Cumpleaños

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Dormido con las facciones relajadas aun vestido de gato sexy seguía siendo un niño indefenso. Hyukjae lo contemplo fascinado, recordando como ese chico descarado se había sentado sobre su regazo para besarle sin autorización alguna, recordando como sus manos acariciaron esa cintura. Su boca aun conservaba el sabor dulce con pizca de alcohol de la boca del menor...

Hyukjae sabía que si no hubiera forzado su conciencia, que si no se hubiera obligado a correrlo, lo habría hecho suyo, por que lo deseaba como loco, porque ese niño hermoso lo hechizaba. Hyukjae sentía tantas cosas por Donghae, que ni siquiera el mismo podía describirlas ni enumerarla, pero él se había comprometido a cuidarlo y eso era lo que haría, empujando fuera cualquier otro sentimiento.

Por eso ahora cuando se daba la ducha matinal agradecía su cuota de cordura la noche anterior, si hubiera pasado algo entre el y Donghae hoy estaría arrepentido y defraudado de si mismo. Defraudado por beneficiarse de la desdicha de ese niño, ese niño que necesitaba como nadie ser protegido.

Al salir perfectamente cambiado dio un encargo a una de sus empleadas para después una vez en la cocina le pidiera a su mayordomo que preparara todo para desayunar en el jardín.

-Sabes Chang se que fue raro lo de anoche...­

-Señor, yo jamás me permitiría juzgar absolutamente nada-Como era de esperarse Chang con su cara inmutable jamás preguntaría quien era ese chico.

-Lo se... solo que no me gustaría que mal interpretes las cosas.

-Sabe que jamás lo haría, lo conozco de muy chico señor y se que es un hombre noble, si usted decidió traerlo aquí me es suficiente para comprender que debe ser alguien muy especial para usted - lo que decía el mayordomo era verdad, Hyukjae no iba muy seguido a la mansión y el hecho de haberlo hecho a mitad de la noche con un joven, era para el mayordomo la clave exacta para darse cuenta que el joven con orejas de gato era alguien muy importante para Hyukjae.

-Gracias... ­

-Señor , aquí tiene el encargo que me pidió-­ una de las criadas llegaba con una bolsa de una de las tiendas más costosas del lugar.

-Perfecto.

Al entrar nuevamente al cuarto vio que el más chico no había cambiado su posición, acurrucado del lado derecho justo donde el sol le daba de lleno sobre el rostro.

-Donghae -­ lo sacudió con amabilidad hasta lograr que el menor frunciera el ceño – vamos levántate ya es de mañana.

-Mmm... ­

-Vamos levántate y ven a desayunar...­

-Lo haría -dijo abriendo los ojos para frotárselo mientras se desperezaba -El problema es que-­ se miro el torso desnudo y por un instante sintió vergüenza de si mismo.

-Ten ponte esto – le tendió la bolsa que minutos antes le había dado su empleada – Báñate, yo te espero en el jardín

-Esto- Donghae se arrodillo en la cama revolviendo dentro de la bolsa de cartón.

-Eso es ropa... No pretenderás andar así - sonrió al ver como se le iluminaba la mirada.

-Es perfecta -sin mas salto de la cama para entrarse al cuarto de baños, Hyukjae sin quitar su sonrisa bajo para esperarlo.

Donghae removió con jabón el maquillaje, lavando varias veces su cuerpo, mientras lo hacia no pudo evitar sentirse avergonzado por saber a la perfección que el escritor ahora conocía su secreto, pero a la vez era otra cosa lo que inundaba su ser... se sentía liberado, liberado por que su mayor temor, su peor pesadilla era que Hyukjae se horrorizara de él, se espantara y ya no quisiera saber nada de él, sin embargo su vecino lo había comprendido, lo había abrazado y sobre todo lo había consolado diciéndole las mejores palabras que había escuchado... "no estás solo, yo estoy aquí para ti" y esa promesa le colmaba el corazón.

 El es un problema ☁️ EHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora