•••Aaron•••
Me sentía fatal. La presión me estaba afectando demasiado y no había hecho otra cosa que tratar mal a Elia, y lo que es peor, hacerla llorar.
Amara salió de su dormitorio. Esperaba ansioso sus noticias.-Ella no quiere hablar contigo. Está en la cama intentando dormir. Aaron tienes que ser más sensible...
Pasé una mano por mi rostro.-No sabes cuánto siento haber reaccionado así, pero es que temo tanto que ella pueda estar en peligro...
-Eso no te justifica, hermanito. Deja que descanse, cuando volvamos de acabar con esos subnormales tendrás tiempo para arreglarlo.
Asentí de acuerdo.
Todos menos Elia y mi hermano Izan, quien se negó a venir por completo asegurando que no iba a arriesgar nada por salvar a otros, nos montamos en los coches y nos dirigimos a la zona que Jason había dicho.
•••Elia•••
Una vez que todos se marcharon salí del dormitorio. Tenía que ir allí como fuera. No podía arriesgarme a perderlos.
Como si mis plegarias hubieran sido escuchadas, encontré a Izan sentado en el sofá. Y por mucho que lo odiara ahora necesitaba su ayuda.
-Ni pensarlo.-Se negó incluso antes de que pudiera tratar de convencerlo.
-Izan, sé de sobra que yo no te importo los más mínimo, pero tus hermanos sí. Jason me dijo que si iba yo no les harían nada, por favor.
Después de unos segundos de silencio pareció que yo había sido lo bastante convincente.-Lo haré. Pero solo por ver si tengo la suficiente suerte y me libro ya al fin de ti.
Aunque sus palabras eran molestas había conseguido lo que quería así que no podía quejarme.
Fuimos hasta el parking y de allí sacó un coche parecido al de Aaron pero en plateado, en el que me hizo montar para llevarme.
No habló ni una sola palabra en todo el camino, pero parecía de mejor humor que antes y aquello me resultaba bastante desagradable por su parte.-Ya estamos.-Había estado tan ensimismada con mi odio que no me había dado ni cuenta de que habíamos llegado. Sin embargo no se escuchaba nada que delatara lo que se debía estar llevando a cabo.
Salí del coche sin agradecer siquiera y me adentré en el parque.
Llegué a la explanada con la mansión derrumbada al fondo donde había descubierto a Harrison y Lucas días atrás. Pero allí no había nadie.Después de un par de minutos de incomprensión, mis ojos captaron un brillo extraño en el ambiente, tal como si hubiera una capa transparente. Me acerqué a esta y cuando la atravesé finalmente me encontré con lo que buscaba. Aquella "capa" no era más que un conjuro de invisibilidad que retenía también el sonido para no ser vistos.
Eché un vistazo rápido. Aaron y Amara luchaban por la izquierda sin problema y contra varios sobrenaturales al mismo tiempo. También alcancé a ver a Lucas y a Harrison quienes temerosos no se acercan demasiado a la muchedumbre.
A mi derecha se encontraba Alexander con algo más de dificultad. Busqué a Beth y cuando la encontré se me paró el corazón, estaba luchando contra Jason y le estaba yendo bastante mal, lucía agotada y él no daba mas que propinarle continuos golpes que la hacían caer al suelo.
Mi venas enervaron y fui hasta allí corriendo, pillando a Jason por sorpresa y lanzándolo lejos con un golpe. Aquello me dio tiempo suficiente para ayudar a Beth a alejarse.
-¿Qué haces aquí Elia? ¡Deberías haberte quedado en casa!-Parecía angustiada. Antes de darme tiempo a decir cualquier cosa ella gritó.- ¡Cuidado!
Y sin darme tiempo a reaccionar, Tanner me había cogido del hombro y lanzado volando. Aterricé como pude raspándome las rodillas. Pensar que este individuo quería acabar con todo lo que importaba me enfadó todavía más.
Luego de ello, siguió una rutina de golpes, algunos los esquivaba y otros no, al igual de él tampoco se escapaba de algún que otro puñetazo.
-Voy a matarlos a todo si no te rindes Elia.
Negué.-No puedes acabar con ellos.
Alzó su mano y escuché el grito de dolor de Beth al fondo, lo cual fue suficiente para que me lanzara contra él y ambos cayéramos.
Aquella sorpresa pareció molestarle y me propinó tal golpe que salí despedida varios metros atrás, golpeando mi brazo, ahora muy dolorido.
Apareció de nuevo ante mí y cogiéndome del cuello me obligó a levantarme.
-Acepta el destino Elia.Y antes de poder golpearle para alejarlo, un gran dolor se extendió sobre mi pecho. Empecé a escuchar los gritos de voces demasiado familiares, pero aquello no fue suficiente para alejar la oscuridad que poco a poco tragó de mí.
•••Aaron•••
La cosa iba bastante bien y la situación parecía controlada. Lo sobrenaturales eran demasiado patéticos y acabábamos con ellos sin problemas. El plan era reunirnos todos después contra los hermanos Tanner y acabar con ellos, sería fácil, y después volvería con Elia pudiendo disfrutar al fin de un poco de tranquilidad y así disculparme.
-¡Aaron!-Gritó mi hermana.
-¿Qué pasa?
Señaló hacia la otra punta donde se estaba llevando a cabo la batalla.-¡Es Elia!
No podía ser, sin embargo mis ojos no podían engañarme, y allí estaba ella, enfrentándose a Jason. Había conseguido tirarlo al suelo aunque ella había perdido el equilibro también.
Tanner se había levantado y la lanzó bastante lejos.
Tenía que llegar allí. Como fuera.Corrí con todas mis fuerzas hacia donde se encontraban. El miedo por Elia corría en mis venas.
Estaba a pocos metros cundo ante mí se interpuso el otro hermano Tanner. Mierda, lo tenían todo planeado.Me enfrenté a él con toda la rapidez que pude sin embargo, Robert Tanner comenzó a reír de la nada.
-Observa.-Dijo con su asqueroso acento italiano.-Observa el final de tu preciada nacida.
Aquello fue suficiente para que mi vista se dirigiera instantáneamente a donde se encontraba Elia.Jason la alzaba sosteniéndola del cuello con una sola mano.
-¡No!-Grité cuando vi que con su otra mano guardaba una daga. Corrí con todas mis fuerzas hacia allí, pero ante mis ojos, él alzó su mano y enterró el arma en el pecho de Elia.
-¡ELIA NO!
Algo en mí paro cuando su cuerpo cayó inerte al suelo, sabiendo que no volvería a escuchar su dulce voz, sentir su calor o siquiera disculparme por mi comportamiento.
Mi nacida se había ido para siempre. Y lo que más me enervaba eran las risas de los hermanos Tanner.
ESTÁS LEYENDO
Vampire
VampireElia es vampiro de nacimiento, lo que fue considerado como un milagro para sus padres. Ellos siempre la ayudaron consiguiéndole el sustento que necesitaba sin levantar sospechas entre el resto de ciudadanos de Detroit, pero ahora que sus padres h...