Capítulo XXXVI

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•••Elia•••

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•••Elia•••

Fuimos a la sala de estar donde se encontraban todos reunidos. Andrew y Samantha estaba allí también, quienes al verme vinieron rápidamente hacia donde yo me encontraba.

-Elia, estás bien.-Sonrió Sam.- Nunca podremos agradecerte lo suficiente por sacarnos de allí.

-No tenéis que agradecerme nada, chicos.

Decidimos sentarnos todos en los sofás del salón, había mucho que hablar.

-¿Qué ocurrió después de que yo me marchara?

-Todos pensaban que estabas muerta Elia. Pocas personas habían aguantado tanto tiempo a esas palizas, y cuando desapareciste nadie nos quiso decir nada.-Noté a Aaron tensarse a mi lado. No quería que él supiera todo.- La opción de que hubieras conseguido escapar de allí nos parecía imposible.

-Después todos estaban de mal humor ¡tú eras quien nos daba esperanzas!-Siguió Samantha.- Las pruebas se hicieron más duras, querían que fuéramos más fuertes... Lo único bueno fue que Jason dejó de aparecer por allí.

-Elia, sabes lo obsesionado que está Jason contigo, él va a venir a por ti.

-Eso no pasará.-Habló Aaron.

-Él no se arriesgará. Tiene mi sangre para conseguir sus Novos, ya no me necesita.

-¿Se te ha olvidado que habéis volado todo por los aires?

Me quedé sin aire. Era verdad, todo lo que fuera que guardara en el laboratorio lo había perdido, probablemente vendría a por mí. Aquel pensamiento me hizo temblar.

-Elia.-Susurró Aaron.-Tendrá que pasar por encima de mi cadaver para volver a tocarte.-Me aseguró mientras acariciaba mi pierna.

Sentía la mirada de Andrew encima. Le había dejado las cosas claras desde el principio, pero la situación era igualmente incómoda.

Aaron se levantó.-Bueno, es hora de sacar a relucir el plan.-Llamó la atención de todos nosotros.- Estoy preparando un gran campamento a las afueras. Estará protegido por un conjuro de invisibilidad, por lo que será imposible detectarlo. Terminaremos de reunir a todos los que quieran ayudarnos a acabar con los hermanos Tanner.

-¿Quieres crear tu propio ejército?-Era Andrew.

-No, es para que juguemos todos juntos a las casitas.-Golpeé su pierna, lo cual hizo que me devolviera un guiño.

-¿Y realmente crees que serás capaz de acabar con ellos?-Sonaba bastante incrédulo, estaba claro que no era muy consciente de las habilidades de Aaron.

-No tienes ni idea de quién soy, pequeño.-Aquel apelativo molestó enormemente a Andrew.- Los hermanos Tanner son brujos con bastante maquillaje, yo soy un híbrido.

-¿Un... híbrido?

Asintió con aires de superioridad.

Amara interrumpió.-Hasta entonces podréis quedaros aquí, hay espacio suficiente.

Me hice cargo de llevar a ambos a los que serían sus dormitorios por unos días. Estaban enfrente uno del otro, y en el mismo pasillo que el mío.

-Dios esto es increíble, Elia.-Era Sam.

-Lo sé.-Sonreí.-¿Cómo os encontráis?

-Es extraño.-Siguió ella.-Todo ha cambiado tanto de repente... y de verdad que quiero acabar con los Tanner, pero no puedo evitar estar asustada.

Fui hasta donde se encontraba y la abracé.-Pero eso es lo más normal del mundo, yo también estoy asustada.

Aquello pareció tranquilizarla un poco.
Miré a Andrew, quien observaba atento por la ventana. La única persona que podía estar viendo era a Aaron.

-¿Qué piensas de él?-Le pregunté para hacerle saber que me había dado cuenta.

-Arrogante. Se sobreestima demasiado.

-En realidad creo que tú le subestimas.

-¿De verdad él es quién te hace tan feliz, Elia? Porque no veo para nada un futuro a su lado.

-Andrew estás hablando sin tener la menor idea de nada. Es increíble, y con el tiempo te darás cuenta.

Salí de aquella habitación sin querer hablar más del tema. Había contestado con aparente tranquilidad, pero lo cierto es que me cabreaba bastante la actitud que estaba teniendo mi amigo.

-Nunca te hará feliz. Yo sí que puedo hacerlo.-Era Andrew persiguiéndome.

-Déjame en paz.

-Te niegas a verlo pero es la verdad.

-¿Cómo puedes estar actuando así? ¡Gracias a él estás aquí, sano y salvo!

-No voy a respetar a alguien como él, no se lo merece.

Estallé y lo estampé contra la pared.-Te voy a dejar las cosas más claras todavía, si es que se puede. Aaron podría matarte en un solo segundo, incluso yo podría. Deja de ser tan desagradecido o te largas. Sin más.

Lo solté y seguí mi camino. De repente me empujó y sin que yo me lo esperara me hizo caer.

Mi furia se desató y me lancé contra Andrew. Ambos nos golpeábamos pero no había duda de que no tenía nada que hacer contra mí, razón que me obligaba a no utilizar mi fuerza por completo.

Un momento después ya no me encontraba sobre él, sino que alguien me sostenía.

Traté de resistirme pero yo no era suficientemente fuerte.

-Elia, ya... tranquila.-Era Aaron intentando calmarme.

Una vez lo consiguió, me soltó con cuidado y al segundo estaba cogiendo a Andrew del cuello.

-¿Se puede saber cómo puedes ser tan estúpido? Elia no paró hasta que consiguió salvaros, arriesgó de nuevo su vida por vosotros, y ¿así se lo agradeces?- Gruñó cabreado.

Fui hasta él temiendo que apretara demasiado el cuerpo del muchacho.-Aaron por favor no le mates. De verdad que no ha sido nada.

-Elia lo he visto con mis propios ojos. Podría permitir muchas cosas, ¿pero que alguien sea tan desgraciado como para agradecerte así? Eso ni en un millón de años.-Luego volvió su vista de nuevo hacia Andrew, quien realmente asustado, no había vuelto a pronunciar palabra.-Quiero a Elia más de lo que he querido en toda mi vida. Así que deja de pensar que tienes alguna posibilidad contra mí.

De repente le soltó y éste cayó al suelo.

-Ten por seguro que la próxima vez no seré tan benévolo. A la mínima te rompo el cuello.-Dio un último aviso antes de coger mi mano y llevarme lejos de allí.

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