Niño descarado

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Cuando Hyukjae despertó sintió una fuerte punzada en su cien, la cabeza le dolía horrores y podía apreciar el gusto amargo y pastoso en su boca gracias al alcohol ingerido en exceso la noche anterior.Intento moverse en vano ya que un peso se lo impidió, entorno los ojos ajustando la visión a aquel lugar en el cual no recordaba haberse quedado dormido, la habitación algo desordenaba distaba mucho de la suya...demonios ¿donde diablos estaba? ..intento hacer memoria a pesar del terrible malestar,una serie de imágenes invadieron su atontado cerebro, un club, unas copas de mas (tal vez demasiadas), una linda chica restregándose en su entrepierna mientras bailaba, volviendo a su casa en compañía de esa misma chica..¿pero por que no estaba en su casa?

Miro sobre su pecho, apoyado en el descansaba una cabeza y largos cabellos desordenados cubriendo un rostro que seguro dormía, con el cuerpo desnudo al igual que el suyo entrelazado prácticamente sobre él. Aspiro aturdido ...¿por que recordaba que habían entrado a su edificio si esta no era su casa? Corrió los largos cabellos marrones para descubrirla la cara ..por lo menos era bonita.

Con cuidado de no despertarla movió para quitarla con delicadeza que su resaca le permitía.

Se sentó en la cama limpiando el resto de saliva que la joven durmiente había derramado en su torso y no porque le daba asco la saliva en si, ya que calculo que debía haber esparcido buena parte de ella sobre su cuerpo en una de las tantas rondas de sexo... o eso creía ya que solo tenia flashes en su cabeza.

Busco con la mirada su ropa entre las montañas de prendas esparcidas por aquí y por allá a aquella joven le costaba ser ordenada, cuando al fin los diviso se levanto con escasa estabilidad al parecer el alcohol hacia mellas en el, por lo que calzarse los pantalones fue una tarea heroica, tomo en la mano su camisa antes de salir de aquel cuarto haciendo el menor ruido posible.

Miro aquel lugar, a diferencia de la habitación todo estaba ordenado y limpio, al asomarse a la ventana pudo comprobar que si era su edificio, suspiro tranquilo con aquel mareo le hubiera sido imposible conducir, lo malo es que se la volvería a cruzar y la verdad no tenia ningún deseo de volver a hacerlo ya que para él era sola pasar la noche.

Intento despabilarse un poco lavando su cara, el reflejo en el espejo del baño no fue de gran ayuda las hebras castañas desordenadas las acomodo como pudo, lamentablemente poco podía hacer con las ojeras pronunciadas debajo de sus grandes ojos marrones, aprovechando que la muchacha dormía pasaría por la cocina por un vaso de agua helada así poder quitarse aquel gusto amargo de su boca. Sin embargo se quedo paralizado al encontrar algo que no esperaba ...encontrar otro habitante en ese departamento.

La puerta de la nevera se encontraba abierta y tras ella había un personaje ya que solo podía ver unos pies descalzos sobre la radiante loza clara, los dedos jugaban contrayéndose distendiéndose en el limpio piso como rasgándolo con ellos. Al cerrarse la puerta Hyukjae pudo ver al protagonista que se había mantenido oculto tras ella. Un niño si se podía decir lo miro sin inmutarse mientras bebía leche directamente del envase. Hyukjae espero que el chico gritara espantado o preguntara alarmado quien era.. sin embargo lo miro sin mostrar sorpresa por la intromisión.

El niño de pelo negro desordenado con mechas coloridas sobre el flequillo, vestía un pijama infantil, demasiado para su edad ya que seria un adolescente... de eso seguro, miraba haciendo un escaneo de aquel hombre alto que se paseaba casi desnudo por su casa.

-He visto peores.. veo que por lo menos ha afinado el gusto- dijo con voz suave una vez que bebió casi todo el contenido del envase, no sin antes relamerse los labios, este simple acto logro que Hyukjae apartara la vista nervioso.

-¿Mmm?- pregunto rogando que no se refiriera a lo que estaba pensando.

-Que la verdad por lo menos tu eres guapo- otra vez miraba el pecho tonificado y bien trabajado de aquel desconocido,aquel hombre que era bello de facciones varoniles y bien definidas, de ojos de color chocolate que ahora se abrían asombrados. Descarado caminó hacia el...ese chico ¿de cuanto? ¿catorce años? ¿quince años? le hablaba sin ningún respeto, lo observaba insolente y encima hablaba de cosas que un menor no debería hablar tan abiertamente.

 El es un problema ☁️ EHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora