamos lo mucho que se iba a complicar la situación. Eran dos hermanos, no tan fuertes como nosotros pero podían plantarnos cara.

-Ella es fuerte.-Soltó Amara una vez estuvimos a solas.-Lo vi.

-No va a enfrentarse a ningún sobrenatural más.

-No eres su dueño, Aaron. Tiene que tomar sus propias decisiones. No entiendo cómo puede acabar con cinco vampiros sin problema. A su edad yo no podía ni con uno sin ayuda. Quizás deberíamos aprovechar su potencial.

-Ni pensarlo.

-Sé lo importante que es ella para ti, hermanito. Pero no puedes encerrarla en una torre para siempre.

-Si eso la mantiene a salvo lo haré.

Negó.-Hasta que ella se canse de mantenerse al margen.

En el fondo lo sabía, esa era exactamente la razón por la que en su momento no quise que ella aprendiera a luchar. No era el tipo de persona que se sentaba a dejar que las cosas pasasen.

-Será mejor que descansamos. Está anocheciendo y querrás darte una ducha.

Asintió y desapareció por el pasillo que llevaba a su dormitorio.
Me dirigí hacia el de Elia pero no se encontraba allí. Comencé a divagar por toda la estancia pensando en donde podría estar. Finalmente la vi sentada en la terraza.

Llevaba apenas un camisón y aquello me subió la temperatura al instante haciéndome olvidar mi preocupación por lo que había sucedido

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Llevaba apenas un camisón y aquello me subió la temperatura al instante haciéndome olvidar mi preocupación por lo que había sucedido.
Su ceño estaba fruncido y su vista perdida.

-¿En qué piensas?
Ella dio un pequeño salto en su sitio que me hizo sonreír. La había asustado.

-Pienso en todo.-Suspiró.-Ahora las cosas han cambiado. La vida de todos corre peligro.

Cogí su mano y la acaricié con los dedos tratando de calmarla. 
-Podemos con esto y mucho más. Te lo aseguro.-Besé su mano con suavidad.

Aquello pareció darle algo más de seguridad ya que se apoyó en el respaldo de su asiento bastante más relajada.

-Deberías dormir un poco.-Le aconsejé al ver su mirada cansada.

-Tienes razón.-Sonrió.-No hay ya mucho que podamos hacer hoy.

La acompañé hasta su dormitorio y tras besar con cariño sus labios, me marché al mío. Yo también estaba agotado.

•••Elia•••

VampireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora